Prólogo

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Marzo 15, 2019.

Grett no podía dejar su nerviosismo de lado, se encontraba moviendo una de sus piernas de arriba hacia abajo de manera constante, esperando únicamente que la hora en la que el bendito timbre que indicaba el final de su jornada escolar sonara.

Era viernes, y mañana serían las pruebas para el equipo Primavera del Inter.

Desde que pisó tierras italianas hace ya más de seis meses, lo único que Grett deseaba era poder entrar a ese equipo. La edad era un factor importante, pero el hecho de que el señor Mikami le hubiera conseguido una oportunidad ya era demasiada ayuda.

Ahora todo dependía de ella.

Había estado jugando en un equipo de las inferiores del Inter de Milán, puliendo las técnicas y tiros que Arai le enseñó cuando se encontraban en Japón. Incluso el nuevo tiro que le mostró en Diciembre, cuando de casualidad se la encontró en el centro de la Ciudad y se pusieron al día. Pero eso no era todo, también su agilidad y destreza al driblar mejoró considerablemente, su estilo de juego, que desde siempre se había caracterizado por lo elegante que era, ahora podía notarse más pulcro y casi perfecto.

Quizá tomarse un respiro de Japón en verdad había sido favorable para ella. En muchos aspectos.

El idioma no había sido del todo un problema, puesto que su padre la había inscrito a la Scuola Giapponese di Milano en lo que terminaba la primaria y por las tardes tomaba clases complementarias para reforzar su italiano. Ahora ya lo hablaba más fluido y podía entablar conversaciones básicas con nativos.

Y, si hablábamos de sus relaciones interpersonales, Grett podía asegurar que estar sola no era tan malo como parecía. Al menos ya no tenía que pelearse con Kisugi cuando le hacía comentarios sobre Izawa, tampoco necesitaba, llegados a este punto, seguir dependiendo de la compañía de este último como lo hacía antes.

Podía estar sola, y la idea ya no la enloquecía como hace un año. Aunque, si era sincera, extrañaba a sus amigas, Shõri y Gabriella, e incluso aun pensaba en el enfrentamiento que tuvo con Katagiri-san y con Mirai-chan. Al menos había obtenido el número de Takako en el viaje que tuvo en diciembre a Alemania por el cumpleaños de Genzo y ahora se mensajeaban en ocasiones, siendo un apoyo mutuamente en sus nuevas vidas.

—Bien, pueden retirarse—la maestra informó una vez el timbre resonó por lo alto—. Nos vemos el lunes.

Grett guardó sus cosas en su mochila rosa, tardándose a propósito para que no tuviera que cruzarse con nadie en los pasillos. Y, una vez esperó un tiempo prudente, emprendió su camino en dirección a su apartamento.

Realmente el lugar no estaba demasiado lejos de su escuela, por lo que no necesitó más que unos quince minutos para llegar al modesto edificio y adentrarse, llevándose una gran sorpresa cuando se encontró en el pie de las escaleras a un repartidor que tenía un gran arreglo de rosas rosadas y blancas en sus manos, con un globo burbuja que citaba la leyenda: お誕生日おめでとう.1

Y supo inmediatamente que era para ella cuando el repartidor le preguntó:

—Disculpe señorita—le dijo el chico—, ¿podría indicarme cual es el piso de la señorita Himari Wakabayashi? Tengo una entrega para ella.

La pelinegra asintió.

—Soy yo.

El repartidor le sonrió antes de entregarle el arreglo y desearle un feliz cumpleaños para después marcharse. Grett subió las escaleras hasta el cuarto y último piso, dejó a un lado el arreglo para poder abrir su puerta y así adentrarse a su apartamento.

Miraba las flores que había depositado sobre su mesa con total detenimiento, apreciando lo hermosas que eran hasta que su móvil comenzó a sonar en una llamada entrante.

—Feliz cumpleaños, Ari—felicitó su hermano al otro lado de la línea—. Desearíamos estar allí contigo para celebrarlo.

La pelinegra soltó un suspiro.

—Quizá en otra ocasión se pueda—murmuró con tranquilidad—. Por cierto, muchas gracias por el arreglo, es precioso.

Genzo soltó una pequeña risa que la desconcertó por completo.

—Yo no te envié ese arreglo—aseguró—, creo que tienes más admiradores de lo que crees.

—¿y lo dices así tan tranquilo? —le reprochó ella—. ¿Quién eres tú y que haz hecho con mi hermano?

—Solo puedo decirte dos cosas en este momento—comenzó a decir, su voz había sonado con firmeza—, la primera es que sé que mañana pasarás la prueba y lograrás entrar al equipo. Confía en ti, durante todo este tiempo mejoraste y tienes que demostrarlo mañana.

Grett asintió aun cuando Genzo no había podido verlo, sus palabras la reconfortaron y aliviaron a partes iguales. Escucharlo y, sobre todo, el sentir que la apoyaba de verdad que le daba la fuerza que necesitaba para enfrentar cualquier cosa que pudiera venírsele encima.

Incluyendo lo que vendría después de la prueba de mañana.

—Gracias, Gen—murmuró ella de manera suave y tranquila, aun cuando en sus amatistas querían formarse lagrimas debido a lo mucho que extrañaba a su hermano—. ¿y cual es la segunda cosa que me dirás?

—Que deberías llamarle a quién, realmente, te envió esas flores. Y sabes, más que nadie, de quien se trata.

—Han pasado meses—contradijo rápidamente—, quizá ya ni siquiera conserva su número.

—Lo hace—indicó Genzo—. Así que deja el miedo y las dudas a un lado y solo llámalo. Aunque el hecho de que ustedes vuelvan a ser amigos no es algo que me emocione mucho.

—¿Entonces porque lo haces?

Pero Genzo no respondió a su pregunta, se limitó a despedirse y después cortar la llamada, dejando a Grettel con más preguntas que respuestas, de las cuales algunas se resolvieron cuando decidió llamarle a Mamoru para agradecerle por las rosas.

Y, aunque su vida parecía haberse resuelto por ese lado, del otro solo se comenzaría a complicar cuando, al día siguiente, los directivos le dieron la bienvenida al equipo una vez terminaron las pruebas.


🌻

1. Feliz cumpleaños.

¡Holaaa! Si les soy sincera, hice este prólogo dos veces porque no me gustaba como quedaba xD, así que inicialmente era uno totalmente distinto pero que nos lleva al mismo resultado: Grett en el Inter.

¿qué opinan del detalle de Izawa? ¿y de que se esperó muchísimo para hacer algo para poder hablar con Hima de nuevo?

Lo cierto es que de esta manera Mamoru y ella volvieron a hablar y, con el tiempo retomar su amistad y ustedes ya saben. El primer capítulo tendrá un brinco en el tiempo hasta poco antes del accidente, estoy trabajando en ello para poder publicarlo.

Principessa será más corta que Himari, es casi un hecho, así que disfrutemos a la niña antes de que nos diga adiós:')

¡Nos leemos pronto!

Grett-chan fuera.

Himari ↳ Captain Tsubasa [MRS #0.5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora