Capitulo 2

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Sáquenme de aquí...porfavor...sáquenme de aquí...
No sé cuánto tiempo ha pasado...no siento hambre...tampoco siento sed...no lo entiendo...ayuda...ayuda...no puedo escuchar nada del exterior...no sé qué es lo que pasa...
-SÁQUENME DE AQUÍ- grité a todo pulmón.
Estaba sentado abrazando mis rodillas en un rincón de la habitación.
Nadie me escucha...no puedo escuchar a nadie...estoy solo...estoy solo...
No quiero volver a estarlo...no como esa vez...
Fue horrible...muy horrible...el simple hecho de recordarlo me aterra y me desespera.
Recuerdo...cuando estaba encerrado...en una habitación parecida a esta...llena de cadáveres putrefactos...
Me levanté del suelo e hice crecer mi brazo descomunalmente, hice puño mi mano y comencé a pegarle a la puerta una y otra vez.
-¡Abreté! ¡Abreteee!- gritaba desesperado.
Entonces al golpear por última vez, me rompí los nudillos, soltando un poco de sangre.
-¡Auch!-
Mi brazo volvió a su tamaño normal.
Parece que ya puedo controlarlo bien... Pero...duele...
Me volví a sentar en aquella esquina y cerré los ojos.
-¿Subconsciente estás aquí?- pregunté en mi mente.
No había rastro de él...parece que solo fue una especie de alucinación.
No entiendo nada...¿porque nos encierran aquí?
No sé cuánto ha pasado...ni siquiera sé que hora es... Solo sé que ha pasado mucho tiempo y que hay una cámara en esta habitación...por el momento estoy calmado y parece que estoy comenzando a hablarme a mí mismo...
Pero cada vez que recuerdo aquella vez hace 7 años...demonios...el simple de ser adoptado es algo un poco doloroso...mis verdaderos padres murieron en su trabajo...en lo que les gustaba...ayudar personas, viajaron a África, atendieron a unos habitantes de allá que se encontraban en media guerra civil, Siria al destruir a San Francisco con un misil muy potente...se apoderó de la mitad de África, Estados unidos no dudó en atacar con una bomba nuclear, destruyendo todo Siria y el norte de África, incluyendo niños, ancianos y adultos inocentes...aquel que lanzó la bomba fue el capitán General Maverick... Todo este tiempo no lo había recordado...pero su rostro se me hizo muy conocido.
Mis padres fueron asesinados por uno de los pacientes que curaron...
El resto de Sirios que se dispersaron en África, también fueron asesinados.
Después de aquello...fui adoptado por un hombre que también era militar, lo considero mi padre porque siempre ha cuidado de mí.
Al quedar huérfano...todo lo que me quedaba era mi pequeña hermana que apenas tenía 3 años, la esposa del señor que nos adoptó, era una mujer dulce que siempre se preocupó por nosotros, también la veía cómo mi madre...pero aún así me sentía vacío y roto...
Ahora estoy peor...
Una lagrima rodó por mi mejilla...
Tengo miedo...de lo que me pase de aquí en adelante...¿acaso voy a luchar? Pero... ¿Por quién? ¿Por mí o por el resto?

La puerta sonó y se abrió, dejando entrar un aire muy frío.
Me estremecí y salí rápidamente de la habitación.
Al salir, todos también salieron.
Sus rostros...estaban acabados...tenían muchas ojeras, y parece que todos estábamos muy delgados.
Delante de nosotros estaba el capitán general.
-Bienvenidos al futuro! Guardianes de la tierra!- dijo con una enorme sonrisa el capitán general.
-¿No cree que está muy viejo para hacer ese tipo de bromas?- preguntó Samuel con las cejas arrugadas.
Samuel hizo puño su mano y golpeó al capitán general, rápidamente el capitán general lo esquivó, haciéndose a un lado.

-Nunca es tarde para bromear!- exclamó el capitán general.
-¿porque no funcionó el aumento muscular?- preguntó Samuel con una mirada totalmente amenazante.
-Apagué sus microchips cuando salieron, no quería que hubieran accidentes- dijo el capitán general.
Javier caminó con una expresión de enojo hacia el capitán general y lo tomó de la camisa.
-Maldito...más te vale que nos saques de aquí- dijo Javier en un tono enojado.
-Ayuda...por favor...ayuda...- decía Rose temblorosa y llena desesperación.
Javier la observó y dijo:
-Lo ves viejo...? Mira como la dejaste...¡MÍRALA!- exclamó Javier.
-¡Cálmate perdedor!- exclamó Mary con su acento Ruso.
-Deberías hacer caso a la señorita- dijo el capitán general con una mirada totalmente intimidante.
Javier lo soltó y dio retrocedió

Génesis: La verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora