Capitulo 18

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-Espera ,¡Juno!- exclamé.
Estábamos en el Refugio 2, hogar de los mercenarios, había poco ruido ya que estaba anocheciendo y las personas ya se dirigían a sus casas, después del enfrentamiento con los bandidos caminó acá, no he podido quitarme este sentimiento de culpabilidad, asesiné a todo el grupo de bandidos, eran seres humanos, buscando sobrevivir perjudicando a otro grupo, pero...¿no era así como se desenvolvía la sociedad antes de esto? Si lo ves de otra manera, todo sigue prácticamente igual, lo único que ha cambiado es nuestra manera de tratar a los demás.
no tengo remordimientos por haberlos matado, ya no siento esas ganas de llorar, ya no tengo arrepentimiento.
Juno estaba confundida, por ello caminaba hacia delante, ignorando todo a su alrededor.
Le agarré el antebrazo para detenerla.
-Tengo la legendaria lanza de Cassius dentro de mí, pero no puedo sacarla, ¿como haces para aparecer la lanza de Longinus a tu gusto? No siento el fluido de LNL en mi cuerpo, ¿sucede cuando nos besamos?- pregunté.

Juno seguía de espalda, sujetó mi mano y la apretó, se volteó a mirarme y con el rostro totalmente rojo me dijo:

-Deberíamos intentarlo...¿no crees?-

-Si, tienes razón...- dije.

No debería sentirme nervioso, es decir, solo es un beso...maldición.

Acercamos lentamente nuestros rostros, ambos denotábamos inseguridad, nos detuvimos a unos pocos milímetros de distancia, podía sentir su respiración, ya había besado antes...¿por qué tanta inseguridad? Solo le doy muchas vueltas, esto para asegurarme si el beso es para activar la lanza de Cassius.
Sostuve firmemente sus mejillas y unimos nuestros labios en un solo beso.
Juno rodeó mi nuca con sus brazos, ella era un poco más baja que yo, así que incliné un poco la cabeza.
Nuestros labios comenzaron a sincronizarse, estoy disfrutando del beso.
Sentí algo que recorría mi cuerpo, ¿mis habilidades habrán vuelto? miré de reojo y...
era Rose, con los ojos lagrimosos, cejas levantadas con una expresión de sorpresa.
Inmediatamente me alejé de Juno con una expresión de vergüenza.
Abrí la boca para darle una explicación, pero un nudo en la garganta me impedía hablar.

Rose agachó la cabeza y dio media vuelta, corrió hacia un callejón alejado de la multitud.

Miré a Juno la cual miraba con disgusto a Rose.

Me dirigí hacia Rose inmediatamente, pero Juno me agarró de la muñeca, deteniéndome.

-No vayas.- Dijo a secas con las cejas arrugadas.

-¿Qué te pasa? Tengo que ir, ¡estaba a punto de llorar!- exclamé, moví bruscamente mi brazo hacia un lado para que me soltara y corrí detrás de Rose.

Antes de entrar al callejón, Mary me detuvo colocando la palma de su mano contra mi pecho.

-La hiciste llorar...¿Por qué?- preguntó con una mirada bañada en enojo.

-Me vio besarme con Juno...-respondí con la mirada agachada.

Mary desvió la mirada y dijo entre dientes:

-Ve y cálmala, no quiero verla llorar.-

Entré por aquel callejón, Rose no estaba allí, un poco más adelante habían unas escaleras que llevaban a una especie de balcón, subí por ellas y en efecto, allí estaba ella, arrimada a las barandillas de metal, observando la ciudad entera.

Solté un pequeño suspiro y caminé hacia ella.

-Rose...- la llamé.

Rose se estremeció al escuchar mi voz, y pasó su antebrazo por sus ojos, como si estuviera secando sus lágrimas.

-Hola Edward, ya hace un tiempo que no nos veíamos, por lo visto has estado bien, ¿verdad?- dijo Rose en un tono chillón.

-Lo que viste antes...-

Génesis: La verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora