Capitulo 9

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Ha pasado 1 mes y no hemos recibido misiones, me he dedicado al trabajo físico para fortalecerme, hasta ahora me va bien, mi subconsciente no me ha vuelto a hablar, el extraño tatuaje que tengo en la espalda no se para qué sirve aún, extraño a mi pequeña hermana, la verdad estaba pensando en hablar con el capitán general para ir a visitarla, así que  aquí estoy, parado frente a él a punto de decirle lo que quiero.
-Buenos Días capitán general, me gustaría saber si puedo ir a visitar a mi hermana a la base subterránea del Pacífico.- le dije.
El capitán soltó un pequeño suspiro y se levantó de su escritorio.
-Vete, dile a Amanda que te lleve, pero sólo puedes llevar a una persona contigo.- dijo el capitán general.
-Si, muchas gracias capitán.- le respondí y salí corriendo de la habitación, me dirigí a mi tienda, recogí mi mochila y empaqué la ropa.
Me coloqué una cazadora café, guardé mi pistola detrás de mí bolsillo trasero y salí hasta la armería.
Amanda me estaba esperando allí con Elsie, la cual se veía un poco cansado, es decir son las 6 de la mañana.
El clima estaba frío, nublado y se percibía mucha humedad.
-Hola, estamos listos?- pregunté animado.
-Claro, vayan subiéndose, yo me encargo de ciertas cosas.- dijo Amanda la cual entró en la armería.
Durante todo el mes, todo el grupo fortaleció la amistad y el compañerismo haciendo trabajos manuales o limpiando los desastes que hacíamos, Rose se volvió en una de mis mejores amigas y Elsie...bueno se comporta un poco extraño conmigo, es decir, me levanta por las mañanas y me lleva pan a la tienda con una gran sonrisa.
-Como estas Elsie?- le pregunté
Se la veía cansado, creo que se debe a que ha estado trabajando mucho en la cafetería para alimentar a todos soldados.
-Tenía sueño...- dijo Elsie con la voz un poco ronca.
Coloqué la palma de mi mano sobre su cabeza.
-Descuida, hoy vamos a tener el día libre.-
La sangre subió hasta las mejillas de Elsie y desvió la mirada.
Amanda salió con una torta en manos.
-Feliz cumpleaños, perdedor.- dijo Amanda con una sonrisa coqueta.
Detrás de ella venían todos.
-feliz cumpleaños!- exclamaron Javier, mary y Rose a la vez.
Elsie me lanzó confeti en el rostro.
-¿como sabían que hoy es mi cumpleaños?- pregunté atónito.
-El capitán general.- dijo Javier.
Sabía que ese señor tramaba algo, estaba siendo muy amable conmigo, lo cual me extrañaba ya que el normalmente suele ser frío y agresivo.
Sentí una mano en hombro, a lo cual reaccioné y le apunté con mi pistola.
-Feliz cumpleaños Edward.- dijo el capitán general el cual estaba detrás de mí.
Bajé el arma y la guardé en mi bolsillo.
-Disculpe capitán, me asustó mucho.- dije.
-Descuida, ten *le da un regalo* cuídalo con tu vida.- dijo el capitán general.
Abrí la caja de regalo y era un medallón, el cual...tenía una foto de mi padre y madre juntos.
Entrecerré los ojos para evitar llorar.
-Mucha gracias...- dije en voz baja.
-Bueno, tengo trabajo que hacer, buena suerte.- dijo el capitán y se fue.
Rose se acercó a mí.
-Ten, te hice estos, es para que pase lo que pase, aunque te sientas solo...quiero que sepas que siempre te voy a apoyar.- dijo Rose y me entregó una pulsera.
Elsie la observó con un poco de inseguridad.
Después de aquello celebramos un poco, reímos y después partimos en el helicóptero.
Ya sentados y en medio Océano, Elsie me tomó de la mano y dijo:
-Cuando lleguemos allá, quiero conversar contigo en privado.- dijo Elsie con una pequeña sonrisa.
-Está bien, pero antes que nada, ¿trajiste los panes?- pregunte con un poco de hambre.
-Parece que la torta no fue suficiente.- dijo Elsie mientras sonreía.
Comimos unos deliciosos panes con mantequilla.
Llegó la noche y faltaba poco para llegar, Elsie se durmió en mi hombro.
Por la ventana podía apreciar las estrellas reflejadas en el mar.
Es un buen momento para reflexionar...
Finalmente después de un mes y medio voy a ver a mi hermana...
Aún estoy algo preocupado, Robert y Thomas no han aparecido...desde que tuvimos nuestro encuentro.
Cada que pienso en ellos me lleno de odio y me dan ganas de matarlos que tengo, pero esa regeneración es un gran problema...
Dios estamos en una situación muy complicada, los corredores eran ya un problema y mágicamente yo puedo aprender rápido las cosas.
Todo es tan complicado que no me cabe en el cerebro...
Pero aún así me preocupa y a la vez me interesa el saber porque puedo curarme de las heridas el doble de rápido que los demás...
Empecé a sentir sueño de repente...
Cerré los ojos y quedé dormido.

Génesis: La verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora