Capitulo 12: Edward

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El tiene muchos nombres...Dios, El creador todo poderoso...pero ¿porque piensan que nuestro Dios es así? ¿No se han puesto ha pensar en cuan maravilloso y destructivo es nuestro Dios? Nunca creí en lo que decían las demás iglesias, ya que mi familia poseía el verdadero Evangelio...¿como sé que es verdadero...? Es simple, tengo escritos todos los acontecimientos que sucedieron y que están por suceder, él templo nos espera...lo está esperando a él, el día está por llegar, pero antes hay que hacer varias preparaciones...

Estaba sentado en la cama...con mis piernas arropadas y mirando por la ventana, no me siento muy bien...mi cuerpo...no siento el fluido de LNL...es muy extraño; ya llevan horas que no veo a ningún doctor pasar por aquí.
Me levanté de la cama y me quité el suero, mis piernas no estaban muy estables y me costaba mantener el equilibrio, salí al pasillo el cual estaba completamente abandonado, la recepcionista se había ido, ¿que estará pasando? Avancé por el extenso y ancho pasillo para llegar hasta la ventana que estaba al final, poco a poco la luz del día me iba cegando.
Al llegar finalmente a la ventana...espera...espera, espera, espera.
Había un corredor comiéndose aún niño en media calle.
¿Un corredor? ¿Que hace aquí?
Me apuré y fuí a la recepción, revisé entre los casilleros y había una pistola, Amstrong me había enseñado que siempre hay una guardada o escondida entre los archivos del hospital, por suerte no se la llevaron.
-Tengo que ir a recoger a lo hermana- susurré preocupado.
Bajé por las escaleras y la mayoría de los pacientes estaban siendo comidos o estaban hechos corredores.
Empecé a temblar...esto no puede estar pasando...

Un corredor se abalanzó hacia mí, rápidamente le disparé en la cabeza antes que me mordiera.
El método de infección de los corredores no es una mordida como en las películas, de su boca ellos sacan una especie de parasito y la insertan en otro individuo, es entonces que su cuerpo es poseído por los parasitos...es decir estoy matando gente consciente.

Los demás corredores se alarmaron y corrieron todos hacia mí, preparé la pistola y los maté, salí del hospital y...estaba todo hecho un caos, gente corriendo, tratando se salvarse...la expresión de confusión y terror de sus rostros...yo solo pasé de ellos y corrí por la calle para llegar a mi apartamento, las personas seguían corriendo, asustadas y confundidas ante lo que sucedía, una mujer se tiró de un edificio...todo a mi alrededor se estaba yendo a la mierda, y yo solo seguí corriendo...buscando a mi pequeña hermanita, un corredor me sorprendió al pasar por un callejón, este me mordió arrancándome un pedazo del antebrazo, lo empujé y le disparé en la cabeza.
-Arde...-susurré.
Al levantar la mirada, me di cuenta que finalmente había llegado...subí rápidamente La escaleras, había una chica pidiendo ayuda ...yo solo pasé de ella, solo me importaba Emily en ese momento...mientras me alejaba podía escuchar sus gritos de agonía crecer aún más, el departamento de Elsie estaba cerrado y...la puerta del mío estaba parcialmente abierta, la abrí con cautela, dando paso a la Luz...
Caí de rodillas al suelo...Estaba Elsie arrimada a la pared...tenía la mitad del cuello arrancado, con una mirada totalmente vacía...manchas de sangre fresca en sus mejillas...

¿Esa es Elsie? No lo creo...ella no...no podría morir...
Esto de seguro es un maldito sueño...todo lo es...
Me levanté y abrí totalmente la puerta, estaba Emily frente a ella...llorando...corrí a abrazarla.
-Todo estará bien...- le susurré al oído.
Emily solo cerró los ojos y me abrazó.
-Vámonos de aquí, yo te protegeré, de ahora en adelante y por siempre.- dije simulando una sonrisa.
La tomé de la mano y antes de salir al departamento, noté que a la entrada estaba una maleta con una nota que decía "se te quedó" del capitán general, era mi traje de Aceleración muscular.
Me lo coloqué rápidamente la reserva de LNL en el núcleo del antebrazo, mi traje se encendió y tomé a Emily en brazos.
-¿A donde vamos?- preguntó en voz baja.
-A un lugar seguro...ya lo verás.- respondí con total seriedad.
Me dirigí con Emily en brazos al tejado del apartamento, pude observar cómo todo se iba a la mierda...
<Explosión>
Una gran explosión destruyó uno de los edificios de mando.
-Ignora todo...ignora todo...- susurraba.
Salté de techo en techo hasta llegar a la entrada de la sala de mandos, estaban evacuando a todas las personas, había una gran puerta de acero y muchas personas haciendo fila para entrar, pasé de la gente y entré, la bajé de mis brazos y volví a abrazarla.
-Voy a ayudar a los demás...volveré en un rato.- dije mientras la abrazaba.
-Entiendo...pero prométeme algo...No mueras.- dijo Emily con los ojos lagrimosos.
-Tonta, te prometí aquello hace un tiempo y aquí estoy...- dije y dí media vuelta, salí de la zona de evacuación, la gente estaba peleándose por entrar...había un gran escándalo fuera.
Los militares estaban formados con sus armas, Amstrong estaba frente a ellos dándoles las órdenes.
-Y eso es todo, No quiero excusas, esto es por la humanidad, vamos a recuperar el refugio y así renaceremos como Nación!!- exclamó Amstrong.
Todos levantaron sus fusiles con un grito de guerra, caminé hacia Amstrong y pregunté:
-¿En que puedo ayudar?-
-Acompáñame a la iglesia, creo que se la razón de todo esto.- dijo Amstrong en un tono serio.
Amstrong me dio una pistola de Energía y nos dirigimos hacia allá.
-¡Pelotón! ¡La ciudad es toda suya!- exclamó Amstrong.
Los miles de soldados se dividieron en grupos para limpiar la ciudad.
Nosotros continuamos corriendo por la calle principal la cual llevaba a la iglesia, estaba plagada de corredores.
Verlos comerse a otras personas era algo repugnante.
Amstrong sujetó con firmeza su rifle y empezó a disparar a la distancia, desenfundé mi espada y fui cortando su carne, uno a uno...
A lo lejos, venían corriendo Quimeras con brazos cuchillas.
-¡Quimeras!- exclamé.
-Mierda...- susurró Amstrong.
Respiré hondo sujeté con fuerza mi espada.
-Yo...protegeré a todo...todo lo que hay a mi alrededor...incluso a la gente que hice a un lado, a la gente que dejé morir...les prometo que no dejaré que nadie más muera!- dije con los ojos entrecerrados.
Aumenté la agilidad de mis piernas y liberé las primeras dos puertas de LNL.
Eran cientos de Quimeras, a la primera le corté la mitad de la boca, la segunda le volé las piernas y los brazos, una me tomó por sorpresa y me empujó al suelo, con la pistola le disparé en el estómago hasta que las balas acabasen.
Me volví a levantar empapado de sangre.
-PROTEGERÉ A EMILY!!-
De repente una gran explosión delante de mí destruyó a las Quimeras.
Los sistemas de seguridad habían sido activados, cañones de energía estaban ayudando a los militares a recuperar toda la ciudad.
Amstrong me dió un pequeño toque en el hombro y seguimos hasta la iglesia, a los alrededores se escuchaban los sonidos de bala y destrucción, la ciudad había sufrido daños severos, llegamos a la zona comercial la cual estaba llena de puestos de Tiendas.
-Por aquí.- dijo Amstrong y avanzamos a través de los puestos.
Frente a nosotros estaba la iglesia, en el campanario estaba un clérigo, contemplando toda la destrucción.
Las puertas se abrieron y de ella salieron Luke y su grupo.
-¡BIENVENIDOS AL INFIERNO!- exclamó Luke mientras levantaba ambas manos, una cápsula enrome destruyó el techo de la Iglesia, la cápsula se abrió, liberando el aire comprimido, de ella salió una Quimera de 26 metros de altura, enormes garras, brazos largos y con una mandíbula alargada, sin mencionar los filosos dientes que exponía.
-¿Que diablos?- dije perplejo.
La quimera salió completamente de la cápsula y al pisar el suelo, destruyó parte de la calle.
Amstrong me tomó del brazo y me llevó detrás de una esquina para cubrirnos.
Los cañones empezaron a dispararle con todo su poder, los ataques no penetraban la piel de la Quimera.
-Imposible...- susurró Amstrong.
-¿Como vamos a derrotar esa cosa?- pregunté perplejo.
-Se suponía que estaba bajo la protección del ejército...de cualquier manera escucha Edward, solo tú puedes vencerlo, el traje puede soportar la liberación de LNL, así que en este momento tú eres el más capacitado para destruirlo.
-¿Yo? Esa cosa es enorme, no hay manera!- exclamé.
-¿Quieres que tu hermana muera?!- preguntó Amstrong subido de tono.
Me estremecí al escuchar eso, agaché la mirada y dije:
-Lo haré.-

Génesis: La verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora