Secret Notes | Gonuh

Don't Worry

Narra Gona:

Entré rápidamente del recreo al salón de clases. Estuve todo el recreo sin ver a Luh, y eso me dio tiempo a pensar en la próxima carta. Cuando me senté, saqué un pequeño papel decorado, y comencé a escribir con la mejor letra que pude. Luh entró unos momentos después, y casi en un instante guardé el papel e intenté actuar natural. Sinceramente no pude detectar sus emociones. Parecía que su cara tenía una mezcla de tristeza y enojo. Me levanté despacio, y me acerqué a él.

Gona: ¿Luh?.-Se sentó, pero yo me quedé parado.-¿Qué sucede?

Luh: Le dije a Rose que me gustaba.-Se tapó la cara con las manos. Ahí supe que había ido mal.

Gona: ¿Y que pasó?.-Como su buen amigo, me preocupo por él. Le puse la mano en el hombro y él, sobresaltado, me miró.

Luh: Dijo que le gustabas tú.-Abrí los ojos como platos. ¿Es enserio? ¿Cómo puedo yo gustarle a alguien?

Gona: ¿Q..qué? ¿Me estás tomando el pelo?.-Me sobresalté, y no se por qué. Luh seguía con la mirada baja.-Además, a mi no me gusta ella.-Levantó la mirada, sonrió levemente, se paró y me abrazó. Yo le correspondí el abrazo. ¿Cuantas veces habré soñado con esto? Los magníficos compañeros que tenemos, entraron. Comenzaron a reírse, como siempre. Mi ira comenzó a crecer de nuevo, y mucho más cuando agarraron a Luh por el cuello de la camisa, lo atrajeron hacia ellos y sosteniéndolo muy fuerte comenzaron a llamarlo maricón, gay...

Caminé hacia ellos, le di un puñetazo en la cara al que sostenía a Luh, y lo soltó. Otro lo pateó para que se alejara, pero este tiempo de entrenamiento funcionó bien para poder pegarle una patada donde más le duele y dejarlo inmovilizado. Al menos por ahora.

Ellos me pegaron varias veces, pero no sé como, terminaron yéndose. Luh estaba sentado en el suelo, casi llorando. Yo me arrodillé frente a él, y lo abracé.

Gona: Descuida, ya todo pasó.-Le acaricié el pelo, mientras él lloraba.-Eres mi amigo, Luh. Nunca dejaré que te hagan daño.

Al terminar la hora, y antes de irnos, metí la nota en el bolsillo de su chaqueta. Él me saludó como siempre, y se alejó. Llegué a mi casa y lo primero que hice fue tirarme en la cama, cerrar los ojos, e imaginar toda la tarde en ese abrazo.

Narra Luh:

Llegué a mi casa. La verdad no tenía ganas de ver ni a mis padres. Entré a mi cuarto, impregnado por olor a la deliciosa comida de mi madre, que llegaba de la cocina. Me saqué la chaqueta, pero cuando estaba colgándola, calló un papel del bolsillo. Lo tomé, me senté en la cama y lo leí.

Me encantaría, que mientras no estoy mirando
Me abraces por la espalda, te acerques a mi oído,
y me susurrases un ''te quiero''

Esto ya se está poniendo muy cursi. Quien quiera que sea el que escriba estas notas, me quiere de verdad. Abrí el cajón de mi escritorio, donde guardé todas las notas. La enganché con un clip y la dejé ahí. 

Solo podía pensar en lo que pasó hoy. Cuando me llamaron maricón, y Gona estuvo ahí para defenderme. 

Ese es un verdadero amigo.