Capitulo 5; Dolor.

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En este momento estaba en un sueño.  Al menos eso creía.

En mi sueño, estaba mi madre, guiándome a una puerta, pero lo aterrador era que detrás de la puerta no había nada. Era todo totalmente blanco, no podía ver nada.

Ella repetía lo mismo llorando: ''Cuidado en donde pisas, estos caminos suelen ser muy difíciles'' Me guió hasta otra puerta roja, al abrirla, había un barranco. Era ese lugar. Mi lugar favorito.

Ella decía cada vez más fuerte, casi gritando, que saltara. Y si lo hacía, que iba a estar con ella para siempre. Decía que esa era la solución. Corrió y saltó. Me quedé paralizada, no lograba entender que significa.

Desperté de golpe con lágrimas en mis ojos, me faltaba la respiración, y no había nadie en casa.

Me agarraba la cabeza con mis manos, no lograba entender esto, lo que significaba. 

Me bañé y me vestí para ir a la escuela y encontrarme con Alex.

 Él era todo para mi.

Al llegar visualicé a Alex recostado en la puerta, creo que me estaba esperando.

Le sonreí y este me imitó, cuando estaba por acercarme a saludarlo, Lindsey pasó por al lado mio y le tomó del brazo a Alex y lo besó.

Sentí una puñalada en el estómago Lindsey estaba con Alex.

Corrí hacia el baño y vi a Lindsey corriendo detrás mio, al entrar, ella soltó una carcajada.

-Dios, ¿Enserio crees que el se fijaría en alguien como tu? Porque si piensas eso, estas totalmente equivocada, a el no le interesas.-Dijo, sus palabras lograron romper mi corazón más de lo que estaba.

-Eso... Eso no es cierto, tu no sabes nada de nosotros...- Logré decir con lágrimas en los ojos.

-Si que estás mal, él me contó de ti y decidí tomarlo para mi, espero que no te moleste, porque ahora es mio, no me interesan tus sentimientos, solo quiero verte sufrir, y él es la mejor manera de hacerlo, si lo alejo de ti, lograré lastimarte, no me interesas, te deseo lo peor.- Dijo y se fue; no podía expresar lo triste que me sentía en ese momento.

Me sentía sola en ese momento, rota, necesitaba a alguien con quien llorar, pero no había nadie. Logré llorar con más intensidad, odiaba llorar, era un sentimiento de debilidad, aunque sea para mi, no me importaba como me veía, si con los ojos rojos, la cara húmeda, no me interesaba. Solo quería desahogarme, soltar esta mierda que tenía adentro mio, nadie se daba cuenta de lo mal que estaba, y nadie estaba ahí para mi, así que a nadie le importaban mis sentimientos. A nadie le importaba como me sentía, si estaba bien o mal, nadie lo notaba. Y eso era lo que yo quería, que nadie lo note, al parecer, logré lo que quería, pero descubrí lo que en realidad era la soledad.

Me quedé ahí, sentada en el suelo llorando como una idiota por un idiota.

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