Mi propio chico malo.

Capitulo 11.

Volvimos a la casa de Austin y todo el grupo estaba allí, todos los chicos estaban sentados en la sala impacientes por partir. una vez que Austin entro todos se pararon y Rob dijo:

-Tenemos que ser rápidos, el maldito de Thomas esta metiéndose de nuevo en nuestros asuntos de nuevo-

-Ese imbécil no se aburre cierto?- cometo Austin con claro sarcasmo- Bueno, se las vera conmigo por haberme arruinado mi tarde que iba a ser perfecta-

Su tarde iba a ser perfecta?? EL IBA A PASAR SU TARDE CONMIGO¡¡¡ OMG. No podía creer lo que mis lindos oídos acaban de escuchar.

-Ya basta de chachara y vámonos kittie- dijo Alex mientras recogía un gran deportivo del suelo, lo dejo sobre la mesa y lo abrió. De el saco varias pistolas y se las repartió a los chicos. Al recibir la suya Austin se volteo y me guiño el ojo mientras yo seguía en shock. los observe salir por la puerta y solo podía pensar: en que mierda me metí??

Narra Austin.

Ese imbécil de Thomas jamás aprenderá que el manda en este pueblo soy yo. Me monte en mi motocicleta con un solo pensamiento en la cabeza, Amy. Esa chica me volvía loco, quien iba a pensar que nuestros caminos se cruzarían de ese modo??. Trate de alejarla de mis pensamientos para poder concentrarme en darle una buena paliza a Thomas pero no tuve éxito, su pelo largo y rubio, ese aroma a vainilla que siempre la acompañaba y esos labios, por dios esos labios, podría besarlos todo el día sin cansarme. Pensando en las mil y una cosas que me encantaban de ella no me di cuenta de que finalmente habíamos llegado al almacén. A un lado de la cerca metálica pude divisar la motocicleta de Thomas y las de los bastardos que siempre lo acompañaban.

-Supongo que ya es hora- dijo Zach bajándose de su moto. Prosiguió a abrir la cerca de una patada para que los demás pudieramos entrar.

caminamos unos metros hasta encontrarnos dentro del almacén, una vez dentro nos detuvimos al encontrar todo oscuro nos detuvimos, pero las fuertes luces se encendieron de repente cegándonos por unos segundos.

-Mahone, si que tardaste en llegar- dijo Thomas con su cara de imbécil engreído de siempre.

-Quien te crees para venir a meterte con mi cargamento? de nuevo- le dije en un tono amenazador

-La verdad es que tu estúpida mercancía no me importa, solo quería que vinieras para poder darte la golpiza de la que siempre te me escapas-

-Austin, no lo hagas. Te necesitamos vivo para seguir con la operación- me dijo Rob lo suficientemente bajo para que Thomas no escuchara.

-No te preocupes por mi Rob- le dije en el mismo tono bajo en el que el me había hablado- Si es una batalla cuerpo a cuerpo lo que Tommy quiere eso es lo que le daré- proseguí a sacrame la chaqueta de cuero con el objetivo de demostrar mis intenciones de pelear.

-Así me gusta- dijo Thomas mientras se abalanzaba sobre mi tratando de golpearme, sin exito. Esquive sus primeros tres golpes, y luego le lance un gancho izquierdo justo en la nariz. Retrocedió con ambas manos en la nariz, cuando las alejo de su cara todos pudimos percatarnos de que estaba sangrando.

-Supongo que tendrás que pedirle a tu papi que te pague una operación para tu nariz, no niño bonito?- con mi comentario burlón solo logre avivar su furia, entonces se abalanzo sobre mi nuevamente, recibí un par de golpes en el rostro pero también esquive algunos. Esto me estaba aburriendo, quería volver rápido a casa y almorzar con Amy.

Entonces yo me lance sobre el, le golpee en la mejilla con todas mis fuerzas, dejándolo abrumado. Lo agarre por los hombros y le solté varios rodillazos en el abdomen para finalmente tirarlo al piso, se quedo inmóvil agarrándose el estomago mientras se quejaba.

-Espero que esta vez aprendas Thomas, el que manda en este pueblo es Austin Mahone, llévenselo de aquí- les dije a Thomas y a sus muchachos.

-Que la vas a decir a tu chica Mahone?- me dijo Alex mientras nos subiamos a las motos- digo, ya llegaste golpeado una vez y vio las armas. Además por como la miras sé que esto no es algo de una sola vez-

-No, no es algo de una sola vez, pero si le gusto no le queda de otra que no hacer preguntas. Se ha portado bien hasta ahora-

-Si tu lo dices- dijo Alex arrancando su moto para que todo pudiéramos volver a casa.