Capítulo 4. Haru

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Estúpido Pedazo de papel:

No sé por qué estoy haciendo esto, pero en alguna parte leí que cuando uno escribe sus sentimientos o lo que le pasa en un estúpido cuaderno se siente mejor. Como estoy hasta las narices de sentirme así, decidí probar este método y si resulta tan inútil como todos los que ya he probado, definitivamente tendré que poner fin a mi vida.

Me llamo Haru, mi apellido no es importante porque al estar renegado del mundo, también lo estoy de mi familia, así que no tiene sentido que lo diga. O escriba. Como de pequeño mis padres trabajaban muchas horas, decidieron meterme a hacer actividades para ocupar el día entero. Una de esas actividades eran clases de piano. Por aquél entonces las odiaba; sobre todo, odiaba al profesor, que no paraba de acercarse a mí y apoyar sus sucias manos sobre las mías de la forma más pervertida posible. Pero a raíz de esas estúpidas lecciones, aprendí a tocar el dichoso piano y ahora formo parte de Thyphoon.

El nombre de la banda es estúpido, lo sé. Para empezar, está mal escrito. Cuando se lo dije a los demás, se echaron a reír y el asqueroso del manager dijo que lo dejásemos como estaba, que "tenía más gancho". Para seguir, no se lo curraron mucho, ¿sabes? Un tifón azotó la ciudad y ellos deciden llamar a la banda según éste. Pero, en fin, el nombre quedó, y como no tengo nada mejor que hacer, prefiero pasar el tiempo con ellos que en casa o el instituto.

Olvidé mencionar que soy lo suficientemente mayor como para iniciar mis propios proyectos musicales y lo suficientemente menor como para que lo que hago con el asqueroso del manager, es decir, Saburô, sea ilegal. Pero no me importa. Me odio a mí mismo y la manera más fácil de demostrármelo cada día es acostándome con Saburô, que es un tipo vicioso y despreciable.

Me da pena pensar que aún hay quienes se preocupan por mí; no por mí, sino por ellos, que aún creen que soy alguien que les necesita. Y con esto me refiero a Kouta, uno de los de la banda. Fue él quien me metió en la banda. Es dos años mayor que yo. Nos conocimos una noche en un bar, me acerqué a él porque me parecía mono, pero pronto me di cuenta de que él era uno de esos chicos de bien, con una familia que lo quiere, y como me trató tan bien, me dije a mí mismo "con este, no". Así fue como nos hicimos amigos. [Y, Pedazo de papel, si pensabas que esa noche me quedé con las ganas, estás equivocado, porque justo después de despedirme de, desanduve el camino para ir al bar y terminar en la cama de otro]. El caso es que seguí encontrándome a Kouta en ese bar, más tarde en un supermercado y en otros sitios. De pronto, un día me mira y me pregunta "¿A qué vienen esas pintas?". Me cabreé, le dije de todo, y entonces, con toda la calma del universo, me suelta "Es que pareces de una banda. ¿Te apetece unirte a mi grupo?". Y así fue como me metí en Thyphoon, cuyo nombre decidimos –o decidieron– un par de días después.

Yo pensaba que Kouta era un simple amigo, pero después de meterme en la banda, me di cuenta de que me tenía allí por su propio interés. Lo que quiere es cambiarme. Quiere que deje de ser como soy ahora, que "siente cabeza", como él. No para de perseguirme, de preguntarme a dónde voy, A veces hasta me obliga a quedarme en su casa para asegurarse de que tengo comida y cobijo. ¡Es insoportable! ¿Es que no entiende que soy un alma sin salvación? ¿Por qué quiere que todos sean como él? ¡Me enferma! No lo soporto porque él no sabe lo que es estar como estoy yo. Desde pequeño, me vi sometido a cumplir con lo que mis padres querían para mí sin poder decir ni una palabra, me vi atrapado en las garras de ese profesor pervertido, no tenía amigos, todos me pegaban y se reían de mí. Por eso abandoné todo. Y ahora, cuando pensaba que por fin alguien me entendía, Kouta... ¡No es más que otro de esos!

Por suerte, aún puedo contar con Saburô. Es un idiota, pero al menos, mientras lo hacemos, puedo llorar y soltar toda la mierda que tengo dentro sin que él diga nada. Sé que no me escucha, que solo piensa en lo bien que se lo está pasando y lo imbécil que soy por entregarme con tanta facilidad, pero es la única salida que encuentro a mi sufrimiento. Con un poco de suerte, escribir lo que siento, Pedazo de papel, hará que me sienta igual de bien.

Ahora me voy a ensayar un rato.

Debo admitir que no me siento tan mal, pero esto es solo el principio, así que no nos precipitemos, Pedazo de papel.

Que lo pases bien mientras no te arrugue y te pierda en algún cajón de mi habitación.

Hasta luego, Estúpido Pedazo de papel.

Haru, el tonto. 

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⏰ Última actualización: Sep 05, 2016 ⏰

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