Ya era sábado por la mañana, hace tres días había pasado la vergüenza con Nico, el tal primo de Antonia.
Natalia estaba preparándonos el desayuno mientras yo hacía el trabajo sucio, recoger la basura, guardar las cosas valiosas en alguna habitación en la que nadie fuera a entrar: El sótano.
puse las luces de colores en la piscina y puse una pastilla de cloro para limpiarla. Entre a casa y Natalia había hecho huevos revueltos, había tostado pan y había hecho un poco de café.
-¿Viene Nico?,me pregunto Natalia.
-No lo sé, dije en seco.
-Es guapísimo, podrías hasta presentármelo, me dijo hablando lo bastante enserio como para hacerme entender que debía hablar con él y presentárselo esta noche me gustara l no: Que vergüenza.
Pero tenía más problemas que ese, debía mantener a todos lejos del evento del colegio, mientras Pía, Antonia y Bruno no estuvieran ahí, para mí no había ningún problema. Odiaba admitir que necesitaba de Max para idear algo ingenioso, él sabía a qué clase de personas me enfrentaba, pero había decidido marcharse.
-¿Por qué tienes esa cara? No me digas ¡También te gusta Nicho!, chilló Natalia a todo pulmón.
-Déjate de tonterías Natalia, voy a presentártelo, es una promesa, di un suspiro y puse los ojos en blanco mientras mi hermana prácticamente daba saltos de alegría.
-¿Está todo listo afuera?
-Claro, ahora hermanita querida, te toca a ti decorar y claro lo más importante esta vez te toca a ti limpiar, dije, me pare con tanta satisfacción que nada ni siquiera Ignacio podía quitar la sonrisa de mi cara en aquel momento.Para la noche me puse unos shorts de mezclilla que llegaban hasta la cintura, un crop top negro y unas zapatillas converse Burdeos.
Cuando baje a la fiesta a eso de las once de la noche ya estaba repleto de personas, todo el grupo de animadoras ya había llegado, los jugadores de fútbol, los de basquetbol y por supuesto las zorras de segundo año que merodeaban a Bruno día y noche.
Mis amigas estaba hablando con Leila la capitana de las animadoras.
-Hola chicas, dije sonriendo.
-Te ves fabulosa Amy, me dijo Leila mientras se tocaba un mechón de cabellos negro, ¡la fiesta esta fabulosa!.
-Es cierto, afirmó Pía esta vez tú y tu hermana sí que se han lucido, la piscina esta fenomenal.
-Gracias, ¿Han visto a Bruno?, pregunté.
-Si, se ha ido hace un momento a la piscina con Carla, dijo Leila
-¿Carla?¿Quién es Carla?, dije.
-Es una morena de segundo , ¿va al club de danza?, ¿baja? ¿No te suena?, me contestó Antonia
-Supongo que es una de las conquistas de Bruno, dije riendo.
Pía apuntó atrás de mí y vi a Nico bailando con mi hermana,un problema menos pensé, ahora solo me tenía que preocupar de que ninguno de mis amigos fuera al evento del colegio.
Me dirigí a la Piscina a ver Bruno. El estaba y riendo y haciéndole bromas a todos igual que siempre.
En cuanto me vio comenzó a acercarse a mí, para saludarme, pero en vez de eso me empujó a la piscina llena de espuma, pero a un instante de caer lo tome del brazo y caímos juntos a la piscina vacía.
Fue entonces cuando la mayoría comenzó a lanzarse y hacernos compañía.
-Los ves Amy, soy él alma de la fiesta, sin mí nadie se hubiera lanzado en esta piscina, ni siquiera tú, me dijo Bruno en todo de burla.
Me limité a reír, a llenarle de espuma la boca y a escapar nadando entra la personas que habían en la piscina lo más rápido posible para que Bruno no me hiciera algo peor.
-¡Esto no va a quedar así Amy!, gritó Bruno cuando yo ya estaba fuera de la piscina y me secaba con una toalla.
El resto de la noche fue prácticamente tranquila, la fiesta terminó a eso de las cuatro de la mañana y para entonces el evento de mi colegio ya había terminado, el plan había sido un éxito.
Ayudé a Natalia a ordenar y luego subo a mi habitación.
Fuera de la puerta había una nota de Ignacio:
"¿Bonita fiesta no?, lastima que siempre estoy un paso a delante Amy, no puedes librarte de mí así de fácil, tenemos a Nico, si no quieres que tus amigas se enteren y el desaparezca por siempre te esperamos en tu colegio a las 5 am, se puntual a menos que quieras que le pase algo
Ignacio".
Respiré profundo y quite la nota de la pared, probablemente era una forma de llevarme hacia ellos y no tenían a Nico.
Llame a Natalia y le pregunté por Nico, pero se limitó a darme su numero de teléfono luego de rogarle unos diez o veinte minutos y a decirme que no intentara nada con él.
Saque mi teléfono y marque su número.
-¿No crees en mí Amy?, río Ignacio, ya solo faltan veinte minutos para las cinco de la mañana, deberías darte prisa, dijo Ignacio para después colgar.
La única persona que podía ayudarme ahora era Max, pero no tenía ni la menor idea de cómo encontrarlo.
Era hora de idear un plan y arriesgarme por cuenta propia.
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Hasta que tu misma te consumas
ActionNadie está ajeno a todo el mundo de las drogas y Amy lo descubrirá de la peor manera posible. Por no saber que hacer ante un pequeño inconveniente con un mafioso tendrá que decidir entre salvar a todo lo que la rodea o salvarse así misma y probablem...