Dormí más de la mitad del camino y cuando desperté ya había amanecido.
Mire a Max quien parecía estar cansado de conducir toda la noche, me hubiera gustado tomar el volante pero no sabía bien como conducir, Bruno le había enseñado un par de veces, pero era una pésima alumna.
-¿Haz dormido bien?, me preguntó Max.
-Si, ¿Seguro que no quieres para a descansar a algún lugar?, luces fatal.
-Entre menos paradas hacemos y por menos tiempo, más rápido llegaremos a ver a Bruno, contestó.
-¿Por que te preocupas tanto por mi?, dije sin pensar.
Max comenzó a ruborizarse, y noté que la pregunta lo hizo sentirse bastante incómodo.
-Vale, si no quieres responder puedes no hacerlo, dije, pero Max no respondió nada y se limitó a mantener silencio hasta que llegamos a una gasolinera y me pregunto si quería algo para comer a lo que asentí con la cabeza.
Cuando volvió al auto con algo de comida, seguimos el viaje sin hablar nada al menos por unas dos horas, dos horas completamente eternas.-Ya estamos por llegar, ¿Quieres pasar por tu casa?, me pregunto max, asentí con la cabeza. A medida que nos acercamos a mi casa, comencé a sentir un enorme sentimiento de vacío en el pecho. Al llegar Baje del auto y subí a ducharme, Max hizo lo mismo y mientras estaba en el baño recibí una llamada de la mamá de Bruno.
-Hola linda, dijo con la voz temblorosa, ¿sigues de aún de viaje?
-Algo así, respondí, pero... pero antes de que siguiera Max me arrebato el teléfono de las manos y con su cara a unos centímetros de mi cara dijo:
-Nada de llamadas, pueden rastrearnos,mi corazón latía a mil por hora, Max se alejó lentamente hacía su auto. Tomé las llaves y lo seguí de cerca.
Según lo que nos había dicho mi tía Bruno estaba en el Hospital central de la ciudad, el que por suerte estaba a no más de cinco cuadras de mi casa, a penas divise el hospital comencé a desesperarme y cuando por fin Max se estacionó y yo casi salí corriendo, max me detuvo tomándome por el brazo y pidiendo con su mirada que me calmara. Nos dirigimos al vestíbulo y mientras Max le preguntaba a las enfermeras por Bruno, yo observaba a todas las personas que estaban sentadas que probablemente estaban en mi misma situación o incluso peor.
-Esta en le tercer piso, en la habitación veinte , oí decir a la enfermera a Max.
Corrí al ascensor sin darle a Max la oportunidad de detenerme, y marque el botón para subir al tercer piso del hospital. Cuando se abrieron las puertas corrí hasta el final del pasillo y vi a la madre de Bruno derrumbada en el suelo, ¿Como se supone que podría acercarme y no decirle que todo era mi culpa?, decirle que había sido yo quien le dio la droga en primera instancia a Bruno para salvarme a mi misma. Si algo le pasaba a Bruno tendría que lidiar con el sentimiento de culpa, el cuál hasta ahora era un verdadero fastidio.
La madre de Bruno al verme corrió a abrazarme y me dejo entrar a verlo. La habitación era completamente blanca, incluso todo lo que había en ella y mi amigo estaba tendido en una cama con la piel tan pálida como el color de las sabanas y del lugar. Me arrodille a su lado, tome de su mano y él abrió los ojos como si hubiera estado esperando que llegara todo este tiempo. Me puse de pie y acaricie su mejilla, pero antes de que pudiera decir algo el lo dijo por mi.
-Amy, comenzó a decir aún algo aturdido por la anestesia, gracias por venir, ¿Sabes que siempre serás la mejor amiga que pude haber tenido verdad?, espero que no me extrañes y no me odies por el sacrificio que he hecho por ti, necesitaba verte para despedirme...
-¿Que quieres decir con que necesitas despedirte?, dije con lagrimas en los ojos.
-He negociado mi libertad por la tuya, dijo sin más, cuando logre salir de aquí tomare el lugar que haz intentado evitar todo este tiempo y tu podrás continuar con tu vida, hizo una mueca, esto ha sido una advertencia, Ignacio ya no te molestará más puedes estar segura de eso y por favor no intentes revertir esto por que mi decisión ya esta tomada Amy, asentí con la cabeza, lo abrace tan fuerte como me fue posible y salí a buscar a Max al pasillo con los ojos lloroso.
Esa misma noche recibí una llamada de mis amigas diciendo que ya sabían todo lo que había pasado por que les había llegado mi carta explicando todo, ambas me dijeron que aceptaban mis disculpas y que esperaban que nada malo le ocurriera a Bruno. Luego de eso llame a mi tía para decirle que estaba bien y que todo iba de maravilla.
Max preparo algo de comer y luego de eso ambos fuimos a dormir, dejé que durmiera en mi cuarto, mientras yo dormía en el de mi hermana, pero en mitad de la noche sin poder conciliar en sueño baje a la cocina y por primera vez en mi vida encendí un cigarro estando sola, sabía que no era una solución a mis problemas pero luego de tanto drama me ayudo a relajarme un poco. Luego de eso subí y me recosté al lado de Max, quien me abrazó mientras mi cabeza caía sobre su pecho y logré dormir.
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Hasta que tu misma te consumas
ActionNadie está ajeno a todo el mundo de las drogas y Amy lo descubrirá de la peor manera posible. Por no saber que hacer ante un pequeño inconveniente con un mafioso tendrá que decidir entre salvar a todo lo que la rodea o salvarse así misma y probablem...