De vuelta a la realidad

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No se por donde empezar, todo lo que ha pasado ha sido mi culpa. No soy capaz de mirar a Bruno, en lo que lo he convertido, es una mierda y todo es mi maldita culpa, ya he dejado pasar varios meses y sigo sin conseguir como lidiar con todo lo que ha pasado.

Verlo desmoronarse cada día en el colegio y es un infierno, es el único de todos que no ha podido dejar el vicio, el que cada ves esta peor... ya no es el mismo.                                                             Me consume que todo sea mi culpa y en el fondo me lo merezco, he sido egoísta, él era como un hermano para mi y aún así decidí venderle esa maldita droga para salvarme a mi misma  y no morir en manos de Oscar. Aún así la mayoría de las cosas se ha solucionado, claro tengo que seguir lidiando con Bruno, desearía poder ver otra vez a Ignacio para darle lo que se merece por todo lo que me hizo, mis amigas me han perdonado, pero lo único que se es que si le pasara algo a Bruno no sería capaz de cargar con mas culpa por todo el daño que le he causado.

Y es entonces cuando pienso cada vez que veo a Oscar pasar por los pasillo de mi colegio, probablemente luego de haber hecho algún intercambio, pienso en decirle que deje en paz a Bruno, en contarle a alguien todo, en llamar a la policía y decirles quien es realmente Oscar, pero no puedo, por que el miedo al que podría hacer me paraliza, por que a diferencia de mi mejor amigo quien lo ha dado todo por mi, soy una cobarde y he elegido simplemente lavarme las manos y seguir con mi vida desde cerca, se que si algún día me necesita estaré ahí dentro de lo que él me lo permita, por que el hecho esta en que ya casi a penas hablamos y ya casi ni siquiera nos vemos en un lugar que no sea el colegio. Y el hecho esta en que ni aunque fuera valiente podría librar a Bruno de las manos de Oscar, por que él a muerto al instante en que fui a verle en el Hospital, y su recuerdo me atormenta cada vez que cierro los ojos.

Me encantaría decirles que seguí con Max, pero tampoco puedo decirles eso, espero que alguna vez vuelva a encontrarlo en los viajes de mi tía al norte, pero por ahora necesito volver a mi realidad, necesito conservar lo que más pueda de lo feliz que era mi vida y seguir a delante. Quizás cuando este lista, seré capaz de contarle a la madre de Bruno que la muerte de su hijo no ha sido por que es una mala madre, que su hijo murió como un héroe para salvarme y que siempre estaré infinitamente agradecida de que me permitiría seguir con mi vida, de que me permitiera recomenzar y dejar atrás todos mis errores y que me dejase conocerlo y poder alegrar la mayor parte de mi día con sus estupideces, con el llegar siempre tarde al colegio y que incluso el recordarlo fuera un motivo para lograr sacar una sonrisa de mi rostro.

Hasta que tu misma te consumasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora