Llegue a casa exhausta, Pía y Antonia me llamaron toda la tarde, decidí ignorarlas.
Ya era hora de ir al Gran evento que había organizado mi tía. Tome una ducha , me puse una blusa celeste, unos shorts y unas zapatillas.
Me puse rímel en las pestañas, deje caer mi pelo aún mojado y comencé a peinarlo.
Baje aún molesta y Natalia me estaba esperando hace una hora viendo televisión.
-Al fin estás lista, dijo suspirando, ¿Nos vamos ya?, preguntó algo enojada.
Sonó el timbre segundos antes de que saliéramos, eran Pía y Antonia. Ambas me miraban con cara de arrepentimiento y las hice pasar, Natalia tomo su copia de llaves y se fue a la fiesta.
-Solo queríamos presentarte a Ignacio, dijo finalmente Antonia para romper la tensión
-Ajá...
-Vamos al menos dale una oportunidad, no es traficante o lo que sea que estés pensado que es, es un buen chico!, agregó Pía como si ese fuera el menor de los problemas.
-Por qué no simplemente presentármelo en una heladería o algo más decente ¡que una población en donde la droga brota por cada esquina! Dije molesta.
-No era nuestra intención, es que queríamos un poco de hierba y no queríamos ir solas , enserio lo lamentamos dijo Antonia.
- Que más da, vamos a la Fiesta, dije sonriéndoles.
Salimos a toda prisa y nos subimos al Auto de Pía.
Pía era un niña consentida pero dentro de todo era muy simpática y una muy buena amiga. Sus padres eran millonarios y en castigo por haber roto unos jarrones de su madre en una Fiesta, la habían cambiado de escuela para que aprendiera a no ser " Tan rebelde". Pía era alta y delgada, tenía el físico de una modelo, la piel bronceada y el pelo rubio, parecía más bien una barbie. Antonia por otro lado era totalmente opuesta a Pía, muy estudiosa y esforzada, sus padres no tenían mucho dinero y todo eso, ella tenía el cabello castaño y liso al igual que mi hermana, pero Antonia no tenía los ojos claros y tenía la piel tostada.
Al fin llegamos al Colegio, todo estaba muy bien decorado la fiesta se veía fabulosa, y era sólo para los alumnos de Secundaria, esta era nuestra penúltima Fiesta en el Colegio, ya que el otro año entrábamos a la universidad y todo ese lío, mi tía y el comité de padres estaba en el casino del colegio vendiendo los pasteles y cosas para beber durante la fiesta.
-¿Cómo va todo chicas? Preguntó Bruno, mi mejor amigo. Era un poco más alto que yo y tenía el cabello negro y ojos pardos, nos sonreía de oreja a oreja con picarda.
Éramos buenos amigos desde pequeños, siempre había estado ahí para mí, pero eso no cambiaba que en ocasiones fuera un imbecil.
Las tres lo saludamos y entramos todas a la Fiesta, el lugar era Fabuloso, estaba todo a oscuras pero iluminado con luces de diferentes colores, habían 3 mesas centrales repletas de comida y alcohol simplemente fabuloso. Me
quede sola con Antonia y Bruno ya que Pía había desaparecido junto a Matías, su novio.
-Bueno y que quieren hacer pregunte?, mientras me tomaba un vaso de Vodka.-Yo quiero ir a Bailar dijo Antonia, y se alejó dejándonos a solas a mí a Bruno. A Antonia no le caía muy bien Bruno, por qué lo encontraba muy inmaduro así que no le gustaba pasar mucho tiempo junto a él.
-Bueno estamos solos, dijo Bruno riéndose, Vez a esa chica de allá?
-¿Catalina?, dije poniendo los ojos en blanco.
-Sip, hemos estado saliendo dijo mientras tomaba un trago de cerveza
- Nunca me cuentas nada, me queje, ¿No crees que es muy pequeña para ti? , dije riendo, pero antes de que me escuchara me había quedado sola junto a mi vaso de Vodka, genial, tendré que ir a buscar a alguien con quien hablar, me dije a mi misma,pero antes de moverme llegó Ignacio.
-¿Algo de beber? Me pregunto sonriendo.
-No gracias, ya tengo un vaso ¿acaso no lo ves?
-Vamos, dame una oportunidad, me dijo casi rogando ¿Cómo me dijiste que te llamabas?, preguntó
- No es de tu incumbencia.
- Si que das trabajo, me importa una mierda si quieres conocerme o no pero vendrás conmigo, dijo agarrándome del brazo y poniéndome un paño en la boca para que no gritara.El paño tenía un olor extraño y poco a poco mis ojos se comenzaron a cerrar, sin darme cuenta perdí completamente la conciencia.
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Hasta que tu misma te consumas
AcciónNadie está ajeno a todo el mundo de las drogas y Amy lo descubrirá de la peor manera posible. Por no saber que hacer ante un pequeño inconveniente con un mafioso tendrá que decidir entre salvar a todo lo que la rodea o salvarse así misma y probablem...