Capítulo 6: Fanático de la Playa

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—¡Y entonces va y me dice tengo que entrar al equipo de animadoras!

Mi novio, Jareth, me estrecha la mano en un gesto de compasión, pero la suya esta llena de aceite bronceador.
Como me da un poco de asco, le suelto la mano y me limpio con la toalla.

Sí, las clases han terminado por hoy y estamos en la playa.
Otra vez. Uf.

Desde que Jareth averiguó que el virus se había mezclado con la melanina de su piel y que, por primera vez en algo así como mil años, podía estar bajo sol,  se ha convertido en el mayor adorador del astro del rey del mundo. 

Cuando nos conocimos,  solíamos  ir a clubes góticos oscuros y encantadores donde nos pasábamos la noche bailando.

Pero ahora lo único que quiere hacer es broncearse y surfear.
Sip. Mi novio, el vampiro gótico pálido y perfecto, se ha convertido en todo un fanático de la playa.

He intentado seguirle la corriente. Ser comprensiva. Después de todo, supongo que habra sido duro dormir en un ataúd durante un milenio.
Y debe resultar bastante tentador contar por fin con la posibilidad de volver a unirte a la raza humana.

Pero es que yo odio la playa.

—Bueno, miralo por el lado bueno.
Estoy seguro de que estaras muy sexi con una de esas minifaldas—dice Jareth divertido.

Le doy un manotazo en broma, pero con cuidado de no volver a tocar el pegajoso bronceador.
Como no va a desarrollar un cáncer de piel, se embadurna con aceite hidratante para bebés. Yo, sin embargo,  estoy tapada de la cabeza a los pies y sentada bajo una sombrilla negra.
Lo último que quiero es estropear mi inmaculada y pálida piel.
—Me da igual. No pienso hacerlo.
Uno: arruinará mi reputación.¡Imagínatelo! Rayne McDonald, animadora. 
Y, dos: nunca me dejarían entrar en el equipo ni en un millón de años.

—Eso no me lo creo.

—¿Cómo? ¿por qué no?

—Podrías entrar en ese equipo si quisieras.
Dios, cómo puede ser tan ingenuo.

—Ni de broma. Mira, Jareth—replico, intentando no perder  la paciencia—.
Sé que naciste hace como mil millones de años, pero deja que te cuente algo sobre los institutos del siglo XXI.

Hay dos requisitos para ser animadora: uno, tienes que estar entre las populares; y, dos, tienes que poder levantar las piernas por encima de la cabeza.
Y yo no tengo posibilidades de hacer ninguna de esas dos cosas.
Aunque creo que lo de levantar las piernas sería más fácil, ahora que lo pienso.

—Te estás infravalorando, como siempre.
Despliega tu poder. Rayne... —Jareth se gira hacia mí y me mira directamente a los ojos—. ¿De qué color es tu paracaídas? Y, ¿quién se ha llevado tu queso?

Uf. Desde que se vio obligado a retirarse como general del ejército del Círculo de Sangre debido a los efectos debilitantes de la enfermedad sanguínea,  ha decidido adquirir nuevas habilidades sustitutivas para poder ser más conocido por su cerebro que por sus bíceps.

El problema es que , en lugar de volver al colegio y asisitir a clases nocturnas, ha decidido hacerlo tragándose libros de autoayuda.
Y ahora, cada vez que tenemos una discusión utiliza una ridícula jerga de psicólogos.

—Vale, vale. Intentaré entrar en el equipo de animadoras—me rindo al fin—.
De todas formas, no tengo otra alternativa. —Es mejor ceder ahora, antes  de que empiece a darme una charla sobre cómo hacer amigos e influir en las animadoras—.
¡Ra, ra, ra... y ese rollo!

—Los deslumbrarás a todos , cariño— murmura Jareth acercándose para besarme con suavidad. Yo cierro los ojos y disfruto al sentir sus labios sobre los míos. Besa muy bien.
Y es muy sexy. Y lo amo a morir... bueno, a no morir, supongo.

En fin, que el chico a sacrificado casi todo lo que tenia(su trabajo, sus poderes vampíricos) ¡por mí! ¿A que tengo suerte de haber encontrado un novio como él?

Es solo que (bueno, esto que quede entre nosotros y más les vale no decir nada) últimamente está... diferente.
Más... alegre, se podría decir. Feliz.
Disfruta de la vida. Se acabó la introspección.
Se acabaron los secretos profundos y oscuros y el doloroso drama. Y supongo que eso es... bueno ¿no?
A ver, debería ser bueno.  No es que quiera que tenga una vida angustiosa y miserable. Bueno, no exactamente.

Pero hay que entender que cuando lo conocí era muy diferente .
Se parecía mucho a mí.
Nos pusieron a trabajar juntos y establecimos fuertes vínculos a causa de nuestra infelicidad para con el duro y frío mundo.

Nos unimos como dos almas solitarias... torturadas, desesperadas, llenas de rabia.
No confiábamos en nadie ni compartíamos cosas con nadie.
Pero entre nosotros había muchísima pasión, ardiente y oscura.
Ahora, desde que somos novios y puede venerar de nuevo el sol, está tan...  feliz.

¿Qué tiene que hacer una chica emo?

¿Qué tiene que hacer una chica emo?

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En fotos el novio de Rayne , Jareth

Perdónnnn que me he demorado en subir espero que les guste los quiero

Bss
Atte: Elii🌸

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