Capítulo 18

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La verdad de una mentira.

Han pasado algunos meses desde que Tom me vio en aquel hotel teniendo sexo con una extraña. Si, las cosas no son fáciles, ahora estoy camino a Mexico para una de las últimas presentaciones del libro, estoy ansioso y emocionado, me acompaña Georg, ya que Tom esta en casa con los perros, la grabación del documental la pospuse para mi regreso, aun no sé cuando la retomaremos pero sé que no será muy lejos.

Ya habían pasado un par de semanas desde la última vez que estuve con Tom, lo extrañaba pero como ya se me estaba haciendo costumbre, no quería decirle que lo necesitaba, sí puede que parezca extraño, es que solo quiero hacer las cosas por mi cuenta y aunque él lo es todo para mí también tengo que saber hacer mis cosas, no siempre voy a estar con mi hermano.

Hace solo unas horas volví a ver a Enrey cerca de dónde yo estaba almorzando, de verdad ese chico nunca me dejará tranquilo, ya le he dado todo lo que me ha pedido, y me estoy percatando que es tiempo de que Tom y los chicos sepan lo que esta pasando, solo no quiero saber como van a reaccionar, es algo que he estado ocultando hace algunos años y tengo miedo de saber que me dirá Tom, si mi hermano me asusta, lo conozco y se que no reaccionara bien, la comida no me siento nada bien, el tener que estar pendiente de si me están siguiendo o no es algo que ya no me esta gustando, y sí antes me fascinaba ya no tengo el mismo interés.

El estar lejos de Tom, me ha hecho percatarme de cuanto lo extraño, pero no podía regresar y, menos sabiendo que Enrey me estaba siguiendo y no es diferente de cuando me vio teniendo sexo con aquella chica.

Al terminar la tarde lo primero que hice fue ver si podía contactarme con Tom, estaba indeciso, y admito que no estaba nada seguro de lo que diría.

En realidad había algo que me tenia preocupado, a Enrey ya le había entregado todo lo que me pidió y  aun así no dejaba de molestar; la voz de Tom me saco de mis pensamientos y doy gracias por eso, su voz se escuchaba rasposa, creo que lo desperté. Como siempre mi gemelo estaba durmiendo, eso nunca va a cambiar y en cierto modo me alegraba.

-Bill?

-Si, quería hablar contigo, es algo importante.

-De que, ya vienes a California?

-Mañana tomo el avión, pero esto no puede esperar.

-Lo hablamos cuando estés aquí

-No, Tom, espera

No hubo caso, mi hermano corto la llamada, por que siempre tiene que hacer lo mismo. Me enoja que haga esas cosas pero no me quedaba de otra más que esperar, lo bueno es que el avión sale en un par de horas, termine de arreglar mi maleta y espere a que Georg viniera por mi en el auto, el camino al aeropuerto fue callado, estaba ansiosos por hablar con Tom, aunque al mismo tiempo tenia miedo de su reacción.

El viaje a la casa de California me dejo muy cansado, tenía ganas de llegar a la casa solo a descansar pero también debía hablar con Tom, el debía saber lo que pasaba. Al cruzar la puerta Scott me recibió meneando la cola mientras que Pumba estaba dormido frente a la chimenea, en el sillón estaba Tom también durmiendo, se veía tan pacífico que por un momento dude en despertarlo.

Esa noche no pudimos hablar, Tom estuvo en el sillón hasta altas horas de la madrugada. Aun que me desperté al sentir el rose de sus dedos en mi cuello, al instante le aleje de manera abrupta y allí frente a mi estaba mi hermano sonriendo como siempre lo hace cuando esta de ánimo para tener sexo, en serio... es que Tom no se cansaba de eso? Ya sabía la respuesta y no quería aceptarla, se acerco y acaricio una de mis mejillas, de mis ojos salieron algunas lágrimas, si era hora de enfrentar lo que estaba pasando; me aleje de mi hermano y, en todo momento le di la espalda, estaba tan nervioso que en ese instante lo que menos quería era que se riera en mi cara.

Obsesión fraternal (Tom y Bill Kaulitz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora