Las Arenas del Tiempo

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Nizam caminaba con prisa hasta el hoyo que cavaron los soldados y civiles, que conducía al reloj de arena.

-La polea- pidió para poder descender- LA POLEA! AHORA!!.

En un pasaje secreto
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-Los guardianes construyeron pasajes por debajo de la ciudad, como un acceso secreto al reloj de arena, aún podemos llegar antes que Nizam- decía Robín, mientras que Zoro la seguía con una antorcha.

Se detuvieron frente a una estatua, Robín pasó su mano por hueco en la pared, creado por la estatua. Y presionó un pequeño botón lleno de telarañas.

Se empezaron a escuchar ruidos metálicos y mecánicos y se abrió una gran puerta oculta en la pared, acompañada de un gran viento que apagó la antorcha de Zoro.

Entraron a un gran espacio con varios pisos de altura, el piso era pura arena y al otro lado de la habitación había un pequeño piso y techo de concreto, con una puerta.

-Esto esto nos llevará a la cámara del reloj de arena- Zoro empezó a avanzar, pero Robín lo sostuvo del brazo- sólo existe un camino seguro- limpió un poco el suelo y divisó un símbolo, lo pisó y se reveló un camino a seguir- sígueme- Robín empezó a caminar sobre la arena con Zoro detrás de ella.

Cuando iban por medio camino, un pedazo del techo se desprendió. Zoro se puso en una posición de equilibrio y atrapó la roca. Pero una más pequeña cayó sobre la arena.

La arena se convirtió rápidamente en un sumidero y el camino que estaban siguiendo empezó a desmoronarse-CORRE!!- Robín logró llegar al final pero Zoro no. El sumidero arrastró a Zoro a niveles inferiores mientras se mantenía sobre un pedazo del camino, como si hiciera surfing de arena. En punto tuvo que saltar y seguir deslizándose. Había columnas debajo la arena que caían sobre el y tenía que esquivarlas, siguió así por un tiempo hasta llegar a lo que quedaba de una columna y se sostuvo de ella antes de caer por un precipicio. Un montón de escombros se acumularon y también arena, pero la columna resistía. Zoro soltó un suspiro y se quedó quieto para recuperarse. Pero como el universo quiere verlo sufrir, la columna también se desprendió. Zoro pudo ver una entrada en la pared, se impulsó de la columna y dio un salto hacia atrás, aterrizando en ella. Sonrió y cuando dio unos pasos se abrió una escotilla en el piso.

Cuando cayó se encontró con una gran cueva. Vio un gran Pilar curvo que sostenía a toda la cueva, salía una luz muy poderosa y se podía ver algo moviéndose dentro ese era el reloj de arena.

De la nada apareció el líder Hassansin, y atacó a Zoro. Empezó la pelea, y Zoro tenía la desventaja, sólo tenía una espada. Peleaban mientras saltaban de un lugar a otro, el Hassansin quedó acorralado contra la pared, pero no dejó de luchar. Siguieron luchando en ese pequeño espacio, pareciera que pudrían seguir luchando al mismo nivel todo el día. Pero como no tenemos ese tiempo terminaremos rápido. El Hassansin atacó y Zoro lo bloqueó con su espada, y le sostuvo la muñeca de la otra mano donde tenía un cuchillo. Lo que no se esperaba Zoro era que de la túnica del Hassansin salió la cabeza de una serpiente. Reptó por su brazo hasta llegar a su rostro, justo cuando iba a morderlo, llegó Robín. La tomó del cuello e hizo que mordiera al Hassansin. Zoro aprovechó la oportunidad y le clavó su espada en el estómago. Lo empujó haciendo que cayera al abismo.

Robín abrazó a Zoro y el correspondió. Ella estaba preocupada al ver a Zoro caer por aquel sumidero. Se separaron y se miraron a los ojos. En ese momento se olvidaron de los problemas que intentaban evitar, simplemente al ver los ojos del contrario. Ninguno de los dos quiso evitar lo que vino. Redujeron la distancia y sus labios se conectaron en un beso. Fue simple, una caricia superficial, después de unos diez segundos se separaron, ellos sabían que mientras más avanzara el beso, más difícil y duro sería para ellos el separarse. Y tenían algo que hacer. Al separarse tuvieron una inmensa necesidad de volver a tener aquel contacto. Pero esta vez (para salvar al mundo) la razón venció a los impulsos.

Robín tomó su mano y fueron corriendo al reloj de arena. Nizam había llegado a la base del reloj por la polea, cuando saltó a ella se encontró con Zoro, sacó su espada y se preparó a la pelea.

-Nizam!. Mataste a tu propia familia. Sharaman era tu hermano.

-Y mi maldicion.

Zoro se lanzó iracundo contra Nizam y lo doblegó manteniéndolo entre la espada y la pared.

-Yo quería ser como tú.

Nizam sacó de su túnica una Daga y se la clavó en el estómago y le dio un golpe en la cabeza dejándolo en el suelo.

-Jamás entendí porque mi hermano trajo a un andrajoso al Palacio. Disfruta de los drenajes, ahí te quedarás durante mi reinado.

El techo de la cueva comenzó a desmoronarse, cuando las piedras chocaron con la base del reloj hizo que parte de ella se desmoronara. Quedando tanto Zoro como Nizam, colgando de las rocas que quedaban. Nizam logró subir y retomó su camino.

-NIZAM!!- Gritó Zoro aún guindando- No uses la daga para alterar tu pasado, vas a desatar...

-Desatar que!? La ira del dios del infierno!?- le dio una patada a Zoro en la cara y apenas pudo bloquear el ataque con espada que le hizo Robín. Nizam logró desarmarla y lanzarla al abismo. Zoro logró atraparla con una mano y quedaron ambos colgados.

-Detenlo, si el cristal se rompe el mundo será destruido- Zoro intentaba con todas las fuerzas que le quedaban, poder subirlos a los dos- no es mi destino es el tuyo, siempre lo fue. Déjame ir.

-No lo haré.

-Déjame ir- repitió mientras una lágrima bajaba por su barbilla.

-NO VOY A DEJARTE CAER!.

-desearía que hubiéramos estado juntos.

Robín dejo de hacer fuerza en su mano- no- se empezaba a resbalar de la mano de Zoro- NO- se deslizó hasta que, sin quererlo obviamente, se le resbaló su mano- NOOOO  ROBIIIIIN!!- vio la silueta de Robín desvanecerse por la profundidad del abismo- Noo- tuvo que ser fuerte. Se sostuvo con ambas manos y logró subir. Justo cuando Nizam perforaba, con la daga, el reloj de arena.

Zoro logró llegar hasta él, y empezó pelear contra el y fue Zoro quien logró abrir la daga. Una arena muy brillante empezó a salir del puño de la daga destruyendo las paredes de la cueva. Nizam empezó a golpear a Zoro en la puñalada que le hizo y Zoro lo sostenía del cuello. En el cristal del reloj se empezaron a ver imágenes de lo que había vivido Zoro anteriormente. Mientras que afuera una poderosa tormenta de arena había llegado a la ciudad, destruyendo a todos lo edificios como si fueran de papel.

Cuando las últimas imágenes fueron vistas en el reloj... la daga se cerró por si sola. Las grietas que se habían creado se empezaron a cerrar hasta que ya no hubo ninguna. La tormenta también se detuvo y empezó a ir de reversa. Zoro hizo un último esfuerzo y logró sacar la daga del reloj de arena.

Tanto el como Nizam fueron arrastrados por el poder de las Arenas. Luego todo se detuvo. Hubo una gran explosión, todo parecía perdido. Y de la nada las arenas que salieron del reloj empezó a juntarse creando objetos y personas.

Con el tiempo se formó otra realidad. O mejor dicho otro tiempo...

Era el momento en el que Zoro descubrió la daga. Miró a su alrededor... era One Piece, siendo invadida por los persas. Luego escuchó una voz que creyó jamás volver a escuchar.

-Zorooo!- se volteó a Usopp viniendo hacia él.

-Usopp? Estas bien?- dijo recordando que lo habían apuñalado.

-Que dices?, Claro que estoy bien. Esto no fue nada para el Gran Usopp- dijo inflando el pecho y apuntándose con el pulgar- además, ya logramos rodear el Palacio de la ciudad. La batalla terminó.

-Aún no- dijo Zoro empezando corriendo rumbo hacia el Palacio de One Piece. Dejando confundido a Usopp.
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Mejor tarde que más tarde. Me costó un poco describir algunas partes. Pero LO LOGRE. hasta el siguiente capitulo, que será el último. Adiós mis lectores ✋

El Príncipe De Persia (Zoro x Robín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora