1: nueva casa

1.5K 94 19
                                    


Kuroko salió del probador con unos pantalones vaqueros anchos y un jersey blanco y rombos negros. Kagami sonrío y dio el visto bueno levantando el pulgar hacia arriba.

--Creo que el jersey me va un poco grande...--el peliazul estirándolo--¿No?

--Creo que así te queda bien... ¿No? No se mucho sobre ropa...

--¿Entonces por que me acompaña a comprar, Kagami-Kun?

Kuroko se empezó a quitar el jersey aun fuera del probador, la gente no fijaba mucha atención por la poca presencia que tenía pero aun así el pelirrojo se empezó a poner nervioso, no quería que nadie excepto él viera el torso de Kuroko, aunque le daba miedo decirlo quería que Kuroko fuese solo suyo.

--Kuroko, tu mismo me dijiste-aclarandose la voz para imitar la del pequeño-ven a comprar conmigo Kagami-Kun, porque una sombra no puede existir sin su luz.

--No quería venir solo-sin ponerse aun nada-y necesitaba alguien para que diera opinión.

Unas manos se pusieron delante de los ojos de Kuroko y el cuerpo del chico que era más alto que el del pelo celeste se pegó por completo a él.

--¿Quién soy?-con una pequeña risa-eeeeh.

--Aomine-kun, esas bromas no tienen gracia-volviendo dentro del probador.

--Aominecchiiiiiiiii, no me dejes atrás-llegando corriendo y lanzándose sobre el moreno-porque me dejaste atrás ¿Es que no te importo?

Kise había aparecido haciendo pucheros pero nadie le hacía caso debido a que Kagami y Aomine estaban en una pelea de miradas ya que allí sería demasiado vistoso pelearse y no les apetecía esperar a salir a la calle para tener algún signo de rivalidad.

Kuroko salió vestido ya con su ropa y miró al rubio para después mirar a los otros dos que se encontraban aun mirándose de una manera asesina.

--Kise-kun, como puede aguantar a Aomine-kun.

--Es que justo Kasamatsu-Senpai iba a pegarme por, según él, ser muy empalagoso y de repente Aominecchi apareció para salvarme entonces...-con una sonrisa-le debo una, pero Aominecchi me estaba dejando todo el rato atrás... y eso me pone muy triste Kurokocchi, pero después se encontró con Kagamicchi y aun me dejo más apartado, duh.

Kagami y Aomine se giraron al oír a Kise decir Kurokocchi y sonrieron como si nada hubiera pasado.

--Bueno, ahora tengo que ir a pagar la ropa...

.

.

.

Se encontraban en un restaurante de comida rápida, Kagami y Aomine no paraban de comer hamburguesas para ver quien era el que más podía comer, Kise solo tomaba una ensalada y Kuroko iba ya por su segundo batido de vainilla. Kise y Kuroko estaban ya cansados de la constante rivalidad de sus dos acompañantes pero no había manera de evitarlo.

--Antes Aominecchi ha dicho que estaba enamorado de alguien-susurró Kise riendo un poco-quiero saber quien eeees.

--Kise-Kun, no se meta tanto en la vida privada de los demás, si no se lo quiere decir no se lo dirá.

--¿Qué habéis dicho de mi?-el moreno con la boca llena-eh, Kise.

--Ahomine, calla y sigue comiendo.

--Bakagami...

Volvieron a lo de antes, seguir comiendo hamburguesas sin parar, como si sus estómagos no tuvieran fondo.

--¿Con quien vives ahora que tus padres y abuela se han ido de viaje?-le preguntó Kise al del pelo celeste-porque no sabes cocinar y no creo que encargues todos los días...

--Me voy a quedar con Kagami-Kun asta que vuelvan-con una tierna sonrisa-Kagami-Kun me trata bien, pero casi no me deja llevar a Nigou conmigo.

Kuroko se levantó y agarró del cuello de la camisa a Kagami en señal de que quería irse ya para llevar todas las cosas a su casa. Cuando estaban apunto del salir del local el ojiazul se giró y se despidió sacudiendo su mano con una leve sonrisa.

(...)

Ya habían ido a casa de Kuroko a coger todo, había ya guardado toda su ropa en el armario de la habitación invitados que era una habitación amplia de color blanco y una gran ventana. Nigou se había quedado en el nuevo cuarto del de cabello celeste por orden de Kagami ya que no quería que estropeara nada, o eso dijo como escusa ya que él le tenía miedo a los perros.

--Kagami-Kun... ¿Cuándo estará lista la cena?-pregunto el pequeño asomándose a la cocina-me ruje la tripa.

Kagami terminó de cocinar y puso dos platos de curri encima de la mesa, uno con menos cantidad para su invitado y otro con el doble de cantidad para si mismo.

--Kagami-Kun-pronunció Kuroko sentándose a la mesa-no se como es que no estás gordo.

El pelirrojo se pasó la mano por el pelo riendo nervioso, estaba ya acostumbrado a esos comentarios pero viniendo de Kuroko lo ponía nervioso.

--Supongo que tendrás el metabolismo rápido-comiendo-o porque haces mucho deporte.

Kagami suspiro por ese comentario, pensaba que el estaba imaginando otras razones.

--Porque comer hamburguesas es un deporte para ti, Kagami-Kun.

--S-supongo-algo sonrojado por la vergüenza.

Kuroko río un poco al verlo sonrojado pero para que Kagami no se diera cuenta puso una mano delante de su boca. El pelirrojo lo noto de todas maneras y se terminó el plato lo más rápido posible para después ir a tumbarse al sofá y encender la televisión. Al poco notó que Kuroko se había tumbado también y que le había quitado el mando pero la pregunta era... ¿Cuándo?

--Mira, es Levan Polka de Hatsune Miku-dijo Kuroko con una bonita sonrisa-me gusta la canción.

--Esta bien, pero prefiero la versión de Korpiklaani-protestó el pelirrojo con aire de superioridad-es mejor porque es Folk Metal.

--Calla-dándole una patada-no me dejas escuchar la canción.

Kagami río y se abalanzó encima de él sujetando sus manos por encima de su cabeza y poniendo las piernas alrededor de la cintura del más pequeño. Los dos se sonrojaron al estar así pero ninguno tenía intención de apartarse del otro pese a que ninguno se atrevía a mirarle a la cara al otro.

--------

Lo siento si es muy corto, lo siento lo siento lo siento

El amor es cosa de tres ~Kuroko no Basket~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora