11.

300 30 13
                                    

A la mañana siguiente desperté al lado del peliazul. Él aun seguía dormido así que me levanté con cuidado y bajé a la cocina para empezar a hacer el desayuno, además, para suerte, era fin de semana así que podía hacer un desayuno más elaborado ya que no iba contra reloj.

Hice un montón de tortitas y las rocíe con jarabe de arce para después subirlas a la habitación y dárselas a Kuroko, que al parecer se acababa de despertar. Se las comió mirando a la pared de enfrente de la cama y cuando se las terminó después de un buen rato mi miro con una sonrisa.

-Eres un excelente cocinero Kagami-Kun-sin borrar su sonrisa-gracias por este desayuno.

Sonreí y me senté en el borde de la cama acariciando su cabello. Era muy sedoso aunque estuviera despeinado, algún día le pediría la marca del champú que usaba.

-¿Hoy vendrás al partido?

-No-susurró-no me siento con fuerzas Kagami-Kun.

-Entiendo... Entonces me quedaré contigo en casa, no puedo dejar que estés solo.

Afirmó con la cabeza y avisé al capitán que no iríamos al partido poniendo la escusa de que Kuroko estaba enfermo y de que yo tenía que cuidarlo porque no se podía ni levantar de la cama, ojalá no le diera a alguno de ellos por venir a ver a Kuroko.

Nos quedamos un buen rato sin decir nada, pero el silencio no era incómodo, no si le iba quitando alguna que otra tortita a mi querido amigo peliazul, era lo malo de tener tanta hambre y estar todo el día comiendo, pero al parecer a Kuroko no le molestaba, de echo a veces se reía un poco.

-¿Nunca dejarás de comer?

-No-con la boca llena-es de los pocos placeres de la vida, comer es vida, oh sí.

Me dio un besito en la mejilla y lo miré de reojo un poco sonrojado pero para jorobar el momento Nigou se subió en mis piernas y empecé a gritar como si fuera un niño pequeño viendo una película de miedo, ese chucho de verdad me daba miedo, era un arma de matar, seguro que me quería asesinar.

Salí de la habitación y miré a Kuroko desde fuera ya que no había cerrado la puerta.

-E-Es el demonio.

-Kagami-Kun, no exageres, Nigou solo quiere que tú le quieras-se levantó de la cama con Nigou en brazos-no te va a hacer nada, es muy buen perrito, además, le gustas.

Se acercó a mí y lo puso cerca de mi cara yo cerré los ojos con expresión de miedo y el perrito empezó a lamer de cara empecé a reír, me hacía cosquillas, al final lo cogí en brazos y sonreí un poco.

-Es verdad...-susurré.

-Hoy hablaré con Aomine-Kun, si me pasa algo te llamaré pero mientras tanto quédate tranquilo... ¿Vale?

Afirmé con la cabeza mentiendo las manos en el pantalón del pijama. El peliazul se cambió delante de mi, bueno, yo me tuve que tapar los ojos. Luego lo acompañé a la salida de casa.

Le di un suave beso el los labios antes de salir y el se fue sin decir nada un poco dudoso, lo pude ver en sus ojos durante un instante, tenía algo de miedo por lo que le podía pasar.

Me senté en el sofá e intenté relajarme pero no podía, estaba tenso, si algo le pasaba a Kuroko nunca me lo perdonaría a mi mismo. Pasaron unos cuantos minutos y el timbre de la puerta sonó. Me levanté rápido y abrí... ¿Ahomine?

-Bakagami-riendo y pasando sin dudarlo-eh estado pensando...

-Tu pensando... Me resulta extraño.

Cerré la puerta y me senté en el sofá mientras que el estúpido se sentó en el sillón mirando con una sonrisa descarada.

-Bueno... Por donde iba... Te felicito... Quizás tengas más posibilidades de lo que el gran yo podía imaginarse... Pero no he venido por eso... He venido a ofrecerte un trato Kagami...-levantando un dedo-salimos los dos ganando así que no creo que haya quejas por parte de ninguno de los dos... Bueno... Yo soy el que lo va a proponer así que por parte mía es obvio que no va a haber... Mirá, a lo que voy, podemos compartir a Kuroko, no creo que alguna vez a ti te moleste ser Suke o incluso mi Uke-riendo un poco-piénsalo... Espero tu respuesta, podríamos divertirnos, juntos, algo que nunca hemos hecho.

-¿Q-Qué?

-Shhh... No hables... Ya me responderás otro día.

Se levantó y se fue por donde había venido, me quedé mirando a la pared, qué narices había sido eso, a qué había venido aquello tan repentino, pero bueno, era mejor no darle vueltas por el momento.



El de pelo celeste andaba por la acera, realmente buscaba sin rumbo, no sabía dónde podía estar su ex luz, pero bueno, seguro que buscando algo encontraría. Busco por todas las canchas de baloncesto... Pero en ninguna estaba, fue a los lugares que a él más le gustaban... Tampoco logro encontrarlo pero cuando fue a entrar al centro comercial por casualidad se encontró con Takao, con Kise y con Reo.

-Ayyyy cariñiiin-Reo saludándole con un beso en la mejilla-¿Qué tal estás?

-KUROKOCCHI-Kise tan movido como siempre-¿Me ayudas a elegir ropaaa? Es que no se que comprarmeee.

-Kurokoooo-Takao con cara pervertida-¿Ha pasado algo interesante?

Tanto bombardeo de preguntas hacía que no se terminara de aclarar pero al final se decidió a responder.

-Mibuchi-Kun, estoy mejor, espero que usted esté bien, Kise-Kun, si le tengo que ser sincero creo que ya tiene demasiada ropa en su armario, Takao-Kun... Mmm... Pues...

A todos les empezó a brillar la mirada eso es que había pasado eso, o eso imaginaban ellos, malditos depravados mentales.

-S-solo nos besamos-el peliazul con rostro inexpresivo-no es nada del otro mundo.

Se hizo el silencio y cuando Kise y Kuroko miraron al suelo había gotitas rojas y al subir la mirada lograron ver a Reo y a Takao con derrame nasal, al parecer eran 100% fans del yaoi y sobre todo de la pareja que hacían Kagami y Kuroko.

-¿Alguien tiene pañuelos?-Takao tapándose la nariz.
-------

¿Cual es vuestro opening de anime favorito?

El mio el Opening 1 de Psycho Pass

El amor es cosa de tres ~Kuroko no Basket~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora