Despejado

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12:00 a.m. Podía notar una luz turbia a mi alrededor. Apenas conseguía abrir los ojos y mucho menos ser capaz de reconocer donde estaba. Seguía allí. No fue un sueño y lo peor de todo fue no poder hablar con mi hermano. ¿Qué le pasa a la gente?, acaso no queda humanidad capaz de ayudar a alguien que ha sido golpeado en medio de un partido de fútbol. Sinceramente no me preocupe en levantarme e irme de allí por un buen rato... .. .

12:30 a.m. Sonaba el móvil. Probablemente era madre pero apenas saqué el móvil para comprobarlo. No tenía la necesidad en aquel momento. Comencé a caminar entre aquellas oxidadas butacas. No había un alma en aquel recinto y comenzaba a humedecer en la noche.  Conforme avanzaba hacia las puertas para salir podía reconocer una silueta femenina de pie y a juzgar por sus movimientos de pies parecía estar impaciente por algo. A unos metros de ella pude ver que se trataba de Lauren.

- Oye! ¿Estás bien?- Dijo Lauren nerviosa y preocupada.

- Si, despreocupa. ¿Estas tu bien? ¿Qué haces aquí sola? - Dije mientras trataba de disimular el dolor de cara frente a ella.

- Eso parece doler Sam, deberías ir a casa cuanto antes a reposar o algo. Bueno tenía que esperar a ver si salías vivo después de lo que h te hizo el capullo de mi novio.

- Si es un capullo ¿Por qué sigues con el? -  Dije con algo de ironía.

- No lo entenderías. Realmente le quiero aunque a veces se comporte como un idiota. Pocas personas pueden ver en el interior de su ser como lo hago yo Sam. De igual forma no justifica lo que te ha hecho.

- Si bueno, ambos tuvimos algo de culpa aunque el solo sabe expresarse con ira y puños.

- Bueno, ahora que se que andas y caminas puedo irme más tranquila a casa - Decía mientras caminaba hacia su coche.

- Lauren! - Alcé la voz.

- ¿Si?

- Gracias, te veo en clase.

- Adiós Sam.

A escasos minutos de subir al coche, cerré los ojos y trate de relajarme y pensar que le iba a decir a Braison después de que me viera con esta cara y mucho más que le diría a madre. No sería de extrañar que me echara de nuevo las culpas. Tras varios minutos en silencio en el coche con los ojos cerrados, una resplandeciente luz me deslumbraba. Estaba algo ido. No sabía exactamente de que se trataba, si era la linterna de algún guardia o los mismo focos del coche de Lauren. Inconsciente de lo que estaba haciendo o incluso de lo que veía, puse el coche en marcha y trate de seguir aquella luz. Estuve conduciendo como media hora por una larga y estrecha carretera rodeada de altos pinos. No conseguía ver más allá de aquellos gruesos y largos pinos además de que las curvas no ayudaban.

Finalmente, tras un largo rato conduciendo, pude darme cuenta de que realmente estaba siguiendo el coche de Lauren. Apenas tenía tiempo para ocultar el coche si no quería que me viese por lo que me limite a apagar mis luces y dejarlo a una distancia considerable del suyo justo en una de las curvas de aquel camino. Tenía entendido de que Lauren vivía en aquella urbanización lujosa de la que todos hablaban.  El caso es que me encontraba algo inclinado dentro del coche tratando de evitar que pudiera verme o sospechar de que estaba siendo espiada por alguien. Podía ver como bajaba de su coche lentamente y algo preocupada, supongo que por el entorno en el que estaba pero rápidamente hizo el típico gesto de sorpresa dejando la mirada fija hacia un lado de la carretera como si hubiera reconocido a alguien familiar. Fue entonces cuando no pude controlar mi curiosidad y baje lentamente, con mucho cuidado de no hacer ruido, de mi coche. Ella se dirigía a lo que parecía ser un claro que se encontraba tras aquellos largos pinos, algo parecido a un espacio amplio en medio de la nada. Podía escuchar su dulce risa mientras se alejaba entre los arboles y entonces fue cuando además percibí una segunda voz masculina que me resultaba muy familiar.

PsychoBoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora