¡Esto es guerra entre tú y yo!

Capítulo 2

Kylie's POV.

Shawn...Shaw...quitame la ropa... papi...

PUTA ALARMA.

Espera, yo no puse esa alarma...¡YO NO PONGO ALARMAS!
Mataré a Jess, encima con ese tonito que le puso a la alarma, pipipipipi, por dios, que molesto.

Había tenido una noche difícil. Me quede hasta las de la 1 de la madrugada terminando un libro fantástico, preguntaran ¿Que libro?, un libro que se llama "Éramos Mentirosos". Era realmente bueno.

So, me había quedado hasta esa hora y después estuve unos 15 minutos en shock por el final de ese libro, luego, me había largado a llorar. Porque aunque el final fue bueno, y me gustó hasta podría decir, me pareció injusto, de alguna manera. Se reirán, lo sé, y dirán "Dios, esta está loca". Pero bueno, tengo algunos problemillas con la desesperación. Y hasta ahí.

Esa genial noche me había provocado un mal humor terrible, y cuando tengo mal humor, bueno, ya verán. Me levanté de mi hermosa cama y me puse en modo zombie, como todos los días.

Por primera vez en 4 años me di una ducha a la mañana para ver si podía calmar un poco el puto humor de hoy.
¿Y qué pasó? El agua salió fría. Fantástico. No hay UN sólo día que me bañe con agua fría, amo el agua casi hirviente.

Salí muerta de frío y temblando, y eso que hacía calor. Me puse una especie de ¿jardinero? No sé cómo se llamaba, pero no de esos auténticos, es decir uno así bien hermozo y girly. Abajo de este me coloqué un top que decía Meow en negro y unas Adidas blancas. (Ropa en multimedia)

Me peiné y me dejé suelto el cabello, me maquillé. ¿Hace falta que diga mi rutina todos los días?

¿Que, estamos en una película?

Shhh, ¡tú te callas!

Bajé y no desayuné. No tenía ánimos. Hoy me sentía muy deprimida por alguna razón de la vida.

Bueno, tal vez haya sido por esa gran noche que tuviste.

JESÚS, YA CALLATE. NO, ES, GRACIOSO.

[...]

—KYYYYYLIE.

—Abstente, Brent, no estoy de humor. Abrázame mañana.

—Oh, mejor no...—retrocedió lentamente y desapareció por los arbustos.

Me puse detrás del mostrador y dejé mi bolso por ahí. Ni me importa dónde caiga. Hoooooy trabajaría detrás del mostrador, no tenía ganas de atender a pendejas malcriadas ricachonas que vengan a este lugar.

Vaya, creo que lo del mal humor era en serio.

¿TE CALLAS O TE CALLO?

—¡Hey! Yo iba a trabajar en el mostrador hoy—escucho la voz de Liam detrás mío.

—Mira, hoy no es un día de suerte para mí. ¿Podrías dejármelo? Por favor, mañana te lo doy—me sorprendí con lo amable que había pedido eso.

—De acuerdo—hizo pucheritos como un niño.

—KY, NO ME DIGAS QUE TE BAJÓ LA REGLA—gritó Jess viniendo a mí y TODO el café lo escuchó, inclusive Ethan, Liam, Nathan y Brent que andaban por ahí y nos miraron extrañados.

—¿Un poco más fuerte no podías hablar?—contesté sentándome en el suelo porque las sillas estaban muy lejoooos.

Floja.