Una Idol diferente.

19-Camus.

Pov.Bell.

No pienso quedar a cuidar a la plebeya tonta.-dijo Camus.

Lo siento Camus-san, pero ella no puede quedarse sola.-dijo Ringo.

Mientras yo observaba sin entender ni verdura sobre el tema, me dio un poco de hambre, pos ver la conversaciones ajenas cansa.- pensé, mientras caminaba en dirección a la cocina para comer la comida que Masato cocino, para luego ir en dirección al sofá para ver Harry Potter...pero apareció como un puto ninja, Elsa-sempai, con su bastón de plata.

Vamos, plebeya tonta.-dijo con todo el puto cariño del mundo.

Yo también te quiero.-dije levantándome.- a donde vamos?

Iras conmigo todo el día, pues tengo trabajo y no pienso atrasarlo, por tu culpa.-dijo serio.

Está bien.-dije pues estaba de flojera y no pensaba hacer enojar a Elsa, se enoja y me congela con su bastón de Jack Frost.

Nos la pasamos de entrevista, a entrevista, de sección de fotos a otra sección de fotos, era bastante trabajo y apenas la condesa se cansaba.

Como soportas todo eso?.-pregunte cansada.

Eres una idol, debería saber que se siente.-dijo tomando su te...que mierda, hacen como 40º grados de calor y toma un té caliente...ni de coña.

Ya era de noche, y yo estaba bastante cansada.-Nee...Camus, vamos a comer algo?-dije con hambre.

Me miro con reproche y dijo.-Esta bien.-dijo y fuimos a un restaurante lujoso, donde no sentamos cerca de una ventana, y nos atendió una camarera.

Una rebanada de paste de chocolate y una malteada de vainilla, y un te acompañado de un pastel de vainilla.-dijo la camarera.

Si!-dije emocionada, a lo cual Camus dijo.-plebeya deberías comportarte como una dama.-dijo con su típico tono frio....al poco rato llego nuestro pedido, y yo empecé a comer, pareciera una niña...al terminar fuimos en la limosina y yo me quede dormida en su hombro.

Pov.Camus.

Sentí un ligero peso en mi hombro y al voltearme a ver era la plebeya que se había quedado dormida, tenía los labios entre abiertos a lo cual me sonroje y la tape con mi abrigo, al llegar no deseaba despertarla a lo cual la cargue y la dejaría en su habitación, al llevar mi chaqueta ella lo abrazaba con fuerza a lo cual se lo deje y la tape ya estaba a punto de írmela mire por última vez y Salí era una sensación rara al estar cerca de ella, no podía ser el amor no podía ser no rompería las reglas.- pensé antes de ir en dirección a mi habitación.