Miraculous Ladybug: Celebración del fin de curso en la piscina.

El amor más PURO del verano (PARTE 1)

Tras una noche que sería recordada como memorable, intensa, increible e inolvidable para todos sus protagonistas; el cuerpo y la mente de Adrien, Marinette y todos sus amigos, había alcanzado el límite más irracional al que nunca en sus jóvenes vidas habían podido experimentar y soportar.

Todo había comenzado con aquella deliciosa cena entre amigos como primer plato, para luego más tarde continuar con el plato fuerte de esa noche. Todos estaban muy entusiasmados y excitados por salir de fiesta toda la noche y disfrutar de un concierto increible y emocionante del afamado DJ David Guetta; a lo que luego continuarían con unas experiencias que les dejaría marcado el corazón y el kokoro para siempre.

Sin embargo, aquella noche nuestros niños habían excedido el límite moral y racional deseosos de probar nuevas y placenteras experiencias que todo adolescente querría probar alguna vez en su vida. Esa barrera la habían superado y reventado en mil pedazos, dejando ya de lado las vergüenzas y las inseguridades personales de más de uno. Para algunos era apostar esa noche a todo o nada... seguramente muchos ya no se volverían a mirar al espejo de la misma forma..., pero para Adrien y Marinette no la recordarían como algo de lo que avergonzarse; al contrario, aquella hermosa noche Parisina serviría para confirmar el más sincero y puro amor entre ambos, y para seguir conociendose hasta llegar a la conclusión de que estaban hechos el uno para el otro...

Adrien, por fin, había conocido a la persona con la que quería pasar el resto de su vida y por la que estaría dispuesto a darle su vida si fuese necesario... Habían pasado dos días desde que aquella tímida y hermosa azabache le había robado su corazón y por la que se había enamorado perdidamente en una reconocida piscina de Paris. Marinette le había cambiado completamente la vida; jamás llegó a creer eso de que hay personas que nacen y el destino las unen por un simple azar... Pero con Marinette notaba que ella era la otra mitad que faltaba en su vida para hacerla completa y que tuviese sentido su existencia. Era como lo que decían del Ying y el Yang, donde todo lo opuesto se atraía...

Por eso no quería perderse ni un momento que compartieran ambos en pareja. Todas las cosas entre ellos dos estaban sucediendo de manera excesivamente rápida. Ni hacía dos días que eran novios y ya habían experimentado multitud de hechos y sensaciones como pareja... 

Era un domingo y el día en París comenzaba con una mañana soleada y de agradable temperatura. En la mansión Agreste, donde Adrien había pasado la noche durmiendo con su amada peliazul, el reloj que tenía Adrien en la mesilla de su habitación marcaba ya las 10 de la mañana. No habían pasado ni 5 horas desde que trajo a Marinette a su casa totalmente embriagada y con síntomas de malestar por el alcohol...

Adrien se despertó repentinamente por un rayo de luz solar que atravesaba la ventana de su habitación, le dio en toda la cara como para cegarlo. Estaba un poco desorientado y la cabeza le dolía un poco y parecía darle vueltas; pero fue en ese momento cuando despertó completamente al notar como había dormido, nada menos que abrazado a su preciosa novia.

Ahora que tenía los ojos bien abiertos, veía como estaba acurrucado al lado de Marinette, agarrándola por la cintura con una mano, y con la otra agarrándole el culo de ella todavía... Adrien podía sentir esa suavidad que tan loco lo volvía y ese ligero olor a perfume que tenía ella y que resultaba ser delicioso. Se quedó un rato observando como ella dormía con una paz y tranquilidad que le hacía parecer un tierno angelito.

Adrien comenzó a tocarle y acariciarle sus suaves cabellos mientras se pegaba más a ella para darle un suave beso en la frente. Fue el momento en el que Marinette se despertó ligeramente abriendo muy despacio sus ojos...

- Buenos días mi preciosa niña... ¿has dormido bien esta noche? - le dijo Adrien mientras le acariciaba el rostro y su cabello.

Marinette lo miró al principio con la mirada perdida, pero luego reaccionó y le dedicó una leve sonrisa...