Miraculous Ladybug: Celebración del fin de curso en la piscina.

El amor más PURO del verano (PARTE 4)

- Capítulo de casi 7000 palabras. Leedlo CON PACIENCIA, vale la pena. ESPERO QUE OS GUSTE.

- SIENTO deciros que no incluí nada de LEMON en el capítulo como os prometí al final porque no encontré ninguna excusa para meterselo en algún punto de la historia; y para metérselo con calzador como que no.🙁😔

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Hacía casi 15 minutos que los chicos y su tutora habían embarcado en el tren en dirección a Marsella, y ya respiraban y sentían una emoción y unas ganas indescriptibles por conocer las hermosas costas mediterráneas de Francia, y poder pasar el resto del día en una de las playas paradisiacas más famosas de Francia. Parecía mentira, pero después de que terminaran las clases y comenzaran a disfrutar de sus vacaciones, la famosa clase del instituto Françoise-Dupont volvían a juntarse pero, afortunadamente, ya no por motivos escolares; sinó para disfrutar la que sería, seguramente, la última vez en la que todos los integrantes de esa clase compartirían un día todos juntos antes de que algunos se marcharan a hacer otras actividades a lo largo de los dos meses largos que tenían de vacaciones.

Los chicos estaban impresionados en viajar en un tren tan rápido y cómodo como el TGV francés. No había duda de que, aunque les costara admitirlo, había que darle las gracias a Chloe y su padre por organizar lo que para algunos venía a ser una excursión o aventura a la otra punta de Francia.

El ambiente en el tren era en esos momentos agradable y distendido. Los chicos no paraban de hablar de sus cosas, de innumerables anécdotas o de cómo y que iban a hacer cuando llegaran allí. La señorita Bustier era en esos momentos, el centro de atención de la mayoría. Todos estaban deseosos de contarle a su tutora lo bien que habían pasado estos últimos días...

- Y bien señorita Bustier, me ha sorprendido que aceptara mi invitación para venir con nosotros... y yo que la tenía como una mujer bastante ocupada en su vida y asuntos familiares... - le dijo Chloe sorprendida.

- Ah Chloe, mirad antes que nada y esto que voy a decir va para todos, dirigíos a mí por mi nombre Caline y no como señorita... no hace falta tanta formalidad aquí, que por si se os había olvidado, las clases terminaron ya hace una semana... - dijo Caline sonriéndoles a sus queridos alumnos.

Los chicos se rieron bastante con lo que dijo su tutora; era cierto que no hacía falta tanta formalidad y que ahora en esos momentos, ella era como una amiga más de su grupo.

- Bueno Chloe, acepté viajar con vosotros porque mi marido va estar ocupado estos días vigilando la seguridad y organización de cuando empiece el Tour de Francia... es triste pero es así... las autoridades me lo arrebataron durante unos días. Así que por eso, para no estar sola sin saber qué hacer, acepté tu propuesta sin pensármelo Chloe... tengo que admitir que os echaba un poco de menos mis queridos alumnos... - dijo Caline con una abierta sonrisa mientras se llevaba la mano detrás de la cabeza, quizá un poco avergonzada por contar aquello...

- Estoy muy contenta de que al final decidiera venir con nosotros, señorita Bust... digo Caline... jeje... - dijo Chloe devolviéndole la sonrisa.

- Gracias Chloe... ah y saluda a tu padre de mi parte cuando lo vuelvas a ver... - le dijo Caline.

Era una situación que se hacía extraña ver a Chloe conversando animadamente sin montar ninguno de sus espectáculos dialecticos que tanto fastidiaban a los chicos escuchar y aguantar durante el tiempo de clases en el instituto. Todos se sorprendían con esta Chloe; parecía como si le hubieran inyectado miles de calmantes que hacían que se volviese más dócil y predecible, y no le chica tan exageradamente extrovertida y egocéntrica que era...