La mañana siguiente el hombre decidió ir a su celda y cuando se dispuso a iniciar su descenso por las oscuras escaleras de mármol, ante él apareció la silueta de una mujer que avanzo hacia él con paso decidido, el hombre rápidamente supo a quien pertenecía la silueta que se le acercaba, así que se apresuro a decir:

-Cass, hacia días que no te veía por acá, cuatro para ser exacto.

-¿Me extrañabas? –Pregunto la mujer-

-Para nada, solo se me hacia extraño que no estuvieras aquí estos días.

-Estaba de misión.

-¿De misión?, pero si mal no recuerdo tu estas suspendida yo mismo firme el libro.

-Misión extracurricular, ¿sabes?, me agradaba más cuando éramos amigos y no teníamos que darnos explicaciones antes podíamos sentarnos y hablar de algunas cosas.

-Soy tu superior Cassandra, debes darme explicaciones cuando te las solicite.

-Claro señor. –Dijo la mujer, y se marchó-

El hombre se quedo sorprendido de lo que le había dicho a Cassandra pues ella tenía razón hubo una época en donde fueron amigos en la época de entrenamiento donde aun no los mandan a encomiendas reales solo a escoltar y recuperar paquetes perdidos, mientras los enseñaban a no confiar en nadie en donde aprenden los principios de la elite por experiencias, nada teórico solo practica, y ellos aprendieron de la peor manera. Pero, esa época había quedado en el pasado, rápidamente el hombre sacudió esos pensamientos de su cabeza y descendió por las escaleras hacia el vestíbulo central del sacro, al llegar, vio a los hermanos scorpioni de camino hacia el ala norte, al verlos los saludo como de costumbre pero algo le detuvo algo que le decía que tenía que ir el también al ala norte del sacro, así que, espero unos segundos mientras los gemelos se alejaban en la oscuridad iluminada solo por las escasas antorchas encendidas de los pasillos con dirección al norte y los siguió por la oscuridad insaciable de las vigas no tan altas del techo, cuando los gemelos llegaron a las escaleras del ala norte las luces de las antorchas emanaron su brillo habitual color azul extremo mientras los hermanos ascendían por ellas, al llegar a la gran puerta de marfil entraron rápidamente uno tras otro, el hombre sin embargo se tomo su tiempo para descender de las vigas y posicionarse detrás de la puerta blanca entre cerrada. El hombre pudo captar parte de la encomienda que se le era asignada a los hermanos el hombre pudo darse cuenta de que los gemelos esta vez iban sin sus capuchas y tenían un chaleco uno negro y el otro blanco que dejaba al descubierto sus brazos. La encomienda asignada a los hermanos no era cosa de gran importancia al parecer debían esconderse entre los árboles y hacer de espías en los bosques del sur un mes entero luego volver hacer un reporte y partir de nuevo 2 días después si eran descubiertos o capturados debían arreglárselas y volver sin levantar sospecha alguna, los jóvenes gemelos aceptaron su encomienda y todos los peligros y riesgos que esta conllevaba, antes de salir el amo pidió a los gemelos que dijeran al comandante que se presentara ante él.

Al abrirse gran puerta de marfil los gemelos se encontraron con el hombre, ambos sonrieron y le dijeron:

-Justo ahora íbamos a buscarte. –Comenzó Pietro-

Hacía mucho tiempo desde la última vez que el hombre vio a los gemelos sin sus capuchas los gemelos tenían un cuerpo muy definido bíceps, tríceps y cuádriceps casi perfectos, pectorales grandes y bien formados, abdominales completamente definidos y marcados bajos sus chalecos de semi cuero negro y blanco, los gemelos extremadamente idénticos eran blancos con el cabello castaño y los ojos verdes como la vegetación del bosque en verano, tenían ambos el brazo derecho tatuado con la victoria de su primera encomienda, en el sacro rondaba una historia a cerca de los gemelos, en su primera encomienda se dice que lograron extinguir a una de las cuatro aldeas de centauros existentes en el reino de la tierra ellos solos. Y ambos tenían un centauro siendo asesinado por un escorpión tatuado en su brazo derecho así que todos decían que la historia era cierta, aunque los tatuajes tenían cierto detalle que los diferenciaba, el escorpión de Piero en la punta de su cola tenía una espada en lugar de su aguijón y en el tatuaje aparecía degollando al centauro, pos su parte, el escorpión de Pietro tenia por aguijón la punta de una flecha y este aparecía apuñalando al centauro directo al corazón, muchos dicen que ver su tatuaje es la única manera de diferenciar a los gemelos y que por eso ambos usaban camisas con el brazo izquierdo descubierto y el brazo derecho tapado por una doble manga que cubría perfectamente el tatuaje.

-¿A buscarme? –Preguntó el hombre-

-Sí, quiere verte. –Respondió Piero-

-Ja, que casualidad yo justo venia a verle. –Dijo el hombre esbozando una gran sonrisa-

-Pues entra, -Dijeron los gemelos al unísono- pero, cuidado está un poco sensible hoy. –Finalizo Piero-

El hombre se adentro en la oscuridad de la habitación detrás de la gran puerta de marfil, al entrar su amo se dirigió hacia él con una voz esta vez muy calmada.

-¿Cómo estás? –Preguntó la voz-

-Bastante bien, los hermanos Piero y Pietro me dijeron que querías verme. –Respondió el hombre bastante calmado-

-Sí, les ordene que te buscaran, ha habido un cambio de planes.

-¿Un cambio de planes?

-Sí, pero tranquilo nada fuera de lo normal.

-Un cambio de planes nunca es normal.

-Pues, esta vez lo es, tu misión seguirá siendo la misma, con la única diferencia de que ahora iras a los bosques del sur, allí te reunirás con una de las criaturas de Pandora, ah, y partes esta noche.

-¿Esta noche? Pero si no parto hasta dentro de 3 días.

-Ya no, ahora partirás esta noche, acaso ¿es muy difícil comprenderlo?

-Claro que no señor, pero...

-No hay pero que valga, -Interrumpió la voz- partes esta noche no hay nada que discutir, ahora si no tienes nada más que reportar retírate a tu celda haz los preparativos necesarios y sube a la torre del norte a las 19:00 pm los gemelos partirán contigo.

El hombre sintió que debía contarle a su amo todo lo que había visto estas dos semanas que llevaba de vuelta en el sacro pero, cuando estuvo a punto de comenzar a hablar se quedo callado prefirió llegar al fondo de todo el asunto por su cuenta y con la ayuda de los gemelos scorpioni, con quienes se reunió luego en su celda y les conto todo lo que había visto: Cassandra hablando con una ninfa del bosque, Orazzio con esa extraña bola de cristal negra, y Orazzio entregando a un Messawk su collar de rubí como garantía de que todo iría bien. Los gemelos no supieron que decir estaban muy sorprendidos sobre todo de Cassandra pues ella tenía años de servicio y aunque era un poco rebelde era una de las mejores generales y nunca había pasado de una simple amonestación o una suspensión, el hombre pidió a los gemelos absoluta discreción aunque con los años de confianza que se tenían esa petición estaba de más, los gemelos juraron no hablar con nadie a cerca del tema se quedaron un rato mas hablando de otras tonterías como el entrenamiento de la noche anterior y se marcharon a sus celda a arreglar sus cosas para la noche.

Black WingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora