Escondidos → Niall Horan || (sin editar)

Capítulo 6

Él se sentó segundos después de que yo lo hiciera. Conecté con sus increíbles y preciosos ojos azules. Llevaba sus gafas negras tipo nerd y le hacía aún más atractivo. Me perdítotalemente en sus ojos durante minutos. Él hablaba pero no le escuchaba. Me sentía muy cómoda a su lado. Muy segura de mi misma.

—¿Elena? ¿Elena? ¿Hola? ¿Hay alguién ahí? —decia mientras se reía.
—Emmmmm... sí. Perdón —me excusaba mientras me ruborizaba.
—Decía que si te apetecía que pidiera una pizza para comer algo.
—Sí, lo siento. Me parece bien.
—Pues perfecto.

Cogió el teléfono he hizo una llamada a lo que sería la tienda de pizzas.

—¿Jamón y queso? —me preguntó.

Asentí con la cabeza.
Terminó de hacer la llamada y de nuevo se dirigió a mí. Se me erizó la piel.
Me fijé en la PlayStation que tenía encima de la mesa. Me encantaba jugar a la PlayStation. Podía ser una chica bastante femenina, pero jugar a la Play también era uno de mis pasatiempos favoritos. Eso, y el fútbol. Sí, me gustaba el fútbol. Desde siempre. Me encantaba ver los partidos con mi padre. Aunque eso no me hacía menos femenina de lo que era.

—¿Te apetece si echamos un FIFA? 
—¿Qué? —dijo atónito. ¿Te gusta jugar a la PlayStation y al FIFA?
—¿Tan raro es?
—Es que nunca he visto a una chica jugar a la Play y al FIFA a la vez —rió— Además, te he visto tan femenina que nunca lo había pensado.
—Pues bueno, aquí tienes a una.

Sonreí, y Niall sonrió de una forma que nunca había visto. Era una sonrisa cargada de sentimientos alegres por dentro.

La pizza vino y nos pusimos a jugar durante un buen rato mientras comíamos. Después hablamos y nos reímos mucho. No había estado tan agusto con una persona en mi vida.

—Y bueno, háblame de ti. Tú sabes muchas cosas de mí, pero yo no se nada de ti —dijo mientras seguíamos comiendo.
—Pues, me llamo Elena López y tengo diecisiete años. Soy de España y vengo de Madrid. —¿Y ya está? Profundiza —rió.

Hice una pausa para pensar.

—Pues he venido aquí para mejorar mi inglés. Y para descansar —en ese momento tragué saliba. Iba a contarle algo que nadié sabía.— Y porque odiaba a mi familia.

La perfecta expresión alegre de Niall desapareció, convirtiéndose en una más seria y preocupada.

—¿Por qué? —preguntó un tiempo más tarde.

Suspiré. No me sentía preparada para contárselo.

—No estoy preparada. Lo siento Niall.
—No, no lo sientas. Me he precipitado, lo siento.

Le sonreí en modo de agradecimiento.

—Y bueno, ¿dónde te hospedas? ¿En un hotel?

Mierda.
Mierda.
Mierda.

—Emmmmm... Sí. En un hotel. En el centro —no tenía ni idea de por qué había dicho eso. La estaba cagando. Lo estaba fastidiando todo.
—¿Cuál es?
—Es el... Thistle Piccadilly —me estaba inventado todo. No debería, pues quería contarle la verdad. Pero sabría que me rechazaría.
—Guau, ¿y cuánto tiempo te quedarás?
—Hasta septiembre, aunque igual, puedo seguir estudiando aquí.
—¿Tienes novio? —irrumpió él, haciendo que me sobresaltara y mi cuerpo se invadiera de nervios.
—No, no tengo. No soy de esas chicas en las que los chicos se fijan —me atreví ha decir.
—Me parece mentira. Eres muy guapa —al decir eso, me puse comó un tomate. Niall lo debió notar.

Miré el reloj. Eran las nueve de la noche y mañana, empezaba a trabajar de nuevo.

—Es tarde. Mañana acaba la baja y empiezo a trabajar.