En un mundo donde las colas de pez existen, y marcan una buena parte de tu vida.
Makoto se encuentra en una fuerte confucion en su cabeza. Encuentra sentimientos que nunca antes había sentido. Y para empeorar las cosas, Sousuke aparece en su vida p...
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Dicen que el color era el de tu interior. El de tu alma. El de tus sentimientos. TU color.
Al menos eso decía mi abuela cuando era pequeño. No estoy muy seguro si es el color de "mi interior" "mis sentimientos" pero me gustaba y estaba a gusto con el mio.
Ahora que lo pienso mejor, todos tienen un color que les queda bastante bien.
Saco mi cabeza del agua, respiro profundo y apoyo mis brazos en el borde de la piscina.
-Que buen gusto de colores tienen nuestros sentimientos- Susurro casi inaudible contemplando el cielo. Como si se lo dijera a mi abuela.
Era un día bello. Apenas se veían una o dos nubes pequeñas a lo lejos. El sol brillaba como si fuera su último día. Al instante de salir del agua podías sentir su tibia luz sobre el rostro. Una sensación muy agradable.
Haru aún seguía nadando por el fondo. El sí que disfrutaba su cola de pez. No digo que yo no lo haga, pero de vez en cuando me gusta sentir el agua en cada pierna. Después de todo solo la usábamos en nuestros tiempos libres. En las competencias están prohibidas, tiene lógica. No todos pueden controlarlas al 100% y otros siquiera quieren tenerla. Así que entrenábamos sin ellas.
Yo hace un poco más de un año que logre "domarla", recuerdo la primera vez que me la vi. Estaba con Haru en la playa. Que emoción tenía. No dejaba de moverme. Era una sensación extraña. Uno siente sus piernas, y cuando quieres mover una, la otra la acompaña. Es difícil acostumbrarse, no es lo mismo que tener pies, obviamente. Pero es genial.
Haru fue el primero en tenerla hace ¿dos años? Era quien más la esperaba. No lo expresaba pero todos sabíamos que la deseaba más que nadie. Su sonrisa ese día. Por extraña cosa que parezca la consiguió en pleno invierno, en su bañera. Era... digo, Es, de un color azul brillante, no como el cielo, tampoco como el mar. Un punto medio. Una combinación entre los dos tonos de azul. Totalmente monótono extendido de cadera a punta. Muy hermoso.
Al tiempo de Haru la conseguí yo, luego Rei y por ultimo Nagisa. Ninguno se salvó de las salpicaduras de Nagisa el dia que lo consiguió.
-Porque sonríes?- Siento la fría y suave voz de Haruka a mi lado. Siquiera me mira. Está jugando muy concentrado con sus manos y el agua.
-Recordaba los días que obtuvimos nuestras colas- siquiera me había percatado que sonreí, menos que mi amigo estaba a mi lado.
Luego de un silencio puedo ver una leve mueca de sonrisa en Haru recordando esos tiempos. Seguido esto toma un respiro y hunde su cabeza en el agua nuevamente.
Al otro lado de la piscina veo a Naguisa sentado en el borde con su cola mientras Rei analiza sus dos aletas que sobresalen a los lados de la salmón cola del rubio. Nado hacia ellos sintiendo una fuerte corriente por debajo de mí producida por Nanase que iba de una punta a otra desde el fondo.
