Derrumbar.

314 30 23
                                    

Cuando abrí los ojos el parecía estar a gusto con el beso. Mantuvo su mirada fija en la mía mientras tenía una leve sonrisa. Lo que inevitablemente me ruborizó.

Me basta con un beso suyo para olvidarme de cualquier cosa que tenga en la cabeza.

Avergonzado llevo la mirada a mi cola semi sumergida en el agua y el vuelve a enderezarse con las manos en los bolsillos de su ¿pantalón pijama?

-¿No nadaras?- le pregunto antes que cualquier otra palabra salga de su boca.

-No... ya no me apetece. Además tu parece que ya has terminado de entrenar- ¿está molesto porque vine solo? O me esta molestando...

-Yo nadare unos metros más. Hace calor para quedarse solo mirando- digo con una chispa desafiante- ¿No quieres refrescarte?- y lo salpico sacudiendo mi aleta.

Chistea quejándose mientras intenta secar las pocas gotas que lo tocaron. -Nada un poco más. Te espero aquí.- suena  serio.

No hay caso.

-Ya no me apetece- parezco un niño burlándome con su frase. Vuelvo a aparecer mis piernas y me giro hacia él. -Ayúdame a levantarme- le ordenó extendiendo mi brazo.

-¿En verdad no quieres nadar más?-

-Ya nade suficiente. Ayúdame- insisto sacudiendo la mano.

Se acerca convencido a pocos centímetros de mi y me ofrece su brazo sano. Antes de que pueda hacer fuerza le cojo la muñeca de un tirón cayéndonos los dos directo en la piscina.

Saca su cabeza empapada con todos los pelos en su cara. Su camiseta y pantalones totalmente humedecidos.

-Ahora tendrás que nadar con migo- digo victorioso. Aunque no espero ninguna dulce respuesta.

Sacude la cabeza enérgicamente y lleva todo su pelo hacia atrás. Yo no puedo evitar la risa ante la situación.

-Bueno... no querías nadar con migo después de todo?- repito, pero sigue sin hablar. No sé si esperar un Sousuke enfadado o juguetón o algún otro que tenga.

-y luego dices que no eres un niño- larga mientras me salpica

-tu tampoco eres muy adulto-  reprocho

Repentinamente las luces de la piscina se encendieron dejándome siego por un momento.

-Oh ya soy las 19 hs..- dice mientras mira las últimas luces que han quedado parpadeando.

-¿Como sabes?-

-Son automáticas. A las 19 hs de cada día se encienden- responde apuntándolas -

-Wow... realmente eh nadado mucho.- comencé a calcular y mínimo han pasado 2 horas que no salgo de aquí. -Entonces... ¿nadaremos?-

-Lo siento, mi hombro no está muy bien hoy. Y tu ya has nadado suficiente al parecer. -

Y mi corazón volvió a achicharrase. ¿Que haría yo si no pudiera nadar cuando quisiera?

-¿Que tan grave es lo de tu hombro?- es inevitable no decirlo entristecido

-No mucho, no te preocupes.- quiere evadir el tema, pero quiero saberlo.

Déjame enamorarte.  (SOUMAKO)FantasíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora