No huyas.

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Al abrir los ojos me tardo unos minutos en reconocer que no estoy en mi cama habitual, de Samesuka. Aún no acostumbro a dormir en el departamento.
Me recompongo sobre mis codos y observo la habitación con vagancia de lado a lado. Mis párpados pesan mucho,creo que aún es temprano, apenas hay luz del otro lado de la ventana.
Fue un instante lo que mi mente tardó en recordar todo sobre esa noche. Imágenes, sensaciones, sonidos, palabras comenzaron a resonar en mi cabeza despertándome de una cachetada.

Miro a mi lado inmediatamente y era claro que estaba solo entre las sábanas. Mi corazón se acelera y una horrible sensación comienza a hacerse sentir en mi pecho. Mi mano se estira sobre el lado vacío de la cama, las telas se encuentran frías.
La sensación es como la de una pesadilla, una mezcla de miedo e impotencia estalla dentro de mi.

Makoto no está.

Me levanto de un brinco haciendo contacto con el congelado piso. Aún estoy desnudo, así que velozmente cojo un bóxer de un cajón y me lo coloco a medida que camino hacia la puerta de la sala. Una parte de mi quiere creer que esto se trata de un juego, de una historia de novela y que al cruzar el marco de la puerta él estaría allí preguntándome cómo he dormido. Pero mi razonamiento teme, pero asegura, que no hay nadie. Que realmente se ha ido. Que estoy solo.

Y eso parece. He quedado solo.

Se fue. Sin decir nada. Simplemente se fue.

Con algo similar a furia entro al baño encontrándome con mi propio rostro mirándome fijo en el espejo. Mi respiración es desigual y ruidosa y esa sensación de abandono, de soledad , ya se apoderó de mi garganta con un doloroso nudo.
Mis manos presionan con fuerza los bordes del lavamanos creando unas punzadas innecesarias en mi hombro lastimado.

Vuelvo la vista hacia mi mismo. Luzco asustado. ¿Que hice? Todo esto es mi culpa.

Refriego mi cara con agua fría intentando tranquilizarme.

¿Qué hora es?
Vuelvo a la habitación en busca de mi móvil. 6:13 am. ¿A qué hora se ha ido?
Los trenes comienzan a funcionar  4 am...Seguramente camino hasta la estación de trenes por la noche. ¿Habrá llegado bien? Ni siquiera bebido café o comió algo antes de salir. Y dijo que no había cenado. ¿Y si le sucedió algo de camino a su casa? ¿Debería llamarlo?

Debo calmarme. 

¿ se ha olvidado algo?

Le doy un vistazo a la habitación y no hay nada en el suelo. Al menos mis últimos recuerdos son de la habitación hecha un caos.
Una sensación aún más extraña me recorre el cuerpo al ver que ha recogido toda sus cosas, e incluso acomodo mis ropas sobre una de las cajas.

¿Cuanto tiempo ha estado aquí y yo sin siquiera notarlo.?

¿Debería al menos enviarle un mensaje?
Miro la pantalla de mi móvil intentando decidir qué hacer en una situación así.
No sé qué pensar realmente. Es todo tan contradictorio.
Primero sus palabras conjuntas con sus lagrimas. Ese golpe bajo de repente, "te utilice". ¿Acaso estoy loco por no creerle? Makoto no es ese tipo de personas. O eso creía. ¿Entonces ...no siente nada por mi?
Sin embargo luego... su piel decía todo lo contrario. Sus besos. Su roce.
Cada centímetro de él fue mío.

-Por dios era tan lindo- no puedo evitar sonrojarme al recordar ese tipo de imágenes.
Caigo sentado en la cama sosteniéndome la frente sobre las manos con un aire de frustración.

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⏰ Última actualización: Jun 05, 2017 ⏰

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Déjame enamorarte.  (SOUMAKO)FantasíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora