¿Por que?

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-¿So-o-usu...?- mi nerviosismo se nota rotundamente – ¿Yamazaki?-  sonríe ladeado  al oír mi torpeza – ¿Qué haces aquí?

-Buscaba a Rin- me mira fijo, tan fijo que me hiela. Tan serio, tan frio. –Dijo que estaría aquí.-

-Ah..em.. si. Está en la piscina.- apunto el camino a la puerta que llevaba a esta.

-Gracias. – dio media vuelta y se fue.

            Siempre tuve cierta curiosidad por este chico. Me recuerda mucho a Haru. No su físico obviamente, su frialdad e inexpresividad. Algo intimidante también. Supongo que así debe ser con los "desconocidos". Lo he visto varias veces con Rin pero no mucho más que –hola- y –adiós-. Creo que esta es la conversación más larga que hemos tenido.  Cuando nos los encontrábamos nunca hablaba. Apenas sentías que estaba ahí.

-¿Qué lo hará feliz? -   a Haru el agua le da felicidad. –Pero ¿y a él? –  quedo unos segundos pensativo. – ¿Porque me interesaría saberlo? – Sonrío al darme cuenta que me lio con cosas sin sentido ni importancia.

             Una vez por todas me cambio y estoy listo para salir. Camino por donde vamos siempre con Haru. Por la playa. No es el atardecer pero las vistas son bellas igual. Algo de viento hace picar la arena en mis tobillos. No puedo sacarme de la cabeza a Haru y Rin. ¿y si realmente me gusta Haru? ¿Qué sucede? ¿Por qué no estoy seguro?

Estoy confundiendo amistad con amor. ¿Si me gusta, es amor?

             Cierro los ojos y suspiro. Estoy cansado de tan pocas respuestas. Intento enfocar mi mente en otra cosa que no sean estas estúpidas preguntas. Y volvió a aparecer en el fondo de mis pensamientos, un fuerte y brillante azul marino. –Qué bonito color-

             Por suerte puedo mantenerme despejado todo el camino.  Este color ayuda al menos. Ceno con mi familia, ayudo a mis hermanos con la tarea y voy a la cama. Con la vista fija en el techo mis dudas vuelven a caer, una tras otras, aunque esta vez están teñidas de azul. Este azul tan hipnotizaste. Tan relajante.  Me envuelvo en ese perfecto tono y caigo dormido.

              Como siempre paso a buscar a Haru por su casa. Es uno de los raros días en que llego y el está preparado para salir. 

-¿Porque te fuiste temprano ayer? - Pregunta seriamente sin desviar la mirada del camino.

-Tenía que hacer cosas en casa-  Respondí con mi voz amistosa de siempre. Obviamente no iba a decirle que me sentía mal al verlo con Rin.

-¿Porque no avisaste? Podía acompañarte a casa- Ahora si me está mirando. Sé que sabe que pasa algo con migo. Me conoce demasiado. Intento actuar lo más tranquilo posible.

-Te acababas de meter al agua.- contesto sonriente. –No quería molestarte. Te veías...- me tomo unos segundos para no decir nada fuera de lugar –entretenido.-

Déjame enamorarte.  (SOUMAKO)FantasíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora