Somos un Caos (Zayn & tú) (Segunda temporada de Sexo, Alcohol y Drogas)

Capítulo 1

Se supone que despertaría temprano. Sí, también se supone que seas madura. Buen punto cerebro.

Me desperté con resaca de día Domingo, tenía sesión de fotos a las cuatro y....decidí cancelarla, no llendo.

Estiré mi cuerpo y, como mi lindo esposo ya sabía lo que sucedería, me dejó mis pastillas de dolor de cabeza en el velador y un vaso de agua. Hubiera preferido una margarita. Tomé la pastilla y me levanté de la cama.

-Amor de mi vida, purro caliente, coordinador del coro de gemidos....-Bajé. Ahí estaba, como siempre. Tan bello y perfecto como siempre.-Zayan!!- Lo abracé y besé su mejilla.

-¿No te duele la cabeza?- Dijo calmado. Me senté en sus piernas y tomé un sorbo de su café.

-Sí, está que me explota, pero no me importa, porque estás tú.- Trató de besar mis labios, pero corrí mi rostro.- Aliento de cadaver de perro. No recomendado.- Giró sus ojos y me desobedeció robandome un piquito.

-¿Vas a tu sesión hoy o será la cuarta a la qué faltas?- Reí y lo corté inmediatamente, porqué me pegó un retumbe en la cabeza.- Tránquila...

-Voy a faltar, además me llamaron de la 261 y quieren que modele la próxima semana. Soy la mejor a pesar de la más loca.- Rió burlón y besó mi frente. 

Bajé de las piernas del moreno y le robé otro trago de café.

-¿Te das cuenta de cuántas facturas de prostitutos han llegado últimamente?- Mostró unas voletas, solo unas cuantas más desde el mes pasado.-______ no hay día que no te repita que madures. tienes 26 años. ¿Qué pasa si te detectan VIH o Gonorrea? o ¿Si quedas embarazada de uno de esos cochinos? No sabré como sacarte de una de esas. Cuándo te pedí matrimonio...-Buen día aquel, no creí volver a mis botellas entonces, pero es divertido hacerlo y escapar de los rumores e insultos de la prensa un rato.-....Pensé que esto sería serio. No quiero una relación así. 

-A ver, a ver. No te he engañado, todos los putos los comparto contigo y ellos solo me chupetean, ninguno me atraviesa nada, así que no sé de que te quejas. Sé lo que hago ¿ok? Como tú dices, tengo 26 años, soy mayor de edad, por lo tanto hago lo que se me dé la regalada gana.- Bufó y se levantó. Revolvió su pelo  y me pasó a un lado, pero frenó y me hizo voltear.

Su postura me intimidaba, pero no lo demostraría.

-¿Sabes qué? Te hubieras ido con el teñido, Claire era domable.- A mi nadie me habla así. Tengo postura y este idiota no me la quita.

-Claro, era fresa, y te gustan las fresas, soy demasiada fruta para un marica como tú.- Esta vez yo lo pasé por al lado y fuí arriba.

Zayn me trató de agarrar.

-¡_____! ¡Esto es ridículo, peleo con una alcoholica!- Frené y me puse muy cerca de él.

La cabeza me palpitaba, pero no me dejaría callar por un idiota.

-¡Fíjate que esta alcoholica te tiene a su merced, hijo de perra, no me grites que tengo resaca!- Le repliqué más fuerte. Su mandíbula se tensó y me agarró las muñecas con fuerza.

-Sabes que te amo....-¿Lo ven? Sí está a mi merced. Oculté una sonrisa. Agachó su mirada.-....Pero considera lo nuestro. Quiero fidelidad _______.- Quería hacerlo, daría lo que fuera por Zayn. Pero hace tres años no creí que ser modelo me traería tantos problemas...

Asentí y lo abracé.

-No más putos, lo prometo.-Sonreí. Zayn me regaló un "te amo"  y me besó.-Tomaré una ducha...-Lo solté y caminé lentamente al baño. 

Mientras  llenaba la tina pensaba como había llegado a todo esto...Hace poco me acusaron de prostituírme, de engañar a Zayn con un chico llamado Drew. Solo le respondí un par de tweets y sus fans empezaron a amenazarme. Algunas me llaman "perra" y cosas aún más elavoradas, sin siquiera saber que es estar en mis zapatos. A veces me sentía demasiado sola, ni Niall, ni Claire, nadie estaba para mí, hasta llegar a casa....sus ojos cafés, con ese brillo precioso que te hace olvidarte de todo, sus brazos acogedores, sus largos y delicados dedos, su bien cuidado cabello, todo su físico....pero no solo eso. Podía aguantar mis caprichos, me hacía reír cuando lo necesitaba, era cariñoso y estuvo conmigo antes de que yo me volviera lo que soy. Lo conozco y le confio todo. A Zayn.

***...***...***...***...***

Salí de la tina y volví al cuarto, Zayn miraba por la ventana. Prensa. 

-Cierra las cortinas, por favor...-No seré sensible, los odiaba. Con cada parte de mi ser. Ellos solo quieren información y, si no es lo suficientemente interesante, arman toda una mentira escandalosa para arruinar la vida ajena. 

-Ay cielo....-Se acercó a mi y me abrazó. Mi piel fría se volvió más tibia al contacto con la suya. Lo miré a los ojos y lo besé. Nuestras lenguas se encontraron de pronto y con sus dedos, desató el nudo de mi toalla. Cayó al suelo, dejandome desnuda entre sus brazos.

Empecé a subir su remera, hasta quitarla. Su cuerpo era tan perfecto. Como un ángel. Solo ponganle alas...un ángel caído del cielo, para ayudar a una tonta como yo.

Besó mi cuello y mis hombros. Desabroché sus pantalones y nos recostamos en la cama, ahí pude quitarselos sin problemas. Acarició mi cabello y giramos, dejandolo a él encima de mi. 

Acaricié su espalda con calma y bajé a su trasero. Metí la punta de mis dedos en el bóxer y llegué hasta al frente, donde se encontraba estirando la tela, su ya fomada erección. La tomé y acaricié de arriba abajo, con calma, pero fuerza.

-______....te a-amo.-Gimió de pronto. Sonreí tímidamente.

-Yo más precioso.- Solté su miembro y bajé su ropa interior hasta quitarla.

Estiró su cuerpo al velador y sacó un peservativo.

-Yo lo haré, cariño.- Rasgué el paquete con mis dientes y saqué la goma. Presioné la punta suavemente y bajé lo que seguía, rodeando la longitud de su pene. 

Separó mis piernas con sus rodillas y tomó mis muñecas con una de sus manos por sobre mi cabeza.

Entró suavemente y salió de la misma manera 5 veces más. Pero no se quedaría así. Me pidió permiso para continuar con sus ojos, asentí. Ahora era más intenso.  No podía ocultar los gemidos, mis paredes se cerraban contra él. Ya venía...

***...***...***...***...***

-Bien mi amor, has estado maravillosa. Como siempre.- Besó mi cabello.

Sentía su pecho subir y bajar. Escuchaba los latidos de su corazón tranquilos. Era un momento de paz.

-Ya debo empezar a arreglarme para ir.- Dije depositando un suave beso en sus labios. Asintió y me levanté a vestirme. Cuando estuve lista, me despedí de mi esposo y me fuí, intentando atropellar a uno de los...digo, intentando no matar despiadadamente a ninguno de esos mugrosos paparazzis.