Capítulo 3

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-Oh mira como tiemblo -contesté mientras caminaba firmemente-.

Me dirigí a mi clase, llegue pronto, así que me coloqué los cascos y me relaje todo lo que pude escuchando música. 

Las clases restantes se me pasaron bastante deprisa, y volví a casa. Me di un baño bastante largo, siempre con mi música de fondo, hice alguna tarea, y me preparé para ir a ver a la estúpida doctora Allman. Me coloqué unos shorts vaqueros, mi camiseta de los ramones cortada, en la que un hombro caía y quedaba algo más corta que lo habitual y por último las Dr Martens.

Llegué pronto, y esperé en la sala de espera de la consulta, estaba lleno de adolescentes, y todos parecían estar bien, por qué estaban allí? Yo me veía bastante peor que ellos, tenía un problema de verdad? Seguía metida en mis pensamientos cuando la puerta del despacho de la doctora se abrió y un chico pelirrojo de ojos verdes salió por la puerta. La doctora me miró.

- Vamos Katherine, es tu turno.

Me levanté del sillón de mala gana y me entré en el despacho. El despacho no era el típico que pintan en las películas con un sofá negro donde tumbarte. Había un sofa, sí, pero estaba ahí para cuando vienes a la primera cita, con tu familia, o la persona que te traiga.

*Flashback*

- Buenas tarde doctora Allman -dijo mi padre extendiendole la mano- está es mi hija Katherine.

- Hola señor Brook, Katherine, estoy encantada de conocerte y tenerte aquí.

Yo no hablaba, no decía nada, yo no quería estar aquí, venía porque si no no podría vivir sola en la casa de mi padre, y eso era lo que quería, quería estar sola el mayor tiempo posible, y no tener que vivir con mi padre, un padre que había sido inexistente hasta hacía aproximadamente dos o tres meses, que le importaba yo ahora? Oh si, es verdad, ahora sólo le tenía a él. Lo único que había hecho por mí fue sacarme de Portland.

- Bueno, contadme un poco la situación.

Mi padre mi miró, yo no pensaba hablar, así que él empezó.

- Hace dos o tres meses, la madre y la hermana de Katherine murieron, y vive conmigo desde entonces. Un día cuando llegué del trabajo, tuve que llevarla al hospital porque se había intentado quitar la vida, se cortó, yo vivo al otro lado de la ciudad, y quiero que vaya a este instituto porque es el mejor, la he comprado una casa, pero no quiero que vuelva a pasar nada, no se si podrá estar sola, y además, ella tiene pesadillas por la noche.

Espera, qué acababa de decir, esto ya era el colmo, hablaba de mí como si yo no estuviera ahí, y encima decía eso, no, ya era demasiado.

- POR QUE COÑO HABLAS DE MÍ COMO SI YO NO ESTUVIERA AQUÍ, -dije gritando- NO HAS EXISTIDO PARA MÍ HASTA HACE DOS MESES, Y TE ATREVES A HABLAR ASÍ DE MÍ, COMO SI ME CONOCIERAS, NO, NO TE LO PERMITO.

- Katherine, lo quieras o no soy tu padre, y ahora tengo que cuidar de ti.

- SÍ, LO SE, Y ES TODO POR MI CULPA, JODER, NO HACE FALTA QUE ME LO RECUERDES.

Empecé a llorar, como cada vez que lo recordaba, todo había sido por mi culpa, mi culpa, joder.

- Bueno Katherine no te preocupes, trataremos todo eso en las sesiones, por hoy ha sido suficiente, tienes que venir dos o tres veces a la semana, todo depende de ti, por ahora, quiero que vuelvas mañana a esta hora.

- Pues vale -dije de mala gana saliendo del despacho-.

*Fin del flashback*

- Bueno Katherine, cómo estás? -dijo la doctora una vez me hube sentado-.

Brave (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora