Puppy (Sterek)

Barro, lobos y trampas para osos.

Stiles se levantó de un salto y se acomodó la ropa sucia del barro.

Era ya la cuarta maldita vez que se caía por culpa de una puñetera rama que no había percibido en su campo de visión. La lluvia y la oscuridad no le ayudaban en absoluto.

Suspiró ahogando el grito de frustración que amenazaba con salir de su garganta en el momento menos pensado.

Stiles ya estaba cansado. Había estado esperando a que los chicos del equipo de Lacrosse aparecieran, como le habían prometido, para ir a beber y fumar un rato.

Estaba claro que el no fumaría, pero no le vendría mal un poco de alcohol en las venas.

Pero por desgracia solamente había sido otra de las jugarretas de los populares. Le había sorprendido que se le acercaran de repente y se lo preguntaran, pero Stiles pensó ''Ey, ¿Porque no?'' ¿Porue por una vez no podía hacer amigos?

No era la primera vez, pero Stiles se prometió que sería la última. ¿Y que si tenía que almorzar solo cada día? No pasaba nada.

Porque la verdad era que Stiles no tenía amigos. Era un marginado. Pero un marginado de verdad, era tal grado de inadaptación, que ni siquiera los inadaptados, que en realidad no lo eran porque se adaptaban entre ellos, le querían en su grupo.

Y por eso era que había estado esperando tres horas bajo la lluvia a que los chicos más geniales del instituto fueran a por el. Sabiendo que iba a resfriarse y probablemente a morirse de hipotermia porque hacía un puto frío de cojones. Pero ahí seguía él,en mitad del bosque.

Ni siquiera sabía porque había confiado en Jackson Witthemore y en su palabra. Todos sabían que era un hijo de mala madre.

Así que mientras iba maldiciendo a todas las personas de su asqueroso instituto, Stiles Stilinski, con sus 17 años recién cumplidos, volvía a su coche. No recordaba muy bien dónde lo había dejado pero eso no le daba bastante igual, encontraría el camino, o llamaría a su padre para que le fuera a buscar.

Entonces un gemido de dolor le llamó la atención, se paró en seco y dejó de respirar unos segundos, intentando de ese modo, oír mejor a través de la lluvia.

Genial, había empezado a delirar.

Cuándo ya estaba segur de que habían sido imaginaciones suyas, volvió a oír el llanto.

Esa vez sí situó el sonido a su derecha. Empezó a avanzar con paso firme esquivando plantas y rocas para no volver a tropezar, atento a cualquier sonido que le pudiera dar una pista de dónde se encontraba el animal herido.

Suponía que había sido algún animal que se había quedado atascado en una trampa para coyotes.

Pero, al llegar, su corazón dio un salto.

Un enorme lobo negro estaba tumbado gimoteando de dolor entre unos matorrales.

Stiles se dio cuenta del problema enseguida. Tenía una pata trasera atrapada en una trampa de cazadores.

Sin saber que hacer se quedó mirando cómo el pobre animal sufría.

Se relamió los labios y decidió ser valiente por una vez.

Ser valiente para él mismo.

Sin que nadie lo estuviera viendo.

Sin que nadie le felicitara después.

Solamente el mismo.

Se acercó despacio al animal, que levantó la cabeza con las orejas bajas al verlo.

-Shh... amigo...voy a intentar ayudarte...-Le dijo en tojo bajo.

Estaba tan cerca que si alargaba el brazo lo tocaría.