Dorsales 24, pelotas, goles y tíos en pantalones de deporte.

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Scott no era tan mal tío.

Un poco idiota a decir verdad, pero buena persona. Lo sabía porque le había pedido que le fuera a ver jugar. Que quería su apoyo.
El apoyo de un amigo.

Stiles tenía un amigo.

El frío había hecho que sus mejillas adquiriesen un tono rojizo, el viento helado le pegaba directamente en la cara. Pero estaba siendo un partido emocionante, quedaban pocos minutos de jugo y estaban empezando a remontar. 

-¡GREENBERG!¿QUE COJONES ESTAS HACIENDO?- Finstock gritó al pobre dorsal 42 que le miró asustado por las rejillas de su casco.

-ESTOY DEFENDIENDO ENTRENADOR.-Respondió este.

-Este chaval está acojonado.-Una mujer morena de pelo rizado comentó a su lado.

Stiles asintió.

-¿Eres el hijo del Sheriff, verdad?-Le preguntó ella.

-Hum, si, mi padre es John Stilinski.

-Y tu eres Mieczyslaw.- La mujer le sonrió.

Stiles parpadeó un poco antes de asentir y devolverle la sonrisa.

-Soy Melissa McCall.-Le tendió la mano.- La madre de Scott.

-Sí, lo se.-Se contuvo para no soltar una de sus frases sarcásticas.- Hemos ido a clase juntos toda la vida, me acuerdo de ti.

-Eso está bien.- La mujer, o Melissa volvió a centrarse en el cesped, por lo tanto Stiles hizo lo mismo.

Lydia Martin estaba dos asientos más adelante con una pancarta que levantaba con ayuda de Allison cada vez que marcaban un punto.

Acababan de meter un gol en contra al equipo y la grada empezaba a perder la esperanza de ganar. Finstok había pedido tiempo muerto y les estaba gritando a todos. A todos, pero sobretodo a Greenberg.

-¡NO ES MI CULPA QUE SEAS UN INÚTIL!-Le gritó y Stiles juraría que le escupió en la cara.

-¿SABE QUE LE DIGO? QUE LE JODAN, RENUNCIO.

Todo el mundo observaba como el pobre chico se quitaba el casco y lo lanzaba al suelo pegándole una patada. El entrenador miraba por donde su archienemigo acababa de salir y luego se giró a mirar a su equipo. 

Silencio absoluto.

-¿QUE COJONES ESTAIS MIRANDO? A JUGAR.- Gritó al cabo de un rato.

-Pero entrenador, nos falta un jugador.- Le recordó Isaac Lahey.

El hombre posó su mirada en las gradas mientras las escrutaba rápidamente.

-¡TU!¡BAJA AQUÍ!

Stiles tardó un poco en darse cuenta de que le hablaba a el.

-¿Yo?

-¡SÍ, TU HIJO,  BAJA YA!

-P...pero.-Intentó protestar, pero el hombre ya le había cogido del brazo y tiraba de él gradas abajo.Le lanzó la protección y el equipaje con el dorsal 24 y le mandó a cambiarse al vestuario.

Stiles lo hizo. Vaya si lo hizo. Lo hizo porque bueno, Stiles Stilinski de 17 años recién cumplidos ¡iba a jugar a Lacrosse! ¡Con el equipo oficial!

Cuándo salió al campo la grada le aplaudió y Stiles realmente no se había sentido tan feliz en su vida.  Por otro lado, tanto Jackson como Isaac como Boyd se miraban de reojo, nada contentos con su nuevo compañero de equipo.

Scott se le acercó trotando.

-Bueno Stiles, el juego es simple, coge la bola y metela en la portería, si no te ves con coraje, pasala, a mi o a Jackson si es posible.-El castaño asintió mientras se preguntaba si McCall pensaba que era imbécil o algo por no saberse las reglas del Lacrosse.-Bien, vamos allá.

Hizo una seña al árbitro y este hizo sonar un silbato.

El juego empezó y a Stiles le costó un poco adaptarse a la poca visibilidad que le proporcionaba el casco. Como estaba algo desorientado empezó a hacer lo que hacían el resto de sus compañeros, que se resumía básicamente en 10 tíos corriendo detrás de una bola como subnormales.

Empezó a sudar y miró al marcador, quedaban siete minutos, solamente siete minutos de partido y perdían de 2 goles. Como mucho iban a empatar.

De algún modo que ni siquiera el entendió la pelota acabó en su red en cuestión de segundos.

-¡CORRES STILES! ¡CORRE!- Oyó que Scott gritaba desde el centro del campo. Y él, pues obedeció.

Empezó a correr como lo había estado haciendo desde hacía unos 4 minutos. Como lo hacía cuándo le quitaba una bolsa de comida basura a su padre. Cuando Derek empezaba a perseguir a los universitarios en el parque.

Y llegó en frente de la portería, y algo le decía ''Lanza'' y como esa noche estaba siendo muy servicial y obedecía todo lo que le decían, pues lanzó.

El corazón empezó a palpitar como si le fuera a salir del pecho. El tiempo parecía que se paraba.

Y falló, porque, oh vamos, era Stiles Stilinski.

Iba a llorar, él sabía que iba a llorar, iba a hacer el cuadro delante de unas doscientas personas y su reputación (De eso no tenía pero en ese momento le daba igual) se iba a ir a la mierda. Algún capullo seguro que se lo comentaría a su padre y el pobre Sheriff solo se preocuparía más por tener un hijo al que todos odiaban.

Joder.

¿Porque nada, absolutamente nada le salía bien?

En su última vida debió ser un hijo de puta muy grande para que la vida fuera tan cruel como era.

Notó una mano en el hombro.

-No pasa nada hombre, todos fallamos.- Le sorprendieron esas palabras, y le sorprendió que fuera Isaac Lahey quien las dijera.

-Uh, gracias.

-¡¿PERO QUE COÑO HACÉIS AHÍ PARADOS?! ¡A CORRER PEDAZO DE MIERDAS!

Stiles pensó que el entrenador daba mucha caña a sus jugadores, pero no se quejo y corrió detrás de Lahey para defender a uno de los jugadores contrarios. 

Boyd consiguió arrebatarle la pelota en cero coma, y el juego volvía a ser suyo. El defensa le pasó la bola a Scott, que empezó a correr y a esquivar a la gente y como si nada, metió gol.

-Eso ha sido... ¡INCREIBLE!- Stiles levantó los brazos celebrando el gol del equipo con el resto del campo.-¡Casi sobrenatural!- Palmeó la espalda del dorsal 11 y se preguntó a si mismo cuándo había establecido esa confianza.

Scott le dio una mirada que no supo muy bien como descifrar, pero lo atribuyó al contacto físico y lo dejó pasar. 

El otro equipo volvió a intentar anotar, esta vez fue Whittemore que robó la pelota y se la pasó a Isaac que, por algo que no comprendió, se la pasó a él, ganándose una mirada desaprovadora de Jackson, pero pareció que a Isaac se la soplaba bastante lo indignado que estaba su amigo, porque simplemente le sacó el dedo de enmedio burlón.

Esta vez Stiles consiguió marcar gol. Y fue algo que hizo por simple instinto. El sonido de la red siendo golpeada por la bola nunca había sonado tanto a gloria. ¡Acababan de empatar! ¡Y era gracias a él!

Se giró a la grada, pero notó que no le estaban prestando atención a él.

Un chillido de alguna chica del público le hizo centrar la atención en la silueta del individuo que acababa de aparecer solamente en pantalones de deporte, que inmediatamente se desplomó en la hierba del campo.

-¡ES DEREK HALE!- Alguien gritó.- ¡Y ESTÁ CUBIERTO DE SANGRE, LLAMAD A UNA AMBULANCIA!

Puppy (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora