Capítulo 44

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-¡Feliz cumpleaños Aden! -gritó Raven a penas puso un pie dentro del departamento. -¿Cómo está mi sobrino favorito?

-¡Oye! -exclamó Octavia mientras le pegaba con el codo a Raven. -¿Y Luna no es tu favorita?

-Tranquila cariño, por eso dije sobrino, Aden es mi sobrino favorito y Lunita es mi sobrina favorita -se excusaba Rae mientras se hacía cariño en su brazo adolorido. -Si que sabes pegar a pesar de tu altura.

-Tengo otras sorpresas también que no te podrías imaginar.

-¿Te estás sobrepasando conmigo Octavita?

-Ni en tus sueños Reyes. -respondió mientras besaba a Lincoln.

-Es toda mía Raven -dijo riendo Lin.

-Ni modo... Yo me quedo con mi Bell, será muy aguafiestas pero -se acercó a su chico- es mi chico.

-¿Ustedes se han dado cuenta que hay más niños acá escuchando las tonterías que hablan? -pregunte aguantándome la risa para parecer seria.

-Oh maldicion, lo siento pequeños, ignoren toda esta conversación -se disculpó Raven.

-Gracias por obligarme a hacer esta fiesta Rae, la verdad es que no quería hacer una celebración. -dije mientras nos acercábamos todos a la mesa donde se encontraban los snacks y bebidas.

-Lo sé, debe ser difícil, pero debes recordar que es el cumpleaños de tu hijo y que cuatro años no se cumplen siempre.

-Tienes razón... Solo me hubiera gustado que ella hubiese estado aquí.

-Y lo está, de alguna manera u otra... Lo está.

-Quiero creer eso -una lágrima luchaba por salir de mi ojo derecho.

-Tranquila... Ahora, ¡a celebrar!

-Luna, entrégale el regalo de cumpleaños al pequeño Aden. -dijo Lincoln a su hija.

-Aquí lo tienes Aden, feliz cumpleaños.

-Gracias Luna. -dijo Aden mientras abría el paquete -¡Es justo lo que quería! ¡Mira mamá!

-¿De verdad querías unos lápices para pintar? -preguntó Luna.

-¡Sí! -el pequeño estaba muy feliz con su regalo -Mi mamá suele pintar mucho, y quiero parecerme a ella.

-Mamá. ¿Tía Clarke no vendrá al cumpleaños de Aden? -preguntó Luna quedando todos nosotros en un breve silencio.

-No cariño... -comenzó a decir Lincoln- esta vez no.

-Es una lástima, debería estar aquí para ver cómo Aden juega con sus juguetes nuevos.

-Ve a jugar con tus lápices hijo -dije cambiando el tema.

-Ahora iré mamá. ¡Te haré un dibujo!

-Lo esperaré con ansias -abracé a mi pequeño y lo besé en su frente- ahora ve con tus amigos.

-Te quiero mamá.

-Yo también a ti campeón.

La tarde transcurría muy tranquilamente, los pequeños amigos de Aden lo estaban pasando de maravilla, podían comer y tomar todo lo que quisieran sin que nadie se los prohibiera, estaban asombrados del enorme departamento en el que vivía Aden, y todos los juguetes que tenía además de tener las últimas consolas que salían en el mercado. Quería darle a mi hijo todo lo que no tuve cuando pequeña y que tanto deseé.

Todo lo que sube tiene que bajar - clexa AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora