Capítulo 2

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Todos los alumnos se quedaron en silencio. No se atrevían ni a respirar. Se miraron los unos a los otros, avergonzados. La ilusión de comenzar el primer día ya se había disipado gracias a esa profesora. Todos pensaban exactamente lo mismo en ese momento de máxima tensión: ya la odio. Y por si era poco, tendrían que aguantarla durante nueve meses. ¿Cuánto quedaba para final de curso?

─Así tenéis que estar. Calladitos ─dijo la profesora sentándose en su silla, con una sonrisa triunfante plasmada en la cara─. Bien. Me llamo Uxue Stant y voy a ser vuestra tutora durante este curso. Voy a daros clases de historia y geografía.

Allie puso cara de asco al oír esas últimas palabras. Odiaba historia y geografía, era la asignatura que peor se le daba. De repente sintió un escalofrío por todo el cuerpo y sus pensamientos se desvanecieron. Miró a la Sra. Stant que estaba mirándole a Allie fijamente mientras hablaba. Seguro que le había leído los pensamientos, su cara lo delataba todo. Allie se puso roja y miró al suelo. Realmente lo iba a pasar mal durante estos nueve meses. Pero lo que ella no sabía era que no lo iba a pasar mal por su profesora.  

De pronto, se escucharon unos golpes en la puerta; alguien estaba llamando. La profesora dejó de hablar.

─¡Adelante! ─gritó la Sra. Stant para que pasase quien sea que estuviese en el otro lado de la puerta.

Se abrió la puerta lentamente y apareció un chico joven, de unos veinticinco años. Era alto, moreno, de pelo negro corto y tenía un ojo azul verdoso y el otro marrón. A diferencia de Uxue, vestía con ropa más informal: unos pitillos azules algo rasgados y desgastados y una camiseta blanca, que iba debajo de una camisa vaquera, y que dejaba ver sus musculosos brazos decorados con algún que otro tatuaje. Además, tenía un piercing en la nariz. Muy guapo, a decir verdad. ¿Era un profesor? Parecía muy informal, por decirlo de alguna manera, como para ser profesor. Allie nunca se había imaginado que tendría un profesor así en la vida. 

─¡Ah!, eres tu. Te estaba esperando. Chicos, este va a ser vuestro cotutor, Luke ─dijo la Sra. Stant con una sonrisa en la cara.

Vaya,  para tener cara de amargada sí que sonreía mucho. Igual le gustaba este tal Luke...

Lucía se quedó mirando fijamente a su cotutor, pero pronto se dio cuenta que la Sra. Stant le estaba mirando con cara asesina. Lucía desvió la mirada a la ventana y se quedó pensando: "Ah... Es guapísimo y ese piercing en la nariz solo le hace más sexy. Me pregunto qué clases nos dará... ¡Espero verle todos los días! Espera, que extraño, ¿por qué me habrá mirado con cara asesina la profesora? ¡Oh!, igual le gusta Luke... No, no puede ser... El es tan moderno y joven y ella es tan formal y... Mayor. Bueno, luego hablaré con Allie, a ver qué piensa ella".

─Buenos días chicos. Me llamo Luke Roset y os voy a dar clases de plástica y de música, así que supongo que nos veremos casi todos los días. Tenemos dos horas de cada asignatura a la semana y para los que no deis francés, yo os doy clases de informática ─dijo Luke con una sonrisa malvada.

Lucía se sumergió de nuevo en sus pensamientos, mientras que miraba fijamente a Luke "Dios, es que es tan guapo... Tiene una sonrisa demasiado perfecta. ¿Pero qué dices, Lu? Madre mía, ¡estoy loca!, nunca voy a poder conseguirle, está fuera de mi alcance... Pero me va a ser imposible no pensar en él si tengo que verle todos los días de la semana. Da igual. ¿Desde cuándo pienso yo así de los chicos? ¡Lu! Céntrate de una vez, por Dios".

La primera hora se pasó volando, pero como todos los años ese día era el que más rápido parecía terminar. Los profesores ya habían entregado los horarios y habían introducido sus asignaturas, así que solo quedaba que los demás profesores introdujeran las suyas. Es decir, no harían absolutamente nada en el resto del día.

Vida de una skaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora