Consternada con lo sucedido me encerré en mi cuarto, con la espera de que mi madre recapacitara lo dicho.
Al cabo de una hora baje a la sala y no encontré a mi madre, ni en su cuarto, ni el jardín. En ninguna parte me pregunte. ¿Qué estaba pasando?
La semana paso volando ese mismo día llego Gianluca, yo completamente feliz pero a la vez triste mi madre me estuvo evadiendo toda la semana.
Francisco: Disculpen que les interrumpa pero quiero hacer algo diferente hoy. Les parece una pequeña salida en nuestro barco.
Gianluca: Me parece increíble, respirar otro aire es lo que uno necesita.
Yo solamente sonreí. En el barco mi padre le enseñaba a Gianluca a manejarlo y yo solo miraba con satisfacción pero los quise dejar a solas era el momento de hablar con mi madre.
En la cocina.
Andrea: Puedo saber porque no me dirige la palabra. Por favor hábleme y ahora ¿Qué hice mal?
Cristina: Creer en Gianluca.
Andrea: Usted sigue en esa idea, mire, a pasado una semana y Piero no se ha revelado otra razón más para no creerle.
Cristina: Cuando sea el momento adecuado lo hará.
Andrea: Usted es cómplice de todo esto.
Cristina: Solamente de la verdad y por favor me dejas sola, sabes que me gusta estar sola en la cocina.
Y de nuevo me volvió a evadir; no sé lo que pasaba pero no me gustaba para nada esta situación.
Gianluca: Amor te estaba buscando ven.
Me cogió de la mano y me llevo a la parte de atrás del bote. Sentados y abrazados así sentía mucha paz.
Gianluca: Estos momentos son únicos. Si por mi fuera me pasara horas así.
Francisco: Gianluca ven te tengo una sorpresa, disculpa hija te lo vuelvo a quitar.
Andrea: Y quién maneja el barco.
Francisco: El piloto automático.
Yo no sabía que teníamos esa clase de tecnología. Fui por si acaso a la cabina de control.
Y lo que vi fue una hermosa, espectacular espalda, unas piernas muy fuertes musculosas; así cuantas no quisiéramos un piloto automático. Me acerque con recelo.
Andrea: No lo puedo creer ¿qué haces aquí?
Piero: Tu padre me dejo al mando, no te asustes.
Andrea: Yo no te vi llegar.
Piero: Claro porque vivo aquí.
Andrea: ¿Cómo? Con que permiso.
Piero: De tu madre y padre.
Andrea: Tanto llegaste con tus mentiras, hasta cuando más tendré que soportar esto Piero.
Piero: Hasta cuando se sepa la verdad.
Piero me miro de arriba hacia abajo y viceversa, eso me intimido un poco.
Piero: Te ves hermosa en traje de baño.
Andrea: Yo mejor me voy.Al querer salir de la cabina Piero me jalo hacía él, sentía su fuerte abdomen junto al mío sus brazos en mi espalda, su respiración a mil por hora.
Piero: Es hora que admitas que todavía sientes algo por mí.
Andrea: -respirando hondo- Admito que deberías estar lejos de mí y lo que estás haciendo no es correcto.
Pero algo fuera de si, querer saborear eso labios color cereza, me envolvió en su trampa y cerré los ojos. De repente ya no sentía sus brazos, ni nada. Cuando los abrí, él se estaba alejando.
Piero: Solo espero el momento correcto. Recuerda que TE AMO.
Al alejarse Piero llegó enseguida mi padre. Listo hija otra vez al mando. Pero en realidad el barco si estaba con piloto automático. Lo cual hizo que mis ojos se salieran de tal impacto.
Después de eso otra semana transcurrió y la última de mis vacaciones.
Despertando en mi cuarto un sábado por la mañana totalmente desnuda en los brazos de Gianluca, sentía su olor y mi felicidad era infinita.
Gianluca: Hoy tengo boletos para el teatro ¿Quieres ir?
Andrea: Si será todo un placer.
Gianluca: Debo irme a la disquera pero enseguida vuelvo.
Andrea: Está bien.
Me quede dormido una hora más.
Al despertar baje a desayunar y mire a mi madre, que seguía evadiéndome.
Mire una deliciosa ensalada de frutas pero de inmediato me produjo un asco absoluto.
Andrea: No, no, no quiero.
Me tape la boca pero no lo soporte más y fui al baño
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Andrea: La Historia de un Amor - con Piero Barone de IL VOLO
FanficTe invitó a ver una forma diferente del amor. Esta historia es creada por mi, espero les guste.