Capítulo 52

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Ignazio: No te vayas, lo siento tanto.

Ignazio me abrazo, sentir ese alivio de no deber ningún sentimiento de rencor, me sentía mejor por dentro.

Andrea: Es bueno saber que todo está bien.

Ignazio: Mis palabras salieron de ira, lamento haberlo dicho y créeme que no es así, en sí creo que pasaste un incómodo momento.
Andrea: Pero ya paso.

Cogí la mano de Ignazio y le di unas palmaditas, él sintió mis manos, mis brazos hasta llegar a mis hombros, se sentía extraño esos movimientos no sabía que trataba de hacer.

Ignazio: Andrea estás muy flaca.
Andrea: Es broma, siempre he sido delgada.
Ignazio: No, esto no es sano siento tus huesos.
Andrea: Pero esto no viene al caso, porque hablamos de esto y juro no tengo ningún problema alimenticio.
Piero: ¿Qué está sucediendo?
Ignazio: Al parecer Andrea está demasiada delgada.
Andrea: Pero por qué hablamos de esto.
Ignazio: Pues se te ven los huesos Señorita y eso no es sano, no me agrada.
Andrea: Bueno para que veas que no me pasa nada mañana o pasado me iré a hacer un chequeo general.
Ignazio: ¡Ahora!
Andrea: No puedo *susurrando* acuérdate de Gianluca.
Ignazio: Ah, bueno pero prométeme que mañana iras a hacerte el chequeo
Andrea: Te lo prometo. Bueno ahora sí debo irme estoy cansada, y es de noche.

Me despedí de Ignazio y desde lejos le dije adiós a Piero. Iba directo a abrir la puerta y sentí un golpe en la frente que me boto al piso.

Karen: Lo siento tanto, ¿estás bien?

Levante la mirada con el ceño fruncido y vi a Karen, mis ojos se abrieron de par en par.

Andrea: -tocándome la frente- sí, eso creo.

Mi frente me dolía, ya tenía la sensación de que se me estaba haciendo morado el golpe. Ignazio me levanto justo en la habitación había hielo y me lo puso en la frente.

Andrea: Gracias.

Karen al ver que estaba mejor fue directo a donde Piero quedaron juntos en un tierno beso.
Me despedí de nuevo de Ignazio con el hielo en la mano salí de la habitación, sentí ese punzón en mi corazón, todavía sentí algo por Piero, camine pronto a la puerta cogí el primer taxi y lo aborde.

Llegando al departamento tire el hielo en el pasto, esperaba que no se me haya inflamado el golpe no quería evitar sospechas. Al entrar y cerrar la puerta, vi a Gianluca en la sala totalmente triste, estaba agarrado de una almohada, abrazándola, como el día que no quería que hablara con Piero, esa escena me hizo entender una sola cosa......

Andrea: La Historia de un Amor - con Piero Barone de IL VOLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora