La Oveja y El Lobo [[FINALIZADO]]

Otsutsukis

POV KAKASHI:

No puede ser, de todos los malditos restaurantes de esta ciudad, tenían que venir a este – "Tranquilo, Kakashi... Si no dices y haces nada, a lo mejor no te noten" – si claro, maldita ciudad, maldito tren, malditos Uchihas y maldito cabellos delatadores... "¡Los odio!"

- Disculpa...

- ¿Si? – pregunte sobresaltado, pero para mí pequeñísima suerte, era el mozo

- ¿Necesitará algo más, señor?

- Por el momento no, gracias

- Como guste... - el mozo se retiró.

Bien, tranquilo, tranquilo, tranquilo... ¡Maldita sea! No puedo dejar de temblar. ¡Dios mio! Esos imbéciles ¿Tanto van a tardar en el baño?... ¿Y si me voy a buscarlos? No, sino creerán que nos fuimos, y perderemos la reservación

FIN POV KAKASHI

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Mientras tanto en la mesa Uchiha, que quedaba a unos cuantos metros de la del peliplata. Obito estaba sentado de espaldas a la mesa de Kakashi, sin decir nada. Solo miraba su celular, como de costumbre. Todo el mundo miraba su mesa, ya que la mayoría del lugar conocía a todos esos integrantes.

El famoso Itachi Uchiha, todos temen a este hombre por sus crímenes perfectos, y aun así seguir libre, gracias al ser menor de edad. Su influencia en el clan Uchiha es muy alta, que prácticamente consigue todo lo que quiere. Incluso fue capaz de conquistar a una de las joyas Namikazes, Deidara Namikaze.

Al igual que él, su hermano, Sasuke Uchiha. No es del tipo de cometer crímenes, pero su capacidad para lavar y manipular las mentes de la gente es muy grande. Llevándose consigo a la otra joya Namikaze, Naruto Namikaze.

Los Namikazes son famosos en todo el mundo, ya que son la empresa número uno en transporte de bienes y servicios al interior y el extranjero. Además de procrear donceles y mujeres con extremada belleza.

- ¿Amor?

- ¿Si, Naruto?

- ¿Cómo me quedaría el cabello de color plata? – preguntó el pequeño rubio, mientras miraba al extraño sentado solo, en una mesa...

- ¿Plata? Si tu color rubio es más lindo – dijo mientras lo besaba

Al cabo de unos minutos, Deidara se da cuenta de la presencia del peliplata...

- ¿Será que espera a alguien?

- ¿Quién, amor? – preguntó Itachi

- El joven que está sentado solo – dijo apuntando al asiento del albino

- ¡A lo mejor lo dejaron plantado! – subió el tono de voz, mientras reía, llamando la atención del mayor de los Uchihas

- ¿A quién dejaron plantado? – preguntó Obito

- A ese chico – dijo el rubio mayor, apuntado a Kakashi. Obito se giró para verlo, y sonrió de lado al reconocerlo, en cualquier lado reconocería esa cabellera y esa piel tan pálida

- Ya vengo – dijo el mayor mientras se dirigía a la mesa del peliplata, con una sonrisa un tanto maliciosa.

Lo miraba, mientras se acercaba más y más a la mesa, se veía tan lindo, aunque estaba de espaldas. Esa remera que dejaba ver sus hombros esculpidos, le daban ganas de besarlo y dejarle marca de su boca en ese lugar. La sola idea de dejarle las marcas de sus dientes en ese pálido cuello, lo hacía babearse.