I Can't Believe I

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POV PARK YOON SEO.

-¿Ya están listos los contratos del nuevo disco de SungKyu? -preguntó Lee JongHyun con impaciencia por el intercomunicador.

-Ya los dejé en tu escritorio desde ayer -respondí con tranquilidad.

-¿Dónde...? -se interrumpió-. Ya los encontré.

Moví la cabeza y volví a lo que estaba haciendo.

Ya estaba acostumbrada a escuchar la voz de JongHyun en todos los estados de ánimos existentes, llevo trabajando cinco años con él, así que ya sabía a la perfección de qué humor estaba con solo escuchar su voz.

Una dulce y sexy voz, por cierto.

Todos lo llaman el "hombre de hielo", porque es realmente despiadado en los negocios y en sus relaciones personales.

Yo he sido testigo de ambas cosas, cuando JongHyun quiere algo lo obtiene, no lo hace de manera ilegal ni nada por estilo, es un hombre honesto y honorable, aunque muchos lo duden.

Se ha ganado el apodo a causa de la prensa rosa, todas sus ex parejas dicen que es frío y seco, pero se olvidan de decir lo generoso que es con ellas cuando las deja.

Más que una asistente soy la mano derecha de JongHuyun, estudié administración de empresas, fui la primera de mi generación.

Siempre fui la primera de clase, eso ocurría ya que rara vez sacaba la cabeza de un libro.

Soy hija única por lo que jamás tuve que compartir la atención de mis padres. Mi padre es ingeniero en computación y mi madre estudió literatura, comenzaron a educarme desde muy pequeña.

Cuando comencé a asistir a la escuela me costó trabajo relacionarme con los demás niños, además no me querían porque era la mejor de la clase.

En mi último año de primaria conseguí un par de amigas, era agradable tener a alguien con quien jugar y charlar en los recesos.

Fue entonces que ocurrió el suceso que me cambió para siempre.

La clase tenía un pequeño conejo, el cual debía ser cuidado por todos. Cada uno lo llevaba a su casa un fin de semana, a mí me gustaba mucho porque mis padres no me dejaban tener ninguna mascota.

Un día regresé al salón durante el receso y me encontré a un par de chicos alimentando al conejo con algo extraño.

-¿Qué hacen? -pregunté.

-Nada que te importe -dijo uno de los niños.

Yo salí del salón, le diría a la maestra lo que habían hecho.

Cuando regresamos del receso el conejito estaba muerto, la maestra comenzó a preguntar si alguien sabía lo que había pasado. Yo iba a decir lo que había visto pero los niños que lo habían hecho me acusaron.

Todos comenzaron a acusarme y mis amigas terminaron apoyándolos.

En ese momento me di cuenta de que no podías confiar en nadie.

Después de eso todos me molestaban, hasta que mis padres se dieron cuenta y me cambiaron de escuela.

Ya no fui la misma después de eso, no le hablaba a nadie, aprendí a fingir frialdad e indiferencia, esa era mi coraza contra el mundo.

Toda la secundaria fue así, mamá estaba preocupada porque no tenía amigas.

-Yoon Seo, entiendo que tengas miedo pero debes aprender a socializar -dijo mamá.

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