Be My Love III

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POV SONG AH.

Acababa de hacer la pregunta cuando su cara cambió totalmente de expresión, en ese instante me arrepentí de haberla hecho. Había cometido un grave error y ya no había vuelta atrás, me alejé de él y me escondí en el taller.

Necesitaba un vaso de agua para tranquilizarme, volví a la cocina y JungShin ya no estaba, lo cual agradecí, cometí un grave error al hacerle aquella pregunta.

Cuando iba a servirme el vaso de agua me encontré con la botella de vino, la tomé y volví al taller.

Comencé a beber directamente de la botella, lo había arruinado, aquella era una pregunta demasiado personal.

Cuando me di cuenta ya me había acabado la botella, me sentía algo mareada y con sueño. Me recosté sobre mi mesa de trabajo y me quedé dormida.

Escuché lejanamente a alguien llamarme, después sentí que flotaba y terminaba sobre algo suave y mullido.

De pronto abrí los ojos, tenía que volver a casa, me senté y miré a mi alrededor, no estaba en el taller, estaba en una habitación y en definitiva no era la mía.

¡Demonios! Estaba en una de las habitaciones de la casa de JungShin, me había quedado dormida por beberme la botella de vino, ya no podía avergonzarme más.

Miré el reloj, eran las seis de la mañana, tenía que salir de ahí ya. Estaba helando, fui al taller por mi bolso y el abrigo, me lo puse, iba rumbo a la salida intentando no hacer ruido cuando la voz de JungShin me asustó.

Traía puesto un conjunto deportivo y tenía el cabello revuelto, se veía realmente tierno, Simba estaba a su lado.

No pude evitar sonrojarme cuando me dijo que él me había llevado a la cama, en definitiva tenía que salir de ahí cuanto antes. Ya me había más que avergonzado con ese hombre.

Al final terminé volviendo a la cama porque JungShin insistió en que lo hiciera.

Una vez recostada, me di cuenta de que él había dicho que había sido lindo llevarme a la cama, sonreí como tonta, Lee JungShin se estaba metiendo en mi corazón.

Volví a dormirme y desperté dos horas después, decidí prepararle el desayuno, era lo menos que podía hacer.

Estaba por terminar cuando apareció en la cocina, seguía viéndose adorable. Cuando nos sentamos dijo que iba responderme la pregunta responsable de todo lo que había pasado la noche anterior.

Insistí en que no lo hiciera, ya había causado suficientes problemas. Sin embargo, me lo contó, me dijo las razones por las que se escondía.

Me habló de su pasado, era huérfano y los Lee lo adoptaron siendo un adolescente. Para mí no había razón para avergonzarse, al contrario. Y en ese momento entendí por qué se ocultaba, solo deseaba proteger a su familia.

Lo abracé porque necesitaba hacerlo, sentirlo cerca de mí. Quería a ese hombre, ya no tenía dudas de ello, aunque solo llevara conociéndolo tres semanas, eso era lo de menos.

Nos miramos a los ojos, vi en sus ojos el deseo de besarme y yo quería que lo hiciera pero Key interrumpió el momento.

No dijimos nada mientras trabajamos, hasta que mi celular sonó, era mi madre. Salí a contestar.

-Hola -dije feliz.

-Cariño, te tengo una maravillosa sorpresa -dijo emocionada.

Eso me asustó un poco, ella ya sabía de las relaciones de mis amigas y se había mantenido en silencio respecto a eso.

CinderellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora