Prólogo

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POV NA BONG SUN.

-A la de tres -dijo Ye Bom emocionada.

-Una, dos, tres -dijimos todas al mismo tiempo.

Tomamos nuestros vasos y bebimos su contenido. Todas hicimos sonidos cuando el alcohol bajó por nuestro estómago.

-Esta noche brindamos porque la mujer más fuerte y maravillosa de este planeta cumple años -dijo Song Ah levantando su copa vacía.

-Eso debiste decirlo antes de que nos bebiéramos todo -dijo Yoon Seo.

-Oh, es cierto -siguió Song Ah riéndose.

Las miré con ternura, esas tres chicas se convirtieron en mis hermanas quince años antes.

-¡Salud, por la gran Na Bong Sun! -dijo Yoon Seo.

Ella se había encargado de llenar nuestros vasos con soju, otra vez. Nos lo bebimos al mismo tiempo.

Seguimos celebrando mi cumpleaños número treinta durante unas horas más.

Adoraba a esas mujeres locas que eran mis compañeras de vida desde la preparatoria.

A pesar de que era mi cumpleaños no bebí tanto, alguien tenía que cuidarlas.

-Siempre haces lo mismo -dijo Yoon Seo ebria-. Creo que tienes instinto maternal desde que naciste, hoy es... Tu cumpleaños, deberías estar igual de borracha que yo.

-Tiene razón -dijo Ye Bom riéndose.

Cuando Song Ah terminó dormida en la mesa de aquel club supe que era momento de irnos.

Llamé a un taxi, metí a Ye Bom y a Song Ah con dificultad, ya estaban dormidas. Yoon Seo entró por sí misma, aunque se tropezó un par de veces.

Le pedí al taxista que nos llevara a mi departamento, Yoon Seo se quedó dormida en el camino. Fue un tanto complicado subirlas a mi casa pero lo logré con la ayuda del taxista.

Puse unas mantas en el suelo de la sala y acosté a las chicas ahí. Acababa de hacerlo cuando una puerta se abrió y, Soon Ae, mi hermana menor, hizo aparición.

-¿Todo está bien? -preguntó medio dormida.

-Sí cariño, siento el ruido.

-Bebieron como si no hubiera un mañana, ¿no es así? -dijo riendo.

-Ya las conoces -dije sonriendo.

-Tú eras la festejada, debiste volver en ese estado -dijo mi hermana.

-¿Y quién hubiera cuidado de nosotras? -dije tranquilamente.

-Bueno, en eso tiene razón.

-Vuelve a dormir que mañana tienes que ir al hospital temprano.

-Ya lo sé -corrió hasta a mí y me abrazó-. Feliz cumpleaños. Eres la mejor hermana del mundo.

Me dio un beso en la mejilla y se fue a su habitación. Sonreí, todo lo que había hecho hasta ese momento había valido la pena, mi hermana ya era una mujer que pronto haría su vida y estaba orgullosa de ella.

En vez de irme a mi habitación traje un par de mantas y me dormí en el sofá.

Fui la primera en despertarme la mañana siguiente, el olor del café me llevó a la cocina.

-Perdón por despertarte -dijo Soon Ae.

-No hay problema, dame una taza de café -dije sonriendo.

CinderellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora