Cinderella

Imagine II

POV YE BOM.

Cuando lo miraba de lejos me parecía un hombre atractivo, tiene una sonrisa muy tierna, pero tenerlo frente a mí fue como un golpe.

Estaba a menos de medio metro de mí, traía una camisa sin mangas que revelaba los fuertes brazos que tiene, me sorprendió lo ancho de su pecho y su altura, no suelo sentirme pequeña con mucha frecuencia pero él es al menos quince centímetros más alto que yo.

Me sentí rara y decidí alejarlo, no necesitaba complicaciones como esa en mi vida.

Pensé que se iría pero en vez de eso siguió hablando, me explicó por qué mi calcetín se había atorado. Se interrumpió cuando iba a decirme lo que alguna vez encontró. Le pregunté a qué se refería pero no quiso decirme, a menos que lo dejara sacar el calcetín.

Lo dejé hacerlo porque ya llevaba diez minutos dentro de aquella maldita máquina. Él se agachó, traía unos jeans de mezclilla y considerando que estaba frente a mí fue prácticamente imposible no fijarme en su trasero. Lamentablemente solo duró unos segundos porque Kang MinHyuk sacó el calcetín rápidamente.

Me lo entregó y bromeé con él pero sus palabras me hicieron sentir algo insegura, quizá había confundido su intento de coquetear conmigo, eso dolió pero era lo mejor.

Solo que antes quería saber qué es lo que había encontrado en la lavadora.

No esperaba que me invitara a tomar un café, pude negarme, sin embargo, no lo haría. No perdería la oportunidad de pasar un buen rato con un hombre guapísimo.

-¿Cómo sabes mi nombre? -preguntó sorprendido cuando accedí.

Tomé el libro de la banca, en la contraportada había una enorme foto suya. La señalé.

-Oh, cierto -se rio y sus ojos desaparecieron.

Sentí cosquillas en el estómago, ese hombre es encantador.

-¿Y cuál es el tuyo? -preguntó sin dejar de sonreír.

-Nam Ye Bom -dije ofreciendo mi mano.

-Un gusto, Ye Bom -respondió tomándola.

Sentí una extraña corriente recorrerme completa, jamás me había sentido así, ni siquiera con Tae Oh.

-Vayamos por ese café -dije soltándolo.

-Meto mi ropa a lavar y nos vamos.

Cinco minutos después salimos de la lavandería, caminamos un par de calles y llegamos a una cafetería. Me detuve al mirarme en el vidrio de la ventana.

-Creo que será mejor ir a una tienda, no estoy en condiciones de entrar a una cafetería -dije antes de entrar.

-Estás perfecta -dijo sonriendo.

Entramos, él se dirigió a una mesa y yo lo seguí. Nos sentamos y una chica sonriente apareció.

-Señor Kang -dijo feliz.

-Hola ChoAh -respondió él sonriendo.

-¿Qué le sirvo?

-Yo quiero un americano helado, ¿y tú? -preguntó MinHyuk mirándome.

-Un latte -respondí.

La mirada de la chica reparó en mí por primera vez y su sonrisa desapareció, al parecer tenía mucho interés en el señor Kang.

-En un momento -dijo la chica alejándose decepcionada.

Kang MinHyuk me miró y me sonrió. Entendía a la mesera, era imposible no sentirse atraída por él.