Be My Love II

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POV SONG AH.

Los dos hombres estaban obstruyendo mis vías de escape, de pronto el del pelo morado gritó que era una periodista y que llamaran a seguridad.

Ya me habían descubierto, confesar y ser despedida era mejor opción que ser enviada a la cárcel. Les dije quién era y les mostré mi identificación.

Yo pensé que en ese momento Lee JungShin me diría que estaba despedida pero en vez de eso me tomó del brazo y me llevó al auto negro.

-¿Por qué debo ir con ustedes? -dije resistiéndome-. Si va a despedirme puede hacerlo aquí.

-Necesitamos hablar -dijo JungShin sin soltarme-. No voy a hacerte daño.

Me miró a los ojos, supe que no había motivo para dudar de él, subí al auto.

-Espera aquí un momento -dijo JungShin asomándose.

Hice lo que me dijo, discutió un par de minutos con Key y éste entró al auto. Lo hizo en el asiento del copiloto, no dejaba de mirarme por el espejo retrovisor, me puso nerviosa.

-¿Por qué estabas escondida detrás de ese auto? -preguntó de pronto.

-Creo que esa pregunta debería hacerla yo, ¿no crees? -dijo JungShin sentándose a mi lado.

Traía una maleta que parecía ser pesada, la puso en medio de sus pies. Key no respondió, el auto arrancó momentos después. Nadie decía una palabra, de pronto mi celular volvió a sonar, provocándome un susto. Miré el número, era Ye Bom, si me había llamado a esa hora seguro era por algo urgente.

-¿Hola? -me volteé hacia la ventana.

-¿Song Ah? -preguntó Ye Bom.

-¿Qué ocurre? -dije en voz baja.

-Hyuk, creo que se bajó el volumen de tu teléfono -dijo.

-No es eso -dije un poco más fuerte.

-¿Por qué hablas tan bajito entonces?

-Yo... -miré detrás de mí y noté que JungShin estaba observándome-. Te lo explico luego, ¿necesitas algo?

-Solo quería avisarte que Hyuk y yo volveremos mañana a Seúl y queremos comer contigo y las chicas.

-Está bien, te llamo mañana para que me cuentes los detalles, cuídate.

Antes de que ella me dijera otra cosa terminé con la llamada, JungShin no me había quitado los ojos de encima.

Me senté bien y enfoqué mi mirada al frente, junto a ese hombre me sentía diminuta.

Entramos a una elegante mansión, su casa era hermosa y enorme. El conductor bajó para abrir las puertas pero Key se bajó antes de que lo hiciera, yo bajé cuando se abrió la puerta.

Unos ladridos me asustaron, por la ventana de la sala podía verse un bello golden retriever, el responsable del ruido.

-¿Es suyo? -pregunté.

-Sí, es mi compañero, se llama Simba -dijo JungShin-. Vayamos adentro.

La casa es aún más hermosa por dentro, el perro corrió hasta donde estaba, me miró y comenzó a olerme.

-Simba, no hagas eso -dijo JungShin.

-Está bien -dije sonriendo-, me está conociendo y me aceptará al ver que no soy un peligro.

Acaricié la cabeza del perro, él se sentó y pareció sonreírme.

-¿Vio? -dije feliz.

Un ruido interrumpió la escena, Key apareció en la sala con una pequeña maleta.

CinderellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora