Hoy creí que te vi, y por un momento creo que fui al cielo, pero el cielo de verdad, no en el que está vuestro sádico e inexistente dios.
Estabas tan felíz y sonriente como siempre, estabas con el nuevo "amor de tu vida". Yo bueno, estaba con mi portafolio lleno de textos los cuales escribía pensando en ti.
Creo que lo único que nos distingue de los objetos es nuestra capacidad para amar, por eso creo que me estoy convirtiendo en un jodido muñeco con patas y parlante, porque si una persona no se ama a si mismo no puede ser capaz de amarse a si mismo.