Aquí estoy, a las 2 de la mañana esperando que mañana te levantes y hagas como si nada ha pasado, como de costumbre, mientras yo para variar me ahogo cada vez un poco mas mientras mi tu ni nadie se da cuenta.
Lo irónico es que en ocasiones, tu conseguías que alguien como yo se sintiera especial, infinito mejor dicho, tan infinito como tus grandes ojos o como tu brillante sonrisa que podría deslumbrados a todos si simplemente tu te lo propusieras.
Solo tu sabias que me pasaba sin necesidad de que yo dijera palabra alguna, tu eras el remedio para todos y cada uno de mis males. Ahora solo se hacerme el dormido mientras espero para que este maldito día acabe rápido. Todo el mundo dice que me he vuelto frío, pero no frío como el hielo, sino tan frío que era capaz de congelar a todos a mi alrededor solo con acercarme a ellos. ¿La solución? Que me un abrazo joder...
