14. Mouth full of Red Lies

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Ian.

-Hola pequeña.-Sonrió  Ian al ver a la niña frente a él. 

Vestía  un vestido de flores rosas sobre un fondo  azul e iba descalza.  Tenía  el pelo castaño a la altura de los hombros  que se entrometía en su rostro, sus ojos estaban encharcados y dos líneas húmedas caían  por su pequeña cara haciendo ver que había llorado ya antes.

-¿Estas bien? -Preguntó  Ian.

La chica negó  con la cabeza antes de soltar un sollozo y taparse la cara con las manos.

Ian no sabía muy bien que hacer. Estaba estático,  viendo como una niña lloraba casi inaudiblemente a tres metros de él.

Esperó dos minutos pero aquella niña no paraba y él  cada vez se ponía más  nervioso. Él  también  estaba en problemas y no por eso lloraba, ahora debía de ser fuerte.

Pero ella era una chiquilla...

¡Pero daba igual!.

Pero en verdad era muy pequeña,tal vez tenía 7 o 8 años, no estaba seguro.

¡Joder! Pero es que no se callaba, tenía  ganas incluso de golpearla para que parase.

Agarrarla del pelo y golpearla repetidas veces contra el tronco de un enorme árbol.

¡No! ¿Cómo  podía  pensar esas monstruosidades? Comenzaba a tener miedo de sí mismo. Tuvo que abandonar  a Lilith en pleno bosque solo para dejar de pensar en matarla.

Sacudió  la cabeza varias veces tratando de despejarse. Él  no era ningún  psicópata  asesino, su deber era ayudar a esa chica.

Ian se acercó  hasta estar frente a ella y tocó  con su índice el hombro de la joven para llamar su atención.

-Esto... ¿Estas bien?-Volvió  a preguntar-  ¿Cómo  te llamas?, ¿están  tus padres también  en el bosque?.

La chica paró  de sollozar,  pero no dejó  de cubrirse la cara con las manos.

-Degh...devuegmeghmela... - Susurró  la castaña casi de forma inentendíble.

-¿Qué?.

Fué  lo único  que Ian logró pronunciar antes de que aquella niña se descubriese la cara y mostrara unos ojos que la miraban fijamente, casi saliendose de las cuencas y una sonrisa amplia, filosa y psicópata que parecía que le comería  con una carcajada.

La niña sacó un enorme cuchillo y en un segundo había  saltado hacia Ian y había conseguido tumbarle.

La chica no dejaba de gritar y reir inentendíblemente e Ian por alguna extraña razón  no se podía  mover

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La chica no dejaba de gritar y reir inentendíblemente e Ian por alguna extraña razón  no se podía  mover. La chica había  abierto la boca y estaba llena de sangre que caía  sobre Ian a goterones, pero lo que más  le horrorizó  fue ver que la sangre salía de donde debía estar su lengua.

-Deghvueghvemeghla- Volvió  a decir la castaña con dificultad mientras se acercaba más y más  a Ian amenazandole con el cuchillo.

El tiempo pareció  congelarse, no había sonido y ambos se estaban mirando. Se encontraba en un universo condensado, el viento había dejado de deslizarse entre las hojas y ambos aguantaron la respiración.

Y el silencio se rompió cuando de un movimiento y sin apartar los ojos y la sonrisa de Ian, aquella chica clavó el cuchillo en el brazo del castaño que gritó  a punto de rebasar  los límites  del sonido.

Pero ella aún  no había parado, lo podía  ver en su cara, estaba feliz, satisfecha, pero no del todo. (Aún  no).

Raíces se  habían enredado en sus brazos y sus piernas, no podía  moverse ni apartar a aquella niña que se encontraba sentada sombre su abdomen.

Esta le agarró  la cara con una mano haciendo presión  para que la mandíbula inferior se separase de la superior y con la otra mano introdujo sus dedos ensangrentados y rebuscó en su boca frenéticamente  hasta que logró  agarrar su lengua.

Ian se sentía indefenso, incapaz de moverse por mucha fuerza que hiciese. Todo lo que podía  hacer era ver la cara de felicidad que tenía la menor cuando tiro de su lengua lo suficiente para que parte de ella saliese fuera. Y con el enorme cuchillo cortó  lentamente mientras reía y escupía  sangre sobre él.

Ian gritaba a media que sentía su lengua desprenderse de él. La boca le sabía  a sangre y si no dejaba de estar boca arriba se acabaría ahogando.

La pequeña sonrió  aún  más  si era posible y se tragó  la lengua sin quitar la vista de él.

-Deligciosa. -Rió y apuñaló  una vez más a Ian en el brazo.

Y luego en el otro.

Y en el hombro izquierdo. 

En el derecho.

Cada vez acortando más  la distancia hasta que llegó a su cuello, que rajó  a la vez que Ian emitía su último  gran gritó con la esperanza de que alguien pudiese oírlo.

Alex

-¡Lilith!- Grité cuando la encontré, de pié  entre los árboles y envuelta en una túnica  negra. Pero era ella.

Justo cuando se giró  hacia mí  un desesperado gritó  cruzó el espacio dejándonos  completamente sobrecogidas.

Era Ian.


*        *          *          *         *        *        *  

¿Os gustaría  que alguien sobreviviese? ^^

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