Ian.
-Hola pequeña.-Sonrió Ian al ver a la niña frente a él.
Vestía un vestido de flores rosas sobre un fondo azul e iba descalza. Tenía el pelo castaño a la altura de los hombros que se entrometía en su rostro, sus ojos estaban encharcados y dos líneas húmedas caían por su pequeña cara haciendo ver que había llorado ya antes.
-¿Estas bien? -Preguntó Ian.
La chica negó con la cabeza antes de soltar un sollozo y taparse la cara con las manos.
Ian no sabía muy bien que hacer. Estaba estático, viendo como una niña lloraba casi inaudiblemente a tres metros de él.
Esperó dos minutos pero aquella niña no paraba y él cada vez se ponía más nervioso. Él también estaba en problemas y no por eso lloraba, ahora debía de ser fuerte.
Pero ella era una chiquilla...
¡Pero daba igual!.
Pero en verdad era muy pequeña,tal vez tenía 7 o 8 años, no estaba seguro.
¡Joder! Pero es que no se callaba, tenía ganas incluso de golpearla para que parase.
Agarrarla del pelo y golpearla repetidas veces contra el tronco de un enorme árbol.
¡No! ¿Cómo podía pensar esas monstruosidades? Comenzaba a tener miedo de sí mismo. Tuvo que abandonar a Lilith en pleno bosque solo para dejar de pensar en matarla.
Sacudió la cabeza varias veces tratando de despejarse. Él no era ningún psicópata asesino, su deber era ayudar a esa chica.
Ian se acercó hasta estar frente a ella y tocó con su índice el hombro de la joven para llamar su atención.
-Esto... ¿Estas bien?-Volvió a preguntar- ¿Cómo te llamas?, ¿están tus padres también en el bosque?.
La chica paró de sollozar, pero no dejó de cubrirse la cara con las manos.
-Degh...devuegmeghmela... - Susurró la castaña casi de forma inentendíble.
-¿Qué?.
Fué lo único que Ian logró pronunciar antes de que aquella niña se descubriese la cara y mostrara unos ojos que la miraban fijamente, casi saliendose de las cuencas y una sonrisa amplia, filosa y psicópata que parecía que le comería con una carcajada.
La niña sacó un enorme cuchillo y en un segundo había saltado hacia Ian y había conseguido tumbarle.
La chica no dejaba de gritar y reir inentendíblemente e Ian por alguna extraña razón no se podía mover. La chica había abierto la boca y estaba llena de sangre que caía sobre Ian a goterones, pero lo que más le horrorizó fue ver que la sangre salía de donde debía estar su lengua.
-Deghvueghvemeghla- Volvió a decir la castaña con dificultad mientras se acercaba más y más a Ian amenazandole con el cuchillo.
El tiempo pareció congelarse, no había sonido y ambos se estaban mirando. Se encontraba en un universo condensado, el viento había dejado de deslizarse entre las hojas y ambos aguantaron la respiración.
Y el silencio se rompió cuando de un movimiento y sin apartar los ojos y la sonrisa de Ian, aquella chica clavó el cuchillo en el brazo del castaño que gritó a punto de rebasar los límites del sonido.
Pero ella aún no había parado, lo podía ver en su cara, estaba feliz, satisfecha, pero no del todo. (Aún no).
Raíces se habían enredado en sus brazos y sus piernas, no podía moverse ni apartar a aquella niña que se encontraba sentada sombre su abdomen.
Esta le agarró la cara con una mano haciendo presión para que la mandíbula inferior se separase de la superior y con la otra mano introdujo sus dedos ensangrentados y rebuscó en su boca frenéticamente hasta que logró agarrar su lengua.
Ian se sentía indefenso, incapaz de moverse por mucha fuerza que hiciese. Todo lo que podía hacer era ver la cara de felicidad que tenía la menor cuando tiro de su lengua lo suficiente para que parte de ella saliese fuera. Y con el enorme cuchillo cortó lentamente mientras reía y escupía sangre sobre él.
Ian gritaba a media que sentía su lengua desprenderse de él. La boca le sabía a sangre y si no dejaba de estar boca arriba se acabaría ahogando.
La pequeña sonrió aún más si era posible y se tragó la lengua sin quitar la vista de él.
-Deligciosa. -Rió y apuñaló una vez más a Ian en el brazo.
Y luego en el otro.
Y en el hombro izquierdo.
En el derecho.
Cada vez acortando más la distancia hasta que llegó a su cuello, que rajó a la vez que Ian emitía su último gran gritó con la esperanza de que alguien pudiese oírlo.
Alex
-¡Lilith!- Grité cuando la encontré, de pié entre los árboles y envuelta en una túnica negra. Pero era ella.
Justo cuando se giró hacia mí un desesperado gritó cruzó el espacio dejándonos completamente sobrecogidas.
Era Ian.
* * * * * * *
¿Os gustaría que alguien sobreviviese? ^^
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Gritos
Horror"En un bosque hay: Rituales, maldiciones, sacrificios... Animales extraños,avistamientos de ovnis... Fantasmas,asesinos y... Gritos. Y el bosque de Freetown posee todo esto y mucho más." Cinco adolescentes sumergidos hasta el cuello en el peor viaje...