Lilith.
-¿Alex?- ambas se miraron y supieron que hacer.
Correr.
Seguían el grito de Ian entre los árboles a mediada que se desvanecía.
Corrían como si tuviésen alas en los pies y de un momento a otro fuéran echar a volar.
Alex iba por delante de Lilith. Por mucho que intentase correr la túnica negra la ralentizaba, pero aún así iba a buen ritmo.
Cuando estaba apunto de alcanzar a Alex esta se detuvo tan bruscamente que Lilith casi choca contra ella.
Ian se encontraba en el suelo, con los brazos y las piernas sujetos por raíces que habían crecido sobre estos, como si estuviesen atrapandole.
Sus extremidades se hallaban torcidas de forma inhumana: Brazos y piernas curvados como si no hubiera hueso en su interior. Su pecho se encontraba inchado hacia arriba, parecía levitar del suelo mágicamente, la cabeza de Ian se encontraba echada hacia atrás, con la boca abierta y los ojos en blanco. No parecía él.
Toda aquella imagen parecía la de un contorsionista del circo de los horrores.
Pero era muy real.
Alex se deja caer en el suelo, sus rodillas se clavan en la tierra y sus oscuros ojos observan incrédulos el cuerpo de Ian.
Mientras que Lilith se encuentra paralizada, traumatizada por la grotesca escena. Apenas vió a Alby cuando aquellos locos lo mataron lenta y cruelmente. Ian estaba tan cerca de ella... y aún así parecía mentira. Ian....muerto.
-I...an- susurra Lilith mientras nota como las lagrimas amenazan con salir-¡Todo es culpa mía! .
El grito fué tan alto que sacó a Alex del trance. Lilith también había caído de rodillas y golpeaba la tierra con los puños repetidas veces.
-¡Ian! Jamás debí dejar que te fueses solo. ¡Lo siento!, joder...lo...siento.
Alex pasa el brazo por su hombro.
-Alby...Ian...-De pronto Lilith se gira hacia Alex y clava sus azulados ojos en ella.- ¡Evan! ¡Tenemos que encontrar a Evan! Él... Él...
Pero el silencio de Alex le dice lo que no quiere escuchar. Lilith vuelve a llorar aún más fuerte.
Evan también había muerto. Evan, su Evan.
Sólo se escuchaban los sollozos de Lilith, el bosque parecía estar de luto.
Por unos minutos todo era silencio hasta que la morena sintió a Alex moverle el hombro para que esta levantase la mirada.-Tu no tienes la culpa, Lilith...-La consoló su amiga.- Ellos lo saben, no ha sido culpa tuya.
La mano de Lilith se movió como un relámpago y estalló con fuerza contra la cara de Alex. Esta la miró confusa mientras se agarraba la cara con la mano derecha.
-Tienes razón, Alex - Sonrió manteniendo la calma - Yo no tengo la culpa...¡La tienes tu!.
-¡¿Qué?!-Replicó la rubia poniéndose de pié rápidamente. -¿Se puede saber que bicho te ha picado ahora?.
Lilith la miró con soberbia y se levantó también tratando de controlar sus impulsos.
-Tú diste la idea de hacer un viaje de carretera, por tu culpa hemos acabado así, maldita zorra- La voz de Lilith sonaba segura, sus palabras eran dagas cargadas de veneno que se clavaban sin ningún pudor sobre la carne.
-¡Yo no dí la idea! Solo dije que me gustaría hacer uno. Lilith, calmate, sé que estas afectada y yo también, pero esta no es forma de...
-¡Cállate¡- La interrumpió la morena.-Pienso entregarte a los pirados de las túnicas para que te maten de la forma más cruel y salvaje, los vengaré a los tres con tu muerte y yo... ¡seré libre!
Admiró la mirada confusa de Alex y casi sintió compasión por ella.
-¿De que hablas? Lilith, tranquilizate yo...
-Hablo -Se explicó volviendo a interrumpir a la su amiga.- de que quedan pocos sacrificios por hacer, así que he pensado he dejar que te atrapen y te maten a tí... y poder salvarme. Es la única manera Alex.
Ambas se miraban fijamente. Podrían caer meteoritos alrededor de ellas, pero ninguna apartaría la mirada de la otra.
El bosque susurraba, pedía sangre lágrimas y gritos. Los necesitaba para sonorizar sus oscuros recovecos y que sus estridentes sonidos inunden la noche del bosque.
La paz es sumamente inestable, es inocente y fácil de alterar.
-¡Ahí están!
Aquella llamada distrajo a las dos chicas que se voltearon al unísono para contemplar como unas diez personas vestidas con túnicas negras se encontraban apenas veinte metros. Otra vez esas caras demacradas y dementes que las observaban con sonrisas diabólicas. Ansiosos de comer.
-Mierda - Susurró Lilith y empujó rápidamente a Alex para posteriormente echar a correr.
Alex se tambaleó para no caer hasta que terminó chocando contra un árbol, pero antes de que aquellos histéricos de negro avanzasen apenas cinco metros ya se había recompuesto y comenzaba a correr tras Lilith.
Esta corría esquivando rocas,ramas,arbustos o cualquier charco de lodo en el que pudiera resbalar. Agarraba su túnica negra con las dos manos para no pisarla y tropezar, esto provocó que Alex a los pocos segundos estuviese a su ritmo.
El graznar de los cuervos llamo su atención y al mirar atrás se dieron cuenta de que eran perseguidas por una bandada de las enormes y negras aves
La adrenalina no sería suficiente, los cuervos las alcanzarían y seguramente serían atrapadas por aquellos locos para hacer el ritual de la última noche. Se podían escuchar los gritos de victoria tras ellas.
Lilith no dejaba de maldecir mientras agarraba la falda de la túnica para no caer. Debería habersela quitado, no ha servido para nada porque esos idiotas no la habían confundido con una de ellos.
Corría con tal desesperación que ya no se permitia mirar hacia abajo para esquivar obstáculos, el graznido de los cuervos tras ella la aterraba. Podía sentirlos casi sobre su cabeza.
Resbaló. Su pierna izquierda había pisado un gran charco de lodo que la había hecho precipitarse al suelo bruscamente.
Los cuervos no tardaron en llegar y comenzar a incrustar sus fríos picos en sus brazos, que trataban inútilmente en cubrir su rostro. El dolor era intenso, pero empeoró al sentir como su piel empezaba a resquebrajarse y la sangre brotaba de las heridas.
El sabor del líquido rojizo pareció motivar a los cuervos que no tardaron en lanzarse a sus ojos como caballos desbocados.
-¡Alex!-La llamó desesperadamente- ¡Ayuda por favor!.
Sintió como uno de los cuervos incrustó su pico en el ojo izquierdo, atravesando el fino párpado y provocando un enorme grito de dolor. Más cuervos parecieron unirse y sacaron el ojo de su cuenca.
Lilith movía los brazos en todas direcciones tratando de auyentar a las aves que no cesaban en su empeño de sacar su ojo derecho.
Alex se había detenido ante el grito de socorro de la morena.
No podía acercase a ella apenas unos metros,los cuervos parecían querer comérsela viva. Vió la cara de Lilith llena de surcos sangrantes y su ojo colgando del nervio óptico, varios cuervos consiguieron arrancarselo sacando varios centímetros de nervio pegado a él.
Los gritos de victoria de sus atacantes eran próximos, podía verlos apenas a unos metros de ellos. Debía huir, pero no podía dejar a su amiga allí pidiendo ayuda. Se habían peleado pero en una situación así...
Avanzó con la vista al suelo y se introdujo en el remolino de plumas y picos en el que estaba su amiga, extendió el brazo y agarró la mano de esta. La levantó del tirón justo cuando volvían a retomar la carrera Alex sintió un fuerte golpe y cayó inconsciente.
ESTÁS LEYENDO
Gritos
Kinh dị"En un bosque hay: Rituales, maldiciones, sacrificios... Animales extraños,avistamientos de ovnis... Fantasmas,asesinos y... Gritos. Y el bosque de Freetown posee todo esto y mucho más." Cinco adolescentes sumergidos hasta el cuello en el peor viaje...