Baja en el pelotón

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  •Stev• 

2016

-Nunca me han gustado los discursos, mucho menos cuando son fúnebres. Así que seré muy breve. . . Ulrich, un hombre tenaz en sus ambiciones. Te agradezco por darme el privilegio de conocerte y tratarte, fuiste el hacedor de una conducta inmaculada cuando lo requería tus deberes personales, familiares y sociales a los que siempre sellaste con nobleza y humanismo. A todos los presentes nos abruma tu partida. Que Dios te ofrezca el descanso eterno.

-Amén.

Al finalizar el funeral del tenienteUlrich realizaron un pequeña reunión en su nombre, familiares compañeros de trabajo y amigos. Aún recuerdo el rostro desconsolado de su esposa al recibir la noticia y la miseria que recorrió mi cuerpo al darle tan fatal noticia. No es envidiable el dolor de su familia...

-¿Stev?

-Charlotte. - Charlotte es una gran compañera del trabajo muy atractiva, una mujer dulce pero rígida cuando se lo propone. Podía ver el dolor en sus ojos cafés. Intento acercarme para consolarla con un abrazo-

-No es necesario - se aparta algo brusca evadiendo todo tipo de lamentaciones.-

- A mi no me engañas, estás mal. Era un gran amigo tuyo.

-Me duele tanto como a ti pero eso no quiere decir que necesito un abrazo. El tiempo es el único consuelo que necesito.

- Está bien, yo ya me voy.

- Yo me quedaré un tiempo más, ayudaré a Leam con lo que falta recoger.

- Nos vemos mañana teniente.

- ¿Es hora de la carta?

-Si

- ¿Cuántas les has escrito? Y siquiera te responde.- me voltea los ojos-

- Eso no quiere decir que voy a desistir teniente.- me mantengo firme-

-Es su tiempo capitán, cada quien decide como desperdiciarlo.- dice irónica.- 

- En fin, estoy algo cansado. Y no me siento cómodo, debo admitir que jamás me gustaron los funerales.- recordé que falté a la mayoría de los funerales de mi familia.-

- Eres algo niña. - dice sarcástica- 

- Tal vez, pero prefiero ser una niña en casa y no en un funeral. - le doy un beso en la mejilla y me retiro-

-Ve a comer helado y llorar. - dice burlona-

-Eso haré.

-Hasta mañana capitán.

-Hasta mañana teniente.

-¿Me avisas cuando llegues?

- Creí que no te importaba.- digo algo coqueteador- 

- No me importas, me preocupa tu auto. Ese bebe no merece quedar huérfano. - señala mi auto- Además no quiero más altas y bajas en el pelotón.

-No habrán bajas.

- Creo que tendrás una sorpresa mañana.

- ¿Quieres venir a mi casa?

- El sexo no es buen consuelo para el luto Stev - dice burlona-

-Lo intenté. 

- Ya, lárgate. - me da un empujón y suelta una sonrisa burlona-

A Charlotte me la impusieron en el pelotón, duré bastante tiempo reacio ante la idea de una mujer en mi equipo de trabajo, siempre mantuve la absurda idea de que el ejército era algo de hombres, que implicaba una fuerza y carácter inexistente en las mujeres.  Hasta que un día en una misión me salvó la vida, recuerdo que nos dividimos en el terreno para acorralar a unos extorsionistas pero desde la posición en la que me encontraba lograron atacarme por detrás, un golpe directo a mi cabeza, quedé completamente inconsciente, me arrastraron y ocultaron en una casa mientras decidían qué harían conmigo. Gracias a Charlotte me encontraron, esa mujer posee más agilidad que cualquier hombre en mi equipo, nunca se lo dije, nunca lo quise admitir hasta ese día. 

Desde esa vez nos volvimos grandes compañeros, creció una confianza realmente grande a tal punto que le confesé mi situación con April... Me acusa de cobarde, de patético ante huir de algo tan bonito como el querer y tiene razón.



ALTA en el PELOTÓN!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora