DIECIOCHO

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¡Kate iba a hablar conmigo!

Oh no...

¿Qué iba a decirle?

Me iba a sentir como un tonto por qué yo de cobarde no quise hablarle y ella sí.

Pero bueno, le explicaría todo.

Tal vez... era el momento de decirle lo que sentía por ella.

O tal vez no.

Es complicado.

En fin .

No me pude concentrar en la clase de Cálculo, ni pide poner atención a la clase de historia. Estaba completamente nervioso. Estuve pensando en posibles respuestas que le podía decir a Kate si ella me decía que yo era un cobarde o un hipócrita.

Así que en el segundo descanso esperé a que Kate se acercara a mí, pero no lo hizo.

Ya casi terminaba el tercer descanso, cuando la ví acercarse a mí.

–¿Sherman?

–¿Que tal... Katy? –le dije un poco nervioso.

Hubo un silencio.

–Queria decirte... –dijimos al mismo tiempo. Kate rió.

–Tu primero –me dijo.

–Yo... sólo quería decirte que lo siento mucho. No estuvo bien que yo te ignorara de esa forma la vez que me hablaste. Y se que tu piensas que soy un hipócrita pero... si últimamente he estado distante es porque no sabía cómo comenzar, como disculparme contigo y eso. En verdad lo siento mucho mucho mucho.

Me estaba mirando.

Me miró a los ojos y sonrió.

Pero entonces, bajó la mirada y su sonrisa desapareció.

–Perdón por habérmelo tomado tan personal. Es sólo que, tenía miedo de perderte otra vez. –me dijo con la voz un poco temblorosa.

–Katy... –le dije tomándola de las manos –nunca jamás te voy a fallar. Te lo prometo.

Sonrió de nuevo. Sonrío también.

–Te quiero Sherman. –me dijo.

–También te quiero Katy.

Me abrazó. Pero no como siempre me había abrazado. Eso era diferente. Sentía algo distinto. Era el mejor abrazo que había recibido en toda mi vida.

En serio que Kate no se imaginaba cuanto me importaba. Ella era mi luz, quien siempre me hacia sonreír. Quería mucho a mi mejor amiga.

Entonces dejó de abrazarme.

Me miró fijamente a los ojos. Hice lo mismo.

Y ahí estábamos. Viéndonos. Y nada más importaba. Sólo ella y yo, para siempre.

Se acercó a mí cada vez más y más. Estaba ya a un centímetro de mí, cuando.

Riiiiiiing

Ay Dios... ¿por qué el mundo es así conmigo?

Estaba a dos segundos de mi primer beso y se le ocurre sonar al timbre.

Kate se separó de mí.

Se aclaró la garganta.

–Emm... Creo que es hora de... –dijo

–Volver a clases –terminé la frase.

–Si...

Entonces fue lo que hicimos.

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Muajajajaja lo sé soy mala.
Lo siento tendrán que seguir leyendo 😂😏



La De Los Ojos Cafés (El De Los Ojos Verdes 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora