VEINTIDÓS

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Pasó un tiempo y las cosas iban realmente bien.

Pero lo que sentía por Kate era cada vez más fuerte. Me resultaba muy difícil verla como antes. La veía distinto. Tenía muchas ganas de abrazarla todo el tiempo. De que tomara mi mano y camináramos juntos. De decirle que la quiero, y que ella me dijera lo mismo.

Pero eso era imposible.

Katy nunca se fijaría en alguien como yo sólo... no lo haría.

No soy muy inteligente, odio leer, me gusta el fútbol, soy muy olvidadizo... etcétera etcétera etcétera...

Bueno. Pero yo quería volver a ser su amigo y les juro que yo soy muy feliz siendo su amigo.

Ere día iba caminando hacia la clase de Cálculo, cuando ví a Kate y a Anna hablando.

No escuché todo... sólo escuché un poco de lo que dijeron.

–Anna no inventes... ¿yo gustarle a Sherman? Jamás.

Ay no... le había dicho. No debí decirle.

–Bueno yo no sé. Pero date cuenta. Es tan bueno contigo...

–Eso es porque es mi mejor amigo. ¿Sabes? A veces siento que no merezco un tan buen amigo como él.

¿Qué ella no me merece? Me merece a mí y mucho más que eso.

–Oye sólo piensa en lo que te dije... deberías decirle... —dijo Anna.

—Tal vez algún día... mañana.

—Ok, mañana quedó.

¿Decirme algo? ¡Kate me dirá algo mañana!

Woooooooooooo

¡No no no no no! Sherman Spenser... no te emociones.

¡pero si me emociono! ¡Kate me dirá algo!

Cálmate. Tal vez sea algo malo.

Ash, ya cállate conciencia.

La De Los Ojos Cafés (El De Los Ojos Verdes 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora